La renovación exitosa del PRD
El profesor Larry E. Greiner alcanzó gran notoriedad con su afamada tesis referente al desarrollo de un modelo de crecimiento estratégico para las organizaciones empresariales, que ha servido de referente obligado para ser aplicada con inusitado éxito en las organizaciones políticas. Greiner, elabora su tesis basándose en las teorías dialécticas de Hegel, y explica que el desarrollo de una organización, está sujeta a cambios fundamentales, en el entendido de que estas suelen pasar por etapas de relativa calma y estabilidad en las que se evoluciona, y que al final de cada una de estas etapas se producen crisis o revoluciones que dan paso a siguientes fases de evolución. Dentro de esa mecánica dialéctica, habría que analizar la crisis que recientemente ha sacudido al PRD. Son esos procesos una realidad tan evidente; que por más que lo intentemos jamás nos podemos sustraer. Hoy esta realidad nos ha golpeado y sabemos que como en otras ocasiones habremos de sobrevivir a otra adversidad. Al concluir su proceso convencional interno, el PRD ha entrado en la fase de consolidación y crecimiento, que administrada con inteligencia, tacto y cautela dará sus fruto en lo inmediato. Urge avocarnos a los trabajos organizativos y políticos que permita identificar los liderazgos partidarios, sociales y comunitarios más representativos de cada demarcación para involucrarles en las tareas políticas-partidarias de cara al proceso electoral del año 16. El PRD es un sentimiento enclavado en el corazón del pueblo. Esas tres letras, ese símbolo, ese color y ese himno contagiaran a esas masas efervescente y no es verdad que si esa colectividad es bien dirigida, pueda ser desviada hacia otro litoral y eso lo entienden perfectamente todos los estudiosos de la psicología de las masas. Esa realidad, espanta y asusta a los compañeros que decidieron formar tienda aparte, y por ello esa bestial campaña mediática que han desatado en contra de la dirección del PRD. La renovación que actualmente se implementa es la tarea. Asimilar los cambios que exige esta nueva sociedad sin temores al porvenir tiene que ser un compromiso de todos. Es momento de que la dirección del PRD dicte las estrategias a seguir para reorientar al partido de cara a las elecciones del 2016. Esta nueva etapa exige retomar una firme oposición al gobierno. Hay que recuperar los espacios en las distintas organizaciones que conforman la sociedad civil y reconquistar los aliados que ahuyentó la confrontación interna. El partido de la esperanza, de la democracia y de la libertad está ahí, levantándose exitosamente para librar una nueva batalla y seguir cumpliendo con su compromiso con la histórica.