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Lo que calla el presidente
Contrario a otros gobernantes dominicanos, el presidente Danilo Medina prefiere callar las cuestionantes de interés que les formulan los periodistas a los fines de conocer sus opiniones ante los problemas constantes que padece la nación, entregándoles el mando a los funcionarios más cercanos para que respondan por él. Señor presidente, quien no presenta objeción a las críticas y se mantiene callado, da a entender que muestra su aprobación a las objeciones que les han proferido.
A diferencia del actual gobierno, el doctor Joaquín Balaguer, siempre comulgó con las inquietudes de los periodistas y una vez a la semana realizaba rueda de prensa en palacio para responder sus inquietudes, al igual que ex presidente, Hipólito Mejía y hasta el propio, Leonel Fernández. ¿Por qué Danilo Medina no puede hacerlo?.
El fundamento de un presidente que prefiere no hablar, ni responder preguntas para los medios de comunicación, está sindicado en no proferir y debatir los problemas que padece la nación, para evadir críticas e incurrir en debates que puedan afectar la popularidad del Gobierno.
El presidente no quiere hablar y prefiere que sean sus funcionarios quienes ofrezcan declaraciones, porque así disponen del mayor tiempo para manipular aquello que consideran que no conviene y afecta al gobierno, destacando las noticias favorable, mediante una planificada desinformación, orquestada desde medios de comunicación que responden a sus intereses y manejan las informaciones por encargo, a cambio de dádivas pagadas con los recursos del estado.
Los cuestionamientos al gobierno por parte del presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, Persio Maldonado, tienen bases de sustento, en el sentido de que el presidente de la República, Danilo Medina y sus Ministros “no se exponen a ser cuestionados por los medios sobre diversos aspectos de la vida nacional” y resulta cuesta arriba que estemos llegando a esos extremos, cuando supuestamente vivimos en un país donde imperan la democracia y las libertades públicas.
«El gobierno, con la dirección de prensa a la cabeza, se está dando el lujo de influir y adjudicarse el derecho de que los medios de comunicación publiquen lo que los gobiernos quieren” y un presidente no está supeditado a mantenerse en silencio o publicar lo de su interés ante un país que requiere de respuestas sustentadas en la verdad.
La mayor fuente de información de un país es el Estado y como reflexionan los directores de periódicos escritos de la República Dominicana, “lo más deseable es que el presidente cultive una relación fluida con los medios de comunicación, que permita a los periodistas formular preguntas sobre los temas de interés general, de una manera frecuente, tal como se estila en muchos regímenes democráticos”.
El desarrollo de un país tiene sus fundamentos en buscar solución a los problemas macro a pesar de los pesares. Sin embargo, el gobierno de Danilo Medina, no quiere ser cuestionado ante el eterno e irreversible problema de la energía eléctrica, la descomposición prevaleciente en los hospitales, el sistema educativo, el tráfico de influencia, la corrupción administrativa, la falta de agua, el abultamiento de la nómina del estado, etc, etc., males que corroen a los dominicanos.
Sin el concurso de los medios de comunicación y el cuestionamiento al gobierno, ningún país del mundo puede desarrollarse. Los presidentes y funcionarios lo saben, porque de lo contrario no los utilizaran para promoverse en tiempo de campaña…En el actual gobierno hay ministros y funcionarios que están apostando a la desaparición de medios de comunicación escritos y televisivos, porque no responden a sus intereses, y para lograrlo invierten cuantiosas sumas de dinero, un atentado vulgar a la libertad de expresión y difusión del pensamiento.
Las libertades públicas y el derecho a informar y ser informado están consagrados en el Artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos: «Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestada a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».
Al tomar posesión de su mandato, por cuatro años, el presidente Danilo Medina, mostró con gran interés escuchar abiertamente a todos los sectores del país.
Esta promesa se ha cumplido con las visitas continuas, cada domingo, a las diferentes provincias, pero es una promesa incumplida al no dejarse cuestionar de los medios de comunicación.
mbaezjj@gmail.com