WASHINGTON.- Tras los caucus y primarias celebrados este sábado, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton lleva casi la mitad de los delegados necesarios para ser declarada la candidata presidencial demócrata en la convención del partido en julio.

Según el recuento extraoficial de los principales medios de comunicación locales, Clinton lleva hasta ahora 1.121 delegados, frente a los 481 que suma su rival demócrata, el senador por Vermont Bernie Sanders, cuando se requieren 2.383 para lograr la nominación.

Dicha cifra, en el caso de la ex primera dama, incluye 458 superdelegados, que son los líderes del partido que tienen libertad para apoyar a cualquier candidato, frente a los 22 de Sanders.

Este sábado se disputaron caucus (asambleas populares) o primarias en Kansas, Nebraska y Luisiana, en las que Clinton logró 55 nuevos delegados y Sanders 47, pese a imponerse en las dos primeras y la exsecrtetaria de Estado solo en la última de ellas.

Clinton ha ganado hasta ahora casi todas las elecciones primarias en los estados del sur del país, gracias al voto mayoritario de los electores negros, mientras que el senador por Vermont ha demostrado que su fortaleza radica principalmente en los estados del norte, sobre todo en el noreste, donde se encuentra su estado.

Por el lado republicano, el magnate Donald Trump ha sumado 382 delegados, casi un tercio de los 1.237 necesarios para garantizar ser elegido como candidato a la Presidencia por el partido en la convención que se celebrará en julio en Cleveland (Ohio).

Por detrás de Trump va el senador por Texas Ted Cruz, con 300 delegados, gracias a las dos victorias logradas el sábado en Kansas y Maine (36 delegados) y los dos segundos puestos en Kentucky y Luisiana (28 delegados más).

En los caucus y primarias del sábado el millonario neoyorquino logró, por su lado, 49 delegados más, gracias a sus victorias en Kentucky y Luisiana (16 y 15 delegados) y los segundos puestos en Kansas y Maine (9 delegados en cada uno).

A mayor distancia se encuentra el senador por Florida Marco Rubio, con 128 delegados, ya que solo ha ganado unas primarias (Minesota) y ha quedado tercero en la mayoría de las demás que se han disputado, así como el gobernador de Ohio, John Kasich, muy descolgado con tan solo 34 delegados hasta ahora.

Tanto Cruz como Trump han pedido a los otros contendientes que se retiren, el primero por considerar que ello le permitiría plantar cara con más posibilidades a las aspiraciones presidenciales del magnate, y el segundo porque quiere una pelea “cara a cara” con el senador por Texas.

Los demócratas celebran hoy caucus en Maine, donde hay en juego 30 delegados, y los republicanos tienen primarias en Puerto Rico, con 23 delegados en disputa.

La próxima gran cita electoral para los demócratas es el próximo martes en Michigan donde hay en disputa 147 delegados y que tanto Clinton como Sanders consideran necesario para reforzar sus respectivas campañas.

Clinton aparece como favorita de los sondeos en este estado, con una ventaja de unos 20 puntos porcentuales según la media de encuestas que elabora la web Real Clear Politics.

Para los republicanos, la próxima gran cita es el día 15 en las primarias de Florida, donde hay en disputa 99 delegados y el ganador se los lleva todos, según las normas del partido, y donde las encuestas dan a Trump una cómoda ventaja de 18 puntos sobre Rubio.

El senador por Florida confía en lograr una gran victoria en su estado y, de no hacerlo, las presiones para que retire su candidatura podrían multiplicarse.

Los resultados arrojados por las votaciones republicanas y demócratas el pasado martes 1ro de marzo pusieron en evidencia la robustez de las candidaturas de Hillary Clinton y Donald Trump. Clinton, quien tiene hasta el momento 1074 delegados, de los cuales 606 son delegados, y 468 son superdelegados, demostró estar cerca de ser la nominada por los demócratas.

En el caso de Trump, que tiene 332 delegados acumulados de 2472 que necesita para la convención del lunes 18 de Julio en Cleveland, dio muestras de gran poderío en la contienda proselitista.

Cada aspirante debe contar con los súperdelegados, pues esa estructura es capaz de cambiar la correlación de fuerzas dentro de ambos partidos. En el caso del partido Demócrata, éstos controlan el 15 % de los votos de la convención, y los componen senadores, diputados, gobernadores y figuras del partido del burro, como se le llama popularmente a la agrupación demócrata norteamericana.

De la acera republicana, los súperdelegados controlan alrededor de un 7 % de la convención partidaria, y uno de esos poderosos súperdelegados lo es Mitt Romney, quien ya se perfila como un obstáculo en contra del magnate newyorkino, y tratará por todos los medios a su alcance de evitar que Trump conquiste los votos de los súperdelegados del partido del elefante.

Sin embargo, todavía es prematuro establecer resultados únicos, pues faltan varios Súpermartes en donde se elegirán cientos de delegados y delegadas, con resultados que podrían cambiar la correlación de fuerzas en ambas agrupaciones partidarias.

La cita obligatoria para medir fuerzas en el calendario de las elecciones internas norteamericanas están dadas, principalmente en el martes 15 de marzo en la Florida con la elección de 99 delegados para los republicanos, y 246 para los demócratas, en donde el “ganador lo toma todo”, o lo que es igual a que quien gane se adhiere todos los delegados y delegadas.

