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POR PASCUAL ORTIZ
Cuando un país busca una distribución equitativa de sus bienes e intenta dignificar la vida de sus ciudadanos, se enfrenta con quienes han usurpado, saqueado, robado, la riqueza del pueblo. Y el mantenimiento de esa corrupción ha profundizado el padecimiento, las desigualdades, la pobreza de esa sociedad. Y la osadía de Venezuela es esa, demostrar que cambiar esas injusticias y diferencia social, es posible, viable y evidente.
La realidad ha cambiado, las oportunidades para los más pobres y el reconocimiento de todos los grupos sociales, sin importar su cultura, su religión e incluso su ideología política. La solidaridad y la fraternidad en su pueblo y en Latinoamérica traspaso todos los puntos sociales, culturales, políticos y de desarrollo. La convivencia desde el respeto marco una relación de intensa luchas y desvelo el precio que tiene desarrollar política integral y humano.
La mirada desde fuera de Venezuela, está marcada por la percepción, de la cadena de noticias que se siga, por el conocimiento histórico que uno tenga de los procesos latinoamericano y mundial… Y sobre todo, por el compromiso social con que se asume el proyecto de vida.
La mirada, el conocimiento que vive Venezuela, desde lo que he visto y analizado; es que Venezuela, desde la llegada de Chávez y sus seguidores marcó un antes y un después. Un antes de desconocimiento de las mayorías y un después de respeto y reconocimiento de las mayorías… Un antes de subordinación a Estados Unidos y un después de definición, empoderamiento del manejos de sus recursos naturales. Y esto es chocar de manera frontal con el establecimiento, los poderes fácticos internacional y local.
Venezuela debe ser apoyada por todo los que creen en la autonomía de los pueblos y dignidad humana. Los derechos de los pueblos y el derecho internacional. Los justo es que Venezuela construya su destino y sobre todo maneje y explote sus recursos naturales, sus riquezas pertenece a su pueblo. No a los poderosos, neoliberales, capitalistas machistas; destructores de todo cuanto ellos puedan manejar y apetecer. Viva el Che, Fidel y Chávez…
Estamos frente a una aremetida potencializada, «reinventada» por el capitalismo. golpe de Estado legalizado, desde el Congreso: Honduras, Paraguay y Brasil… Donde el imperio de Estados Unidos y sus lacayos locales, han utilizados, todos tipos de recursos mediáticos, diabólicos y desenfrenados. Sin límite, degenerado y malvado.
Alcanzar respeto, impulsar cambio, para cambiar este injusto mundo, no es tarea fácil. Pero, es inminente jugársela, enfrentar y realizar las luchas, las demandas… La indiferencia nos hace cómplice. No podemos jugar a que las cosas pueden cambiar, o que lo que existe es lo mejor. Somos dueños de nuestros destinos, debemos construirlos, forjarlo, impulsarlo, realizarlo. Pero, eso no se hace solo, debemos unir los esfuerzos, mirar hacia acciones comunes y solidarias. Solo nos come el lobo neoliberal y capitalista insaciable…
Es necesario además, saber la influencia de los medios de comunicación. Saber interpretar y leer las informaciones. Cuestionar, dudar y buscar siempre varias fuentes. Nunca creer a ciegas, sino comprobar y volver a comprobar… Los que nos dicen los comunicadores, a través de los medios, escritos, digitales y radial. No son imparciales, ninguno; por ellos, analizar y cuestionar y dudar te ayuda a encontrar la verdad. La verdad de los hechos, no te llega clara y evidente.
Debe descubrirla por ti mismo… Y la mejor manera es buscarla en discusiones sociales, grupales. Claro que ese grupo busque el bien común, no de los de unos pocos.
JPM
La historia de siempre, el grande abusando al mas chiquito que encima tiene petroleo y ahi si es que la cosa se pone fea. Acuerdense de Iraq y aquellas inventadas armas de destruccion masiva, desguañangaron el pais, asesinaron a Hussein y de ñapa se robaron el petroleo, ea Dios que la historia no se repita en Venezuela.
Lo primero que debe hacer el autor es alfabetizarse para ver si luego puede comprender mejor la realidad de las cosas y para que pueda argumentar mejor. La verdad es que da pena este artículo con tantas faltas gramaticales… no sé como lo publicaron.
Magistral….
Usted si es ridículo; solo porque coincide en lo ideológico lo considera magistral… usted también da pena, por ignorante y tergiversador.