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Elecciones sin garantías
El Tribunal Superior Electoral produjo recientemente un fallo que no tiene precedentes en la historia de proclamaciones internas de los partidos políticos. Pero antes de ese fallo ya la Junta Central Electoral negó el reconocimiento a Opción Democrática, organización que lidera la diputada Minou Tavárez Mirabal.
Son infelices todos los “argumentos” que expuso la JCE para no otorgar el reconocimiento a Opción Democrática, entidad política que cumple con todos los requisitos establecidos por la Ley Electoral, empezando por locales abiertos y estructura dirigencial en toda la geografía nacional. No hay la menor duda, así se percibe en la opinión pública nacional, que el fallo que afecta a Minou Tavárez Mirabal tiene matiz político.
Y ese fallo se produce en el preciso momento en que la candidatura presidencial de la ejemplar diputada y política de ejercicio ético experimentaba crecimiento sostenido, dato corroborado por dos firmas encuestadoras que otorgaban el 5% y el 6% respectivamente. Lo más importante de todo no son los porcentajes, sino el hecho de que la líder política no tiene tasa de rechazo en el electorado.
Cuando un líder político no tiene rechazo entre los electores, su crecimiento carece de techo y las perspectivas de expansión podrían ser significativas, aspecto que preocupaba al oficialismo y de alguna forma se pretendió ocasionar un daño a Tavárez Mirabal.
La dirección de Opción Democrática sometió una instancia al tribunal electoral el pasado miércoles, 20 de enero, en la que solicita una revisión del caso, pero de todos modos, independientemente de la eventual resolución del órgano electoral, la candidatura presidencial de Minou se mantiene a través de Alianza por la Democracia, que preside el doctor Max Puig.
Lo más preocupante del momento político que vive el país es la carencia de instituciones independientes y la falta de árbitros, razones que sustentan la tesis de que en República Dominicana no hay las más mínimas garantías electorales para las organizaciones de oposición. Los fallos que han venido emitiendo la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral hablan por sí solos. Desde el año 2012, a través de múltiples artículos periodísticos, sugerí luchas por el rescate de las instituciones democráticas y entonces después hablar de elecciones para el 2016.
danilocruzpichardo@gmail.com
jpm