También ese mismo martes se celebrarán las del estado de Ohio, con la selección de 66 delegados y delegadas por parte de los republicanos, y 159 para los demócratas. En el estado de New York serán el martes 19 de abril, en donde se seleccionarán 95 delegados y delegadas republicanos y 291 demócratas. En California se llevarán a cabo el martes 7 de junio, con la selección de 172 delegados y delegadas del republicano, y 546 delegados y delegadas del partido demócrata.

Una parte importante del establishment norteamericano se opone radicalmente a un triunfo de Donald Trump, pues su discurso lo llena de miedo por ser cuestionador de las políticas favorables a ese minoritario sector de la sociedad. Claro está las constantes peroratas de Trump ignoran la historia, la económica y la política estadounidenses, pareciendo una lucha en contra de molinos de viento.

En un absurdo de los tantos que comete el acaudalado millonario prometer un muro entre la frontera de Estados Unidos y México, haciendo creer que los millones de inmigrantes mexicanos no contribuyen con su mal pago trabajo a incrementar las fortunas empresarial estadounidense.

La película Un Día Sin Mexicanos, del director Sergio Arau, ilustra la realidad de la inmigración. Este film presenta el caos y la bancarrota que le esperaría a California, en un hipotético caso de que saquen a todos los mexicanos de ese estado de la unión americana.

Además Trump se hace el sueco cuando en un arranque frenético e iracundo desconoce que ha sido Estados Unidos quien más ventajas ha obtenido del tratado de libre comercio conocido como el Nafta.

Igualmente Trump actúa como un ignorante cuando desdeña la favorable relación con México, que representa un mercado de más de 120 millones de personas consumidoras de los productos norteamericanos. Eso sin contar los miles de millones de dólares de inversionistas mexicanos en Estados Unidos. En otras palabras, Estados Unidos necesita a México.

Trump hace como el avestruz cuando crítica a China, Japón y Alemania. Fue China que salvó al capitalismo a escala mundial en la espantosa crisis del 2008, y si los empleos norteamericanos han volado hacia la nación asiática es obra y gracia de la clase empresarial norteamericana que busca abaratar su mano de obra, para de esa manera obtener más jugosas ganancias, y desmantelar los sindicatos.

Pero también Trump demuestra una garrafal ignorancia de la historia cuando pasa por alto que la política de la clase trabajadora desplazándose a todo lugar, fue impuesta a sangre y fuego, por los gobiernos de uno de los íconos del partido Republicano, como lo fue Ronald Reagan, que siguió pie juntilla y puso en práctica las directrices del economista Milton Friedman.

Empero, parece que las promesas de campaña hechas por Trump serán simples palabras que se irán al mar, pues ya Melania Knauss, la esposa de Donald Trump dijo en una entrevista que el magnate de seguro cambiará su visión de las cosas con el discurrir del tiempo.

Ya se nota que el discurso trumpista comienza a variar, de ahí que hable de que su candidatura es unificadora y en sus últimas apariciones ha dejado la insistencia de la construcción del muro en la frontera mexicana. Todo de seguro se convertirá en simples discursos de campaña, y Trump viéndose presidente norteamericano, de seguro que implementará las políticas ya elaboradas por los centros de poder estadounidenses, sin variar sus formas y contenidos.

Del lado de Hillary Clinton, ésta cuenta con el apoyo de los grandes intereses americanos que la ven como una aliada de su causa y una mujer de ese entorno. De ahí que el multimillonario financiamiento a su campaña proviniera de esos sectores. En el caso de Bernie Sanders, éste podría acompañar a Clinton como su candidato vicepresidencial.

Por la parte republicana, el renunciante candidato, cirujano y pastor adventista Ben Carson podría ser premiado con el ministerio de Salud estadounidense en un posible triunfo de la agrupación del elefante el martes 8 de noviembre próximo.

Los resultados de las diferentes primarias y caucus del bipartidismo norteamericano serán los que determinarán la cantidad de delegados y delegadas para la convención del lunes 18 de julio en Cleveland de los republicanos, y el lunes 25 de julio en Filadelfia para los demócratas. La sumatoria de representantes coronará la carrera de los aspirantes Donald Trump, que todavía necesita acumular más triunfos.

En lo que respecta a la cancha demócrata, Hillary Clinton luce servirse con la cuchara grande, exhibiendo números que podrían en cualquier instante colocarla como la candidata a representar su partido el 8 de noviembre próximo, convirtiéndose en la primera mujer en ser presidenta de los Estados Unidos.

jpm

SANTO DOMINGO. – La Policía detuvo a nueve personas a las que señala como miembros del  Frente Amplio Popular (Falpo) por supuestamente haber disparado contra agentes de esa institución durante un desalojo en el sector El Palo de Damajagua.

El general Máximo Báez, vocero de la Policia, dijo que “los detenidos son sindicados como los autores de los disparos el abortado desalojo en El Palo de Damajagua el pasado 3 de marzo en Damajagua”.  En ese hecho un ciudadano murió y un agente SWAT resultó herido, ambos por balas.

Reveló que la uniformadda hizo ocho allanamientos para dar con el paradero de estas personas en los que se ocuparon dos pistolas y 3 armas de fabricación casera.

El vocero de la Policía Nacional exhortó a Rubén Mercado, vocero del Falpo en la provincia Valverde,  a que se entregue a las autoridades.

Fuente: SANTIAGODIGITAL.NET