Jesucristo, ¿sujeto de estudio?

En la historia de la humanidad, es probable que nadie haya sido estudiado más que Jesucristo. Hay personas que lo estudian, buscando deficiencias en él. Pero, hay otros que lo estudian tratando de beneficiarse de lo que él representa. Por lo que, sea cual sea la razón del estudio, hay razones que justifican dicho estudio, tal como la influencia positiva que él ha tenido en la humanidad en estos dos últimos milenios, mas hay que mencionar que también ha generado reacciones contrarias a él. Por eso, decimos: Jesucristo, ¿sujeto de estudio? A pesar de los planteamientos hechos por San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino, Juan Calvino, Martín Lutero, entre otros, Jesucristo se renueva de día en día como un Ser que debe ser estudiado. En cada época y circunstancia, él continúa siendo la luz del mundo. No hay manera de que Jesucristo sea puesto aparte, pues su persona, su doctrina y sus promesas son tan fuertes que no hay forma de detenerle. Pedro, el apóstol, dijo de él: «¿Y a quien iríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna. Nosotros hemos creído en ti, y sabemos que tú eres el Hijo de Dios» Jn. 6:68, 69. Los testigos presenciales de la vida y obra de Jesucristo, se rindieron totalmente a los pies de él. Ellos eran personas inquietas, Pedro lo era, mas fue uno de los principales predicadores de su época. Pero que diríamos de Tomás, apóstol de Jesucristo, aquél de quien se acuñó la frase: «Ver para creer;» éste fue quien dij «Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré» Jn. 20:25; sin embargo, cuando pudo comprobar todo lo dicho por él, exclamó: «¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dij Porque me ha visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron» Jn. 20:28, 29. Los discípulos de Cristo, durante todo su ministerio, se persuadieron de quien era Jesús, por sus enseñanzas y sus obras. Pero ellos no eran de los que son seguidores ciegos, sino de los que buscaban la razón de cada cosa que Jesús hacía y enseñaba. Cuando no entendían preguntaban, como hicieron en caso de algunas de sus parábolas, pero también de algunas actitudes de él. Eso que creen algunos de que la palabra de Dios no se puede discutir, sino simplemente creerla, es erróneo. Mas provecho se obtiene y la fe es más firme en la medida en que hay persuasión por convicción, que convicción por ilusión. Presentar el mensaje de Jesucristo, en tiempos en que las ideologías políticas se distancian, significaba un gran reto. Por lo general, el ser humano tiende a particularizar las cosas, y de Jesucristo no sería la excepción; así que algunos ubicaron sus doctrinas a favor de una ideología y en contra de la otra. Sin embargo, Jesucristo no vino para parcializarse con cosas mediáticas, sino a salvar y a buscar al hombre quien se había perdido en el pecado. El hombre había perdido el rumbo de Dios, y se encaminaba a su total fracaso. Hoy Jesucristo es el Salvador del mundo y la Luz que conduce al triunfo de los pecadores. La persecución que se ha dado, en el Medio Oriente, que ha provocado la salida de miles de personas hacía un país de sur América, es debido a una mal interpretación del cristianismo, tanto en quienes lo predicamos, como en aquellos que son adversarios. Desde el principio en que se predicaba a Jesucristo, generó grandes problemas entre los judíos, en Jerusalén, Judea, Efeso, Atenas, y demás lugares. El evangelio fue mandado a predicar, no hay que imponerlo; si una persona cree en el evangelio, cree en Cristo, entonces voluntariamente se hace cristiano. Si no quiere creer en el evangelio, simplemente no cree y se le respeta su posición. Ahora bien,los demás deben ser tolerantes hacía los cristianos. Por otro lado, nada ni nadie impedirá que el evangelio, o Cristo sea predicado. Hay un mandado de Dios, dado por su Hijo, quien dij «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces, vendrá el fin» Mt. 24:14. Debe ser bien estudiado, el que Jesucristo, está ayudando a cumplir con el mandato dado por él de: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado» Mr. 16:15, 16. Jesucristo ha hecho que el mundo cambie, porque ha creado una conciencia cristiana, basada en valores que emanan de los mandamientos de Dios. Las cosas no se pueden ver como blancas y negras, pues tienen sus variantes, cuando son vistas con amor, virtud principal del evangelio; en el libre albedrío, cuyo Juez, lo es Dios. Al hombre no se le ha dado el mandato de condenar al hombre, sino de decirle que Dios puede perdonar y salvar del sufrimiento, debilidades, impurezas, e imperfecciones que el hombre tenga. El hombre es un vocero para decir lo que Dios manda a decir. Nunca usurpemos otra responsabilidad. Hay que volver a estudiar a Jesucristo, basado en sus doctrinas, su persona y su vida, pues muchas cosas que se dicen en nombre de Cristo, no son de él; pero hacen daños a Jesucristo, en la mente de los hombres. El Jesús del cristianismo, es el que está descrito en la Biblia. Usted puede estudiar a ese Jesucristo, leyendo cuidadosamente la Biblia, y entonces entenderá que él ha sido mal interpretado y mal enseñado. Pero Jesucristo es verdadero, como dijera el centurión romano y y los que estaban con él guardando a Jesús en el momento en que Este estaba crucificad «Verdaderamente éste era Hijo de Dios» Mt. 27: 54. El estudiar a Jesucristo es evidencia de que podemos conocer lo que él hizo, enseñó y prometió tal como sucedió. Nuestras culturas occidentales, han sido influenciadas por el cristianismo, y ésto ha contribuido en el comportamiento de nuestras sociedades. Si el cristianismo no estuviera presente, a pesar del mal uso que muchos les han dado, nuestras sociedades fueran peores. Pero gracias damos a Dios, que existen muchas personas creyentes en Cristo, quienes tienen un comportamiento aceptable; Cristo es transformador de sociedades, y de personas. Dios le bendiga.

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