El PRM y el candidato
JUAN T H
El
Partido Revolucionario Mayoritario (PRM) ya está debidamente estructurado en
todo el territorio nacional y en el extranjero, fundamentalmente en Estados
Unidos, Puerto Rico, España y otros países de Europa donde masivamente residen
los dominicanos.
Los
estatutos ya fueron elaborados, los organismos de dirección establecidos,
cuantos serán sus miembros y como operaran. De igual modo se discutió y aprobó la
plataforma ideológica que guiará sus pasos, así como una línea opositora. Solo
faltan algunos detalles para que el
nuevo parto surja de las entrañas del pueblo que le da origen.
En
este mes de septiembre el PRM podrá salir a las calles a ganarse un espacio de
primer orden en la sociedad con
propuestas claras y precisas de lo que pretende hacer desde el poder junto con
las demás fuerzas que integraran la Convergencia.
Un
partido nuevo con ideas nuevas y con formas nuevas de actuar. Un partido
democrático donde los organismos funcionen, no las individualidades; un partido
disciplinado, dejando la anarquía que caracterizó al viejo y destartalado PRD.
Lo
primero, primero. Y lo primero es el PRM y la Convergencia. Fortalecer ese
instrumento de lucha y ponerlo al servicio del pueblo dominicano y sus más
sentidas reivindicaciones. Sin ese
mecanismo, sin su unidad y fortaleza, será imposible el éxito.
Hay
quienes no entienden ese punto y se han lazado frenéticamente a una campaña
proselitista sin respaldo de una fuerza política verdadera. Es ahora cuando se
está creando. Aún no ha mostrado credenciales. Ese partido, PRM, aun no es una “marca” mercadológicamente hablando. Hay que crearla.
Y se toma tiempo. Y requiere de mucho trabajo, de unidad, de entrega y
sacrificio donde prime el interés de las
mayorías de llegar al poder, porque más allá de esta o aquella candidatura,
está la necesidad de sacar el gansterismo del gobierno del PLD.
Las
candidaturas se decidirán y se elegirán luego en convenciones democráticas,
donde, el que ganó, ganó, y el que perdió, perdió.
No
tengo dudas de que Hipólito se presentará como aspirante a la nominación
presidencial del PRM. Y creo que la gente de ese partido lo escogerá candidato
presidencial.
Pero
no el ex presidente no está obsesionado. Si pierde la convención lo acepta y
trabajará como el que más para ganar. Si
gana, espera lo mismo de los que pierdan. Así actúan los verdaderos demócratas.
No
dice que “yo o que entre el mar”. Ni quiere imponerse a la fuerza, ni amenaza
con divisiones. No. Jamás. Que sea la gente la que decida en una convención.
¿Tiene eso algo de malo en un partido plural, amplio, democrático que alguien
dentro de sus derechos aspire a un cargo electivo? No debe, ni puede ser.
Pero
por lo que he leído y visto, existe un gran nerviosismo. Y hasta temor ante una
eventual aspiración de Hipólito. Y no veo razones porque mientras Luis tiene
dos años en campaña y sus encuestas lo dan como favorito, Hipólito aun no sale
a las calles y no ha colocado un solo afiche, ni una valla en la entrada o
salida de ningún pueblo. ¡Qué no cunda el pánico!
Sigamos
trabajando todos por la consolidación del PRM y la fortaleza de la Convergencia
sin olvidar que “el todo es más importante que cualquiera de sus partes”. Es
decir, el país es más importante que la candidatura de Hipólito, de Luís, de
Geanilda o de cualquier otro dirigente. ¿Estamos claros?
En
ese sentido, aunque mi candidato es Hipólito, a lo que tengo derecho, apoyaría
a Luis con todas mis fuerzas si gana la convención para que sea presidente de
la República.