OPINION: El PRM deslumbrado por el poder

Y eso está lacerando el apoyo al gobierno de los dirigentes de base y medio del PRM.

El PLD, Leonel Fernández y Danilo Medina blindaron la institucionalidad del país, la justicia, los empleos y funciones del gobierno, del Estado dominicano.

Sujeto a tratados y acuerdos internacionales donde la sustitución de empleados, jueces, fiscales, etc. deben estar regida por el cumplimiento y respeto al sistema que regula el ingreso, permanencia, acceso y retiro del personal, regulado por la función pública.

Ese es uno de los valores y aporte de la Era del PLD.

No obstante, hay mecanismo y medios que pueden hacer accesible a la dirigencia y cuadros del PRM a su gobierno.

El problema es que la cúpula que ha llegado con Luis Abinader al gobierno está deslumbrada y sus esfuerzos son mínimos para cumplir con su brazo político del PRM y aliados.

Deben entender los perremeistas esto, pero, además, que llegaron al Poder por el apoyo fundamental de Leonel Fernández, otrora líder del PLD, lo que imposibilita una batida total de la nómina pública.

Vivimos en un sistema de partidos perfilados de multipartidista moderado, con una tendencia a la formación de coaliciones entre partidos de distintas posiciones, y una competencia partidaria evidente.

El PLD, Leonel Fernández y Danilo Medina lograron la concertación y los acuerdos interpartidarios que hicieron que conformaran gobiernos de coalición.

Esa era la idea, la estrategia de José Francisco Peña Gómez, la cual inició con acuerdos con movimientos y partidos en nuestro país. Y que no logro llegar al Poder y ser presidente por la tozudez y radicalismo de algunos que le rodeaban.

Solo se rompió esa palanca de triunfo del PLD, gobernaron por 20 años, cuando se enfrentaron Leonel y Danilo por Poder absoluto.

Los pactos, las coaliciones realizadas por el PLD fueron un cambio institucional decisivo para el desarrollo del sistema de partidos dominicano, porque los patrones de interacción y competencia se orientaron hacia la negociación y concertación entre los partidos y hacia una convergencia programática en cuestiones de política económica y reforma política: por lo tanto, hacia una competencia de tipo pragmático de propuestas concretas más que a una confrontación estéril de modelos utópicos de organización social y política

La lógica que predominó se produjo gracias a la implantación de una lógica democrática de acuerdos y consensos entre partidos que reemplazó la lógica tradicional de guerra implacable entre los adversarios políticos, desbrozando así el terreno para una democracia pactada.

El presidente Luis Abinader, en medio de esta crisis del Covid 19 y la secuela de crisis económica y social que nos deja debe, tiene que asumir ese criterio.

Por el bien del país, por el bien de su partido y su gestión de gobierno.

En medio de esta crisis no es hora de grandes conflictos, independientemente de que esté claro de que es un asunto de Poder.

Para ello deben dejar la arrogancia, prepotencia y altanería los que acompañan a Luis Abinader, se debe gobernar para todos, no se deslumbren de Poder.

No jueguen al descenso del número de partidos, no jueguen a una estructura de tríada partidista, mas que nada jueguen al éxito y potencial de su gobierno y a la capacidad de coalición.

Concertación con sus partidarios y con sus adversarios levantando un programa de desarrollo que permita salir de la crisis.

Si no, prepárense para durar cuatro años de gobierno, de Poder….

JPM