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En los últimos tiempos hemos visto como el derecho del trabajo ha recibido nuevos ataques feroces, desmedidos y sobre todo desconsiderados. Hemos visto como se ha tratado de buscar mil maneras para quitar de una vez por todo los beneficios que gozan los trabajadores.
Pero esto no es solo en República Dominicana, es en todas partes del mundo donde un grupo que es el pequeño pero sumamente poderoso en lo económico, ha decidido por todas las vías contrarrestar esos beneficios consagrados en los diferentes Códigos de Trabajo.
Como todo evoluciona ya sea positivo o negativo, el derecho del trabajo enfrenta un nuevo ataque evolutivo que pretende invalidar sus postulados en protección a los trabajadores. Sin embargo, los fines que persigue el derecho laboral tienen una validez más objetiva que nunca, al pretender con sus normas posicionar al trabajador en su calidad de ser humano, dignificando su quehacer cotidiano y creando igualdad social.
La globalización generó una afectación a la protección de los derechos del trabajador, resultado de una serie de ficciones jurídicas, para evadir la cobertura normativa que se tiene en beneficio del trabajador y que busca su sentir: proteger a la gran mayoría que son el pueblo.
En la actualidad, el derecho del trabajo enfrenta los retos que le imponen los tiempos modernos en diversos escenarios, como son: la producción que obliga a nuevas formas de organización para el trabajo. Los asuntos e intereses económicos y políticos. La tendencia globalizadora de la economía.
En virtud de lo anterior, actualmente existe una tendencia a modificar los presupuestos mínimos necesarios para garantizar al trabajador un nivel de bienestar decoroso y una vida digna.
Algo por seguro es que hoy, como nunca antes, se intenta reformar las normas que rigen el derecho social, principalmente el derecho del trabajo, vulnerando, incluso, los principios que regulan esa rama jurídica. Los justificantes que se enarbolan para promover esos cambios jurídicos se basan en un paradigma económico no más humano, afirmando solo “el incremento de la producción”.
La globalización laboral es mala cuando se utiliza esto como excusa para quitar derechos de trabajadores y su afectación negativa para el trabajador, originando un ambiente de precariedad laboral.
Antes que todo si flexibilizamos los derechos de los trabajadores en todo marco tanto nacional como internacional, esto podría traer grandes consecuencias jurídicas a las sociedades modernas, ya que desde un primer punto, sabemos las grandes consecuencias que serán en una sola dirección, dejando una gran gama de protección jurídica a la familia del trabajador.
Como sociedad debemos respetar estos derechos ya que son en beneficio de las mayorías. Merecemos ser participes de los beneficios que con lucha y sacrificio se han logrado para evitar el crecimiento de la desigualdad social.
Los trabajadores no son esclavos, ni son mucho menos mendigos. Los trabajadores, con sacrificio y entrega, han dado muchos beneficios económicos sin nunca recibir nada a cambio.
JPM