¡Fuera el pesimismo!!!!

El
afamado escritor portugués y premio nobel de literatura, José Saramago,afirmóen una de esas salidas geniales que solía tenerelfinoy audaz armador de ideas y
conceptos, que el pesimista no era más que un optimista con información.

Este
concepto definido por autor de la obra “El evangelio según
Jesucristo”, parecería ser el argumento
justificativo del cual se han apoderado
un amplio sector de la oposición política y su liderazgo fundamental y una amplia franja de instituciones
centralizadas y descentralizadas del propio
gobierno para tratar de llevar
desaliento y amargura al pueblo dominicano.

El
sentimiento de pesimismo puede advertirse a partir del mismo momento en que el Presidente Danilo
Medina remitiera al honorable Congreso Nacional, el Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos
Públicos correspondiente al año 2015
para fines de conocimiento y aprobación.

Esta
posición asumida por los referidos actores y sectores nacionales parecen
olvidar que este es un país pequeño, pobre y subdesarrollado que no genera los recursos económicos
suficientes para atender las enormes demandas sociales acumuladas de décadas.

Pienso
que es de justicia entender, para detener
esa intencional corriente de pesimismo social que se pretende instaurar
en la sociedad dominicana, explicar que
se hace necesario reducir lo más que se pueda esos discursos de carencias y
precariedades institucionales para no seguir dañando la autoestima social.

Ahora
bien, esos sectores que se han abrazado sin reservas a
esa escuela del pesimismo sería
interesante preguntarles si es que no
conocen la realidad económica del Estado dominicano y sus ataduras
presupuestaria de deuda externa, sistema
eléctrico y 4% para la educación.

Ignoran,
asimismo, esos actores del pesimismo de nuevo cuño que este es uno de los países del continente
con una de las menores presión
tributaria la cual no supera el 14 %, situación que imposibilita captar mayor
cantidad de recursos económicos para desarrollar políticas públicas a través
de las instituciones estatales .

Vamos
hacer un ejercicio de sinceridad y dejémonos de politiquerías y comencemos a construir para el próximo año
un espacio de diálogo sincero, patriótico, franco y abierto entre el Gobierno y
los principales actores que inciden en
la actividad económica, con el propósito de
revertir esta ola de pesimismo
nacional por trabajo,
competitividad e innovación tecnológica
y confianza .

No
hacemos nada asumiendo el mismo comportamiento de aquella historia bíblica en donde Jeremías solo acostumbraba asistir al Muro de las Lamentaciones a
quejarse.. Este un país extraordinariamente trabajador, valiente, capaz y
alegre, no dejemos que no los roben los malos
dominicanos.

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