El "fracking" y la estrategia saudita de petróleo barato

El “fracking” ha sido la clave para que Estados Unidos, haya pasado de país importador a exportador de petróleo. En la actualidad, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudia una estrategia para bajar el precio del crudo, que haría no rentable la técnica, a la cual apuestan muchas economías después del éxito observado por Estados Unidos. Arabia Saudita por su parte apuesta a la baja del precio del crudo, por otro lado Venezuela quiere forzar la subida. En este punto coinciden Caracas y Washington. En la entrega de hoy pasaremos balance a algunos de estos detalles. La fracturación hidráulica, también conocida por la palabra inglesa “fracking” es una técnica no convencional para posibilitar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. El procedimiento consiste en la perforación de un pozo vertical en el cual, una vez alcanzada la profundidad deseada, se gira el taladro noventa grados en sentido horizontal y se continúa perforando una cierta longitud; luego se inyecta en el terreno agua a presión mezclada con arena y productos químicos, con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo, y favorecer así su salida hacia la superficie. El aumento del precio de los combustibles fósiles ha hecho económicamente rentable este método, propagando su empleo en los últimos años, especialmente en los Estados Unidos. Los que se oponen a esta técnica argumentan su impacto medioambiental, que incluye la contaminación de acuíferos, elevado consumo de agua, contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y los productos químicos utilizados hacia la superficie, contaminación en la superficie debida a los vertidos, y los posibles efectos en la salud derivados de ello. Se ha hablado de incremento en la actividad sísmica, asociados con la inyección a profundidad de los fluidos. El próximo 27 de noviembre, la OPEP se reunirá en Viena, con el objetivo de determinar la política de producción para los primeros meses del próximo año 2015. Si bien, por lo que se ha escuchado de algunos de sus funcionarios, la organización no tiene aún una decisión sobre el mercado del crudo. En septiembre pasado el precio del petróleo cayó por debajo de los cien dólares el barril, si bien, no perjudicó a Arabia Saudita debido a que sus costos de producción son inferiores al resto de los productores de petróleo. El 33% del petróleo de la OPEP es suministrado por Arabia Saudita, hablamos de unos 9,7 millones de barriles diarios. Es el mayor productor de petróleo del mundo. Sin embargo Estados Unidos le arrebatará ese privilegiado lugar al Estado árabe a finales de 2014, según ha informado la Agencia Internacional de la Energía. Por esta razón, los analistas dicen que probablemente Arabia Saudita se sienta cómoda con precios del crudo bajos durante un período prolongado, lo que es un cambio en su política, que podría estar dirigido a frenar la expansión de productores rivales, entre los que estaría incluyendo a Estados Unidos. Al caer el petróleo Brent por debajo de los US$85 por primera vez desde 2010, se acerca al margen de US$80 por debajo del cual ya no es rentable la mayor parte de la producción de fracking. Venezuela entre otros miembros de la OPEP, ha pedido bajadas urgentes de la producción para impulsar los precios por encima de US$100 el barril. Pero en reuniones privadas con inversionistas y analistas, las autoridades sauditas han enviado recientemente un mensaje diferente. Están dispuestos a aceptar que el precio del barril de petróleo este por debajo de los US$90 y muy probable hasta de US$80, por uno o dos años, según personas informadas. Pareciera ser que para que no quepa duda de esto, el mayor exportador de petróleo del mundo, informó a la OPEP que elevó en 100,000 barriles por día su producción de crudo en septiembre. Al no haber una reducción en la producción de Arabia Saudita puede argumentarse que el reino lo que busca es defender su cuota de mercado y no los precios. Con esto, estaría dejando de lado su anterior estrategia de mantener los precios del petróleo Brent alrededor de los US$100 por barril para preservar la cuota de mercado en los próximos años. Por lo pronto, Kuwait, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos pueden soportar precios bajos, gracias a su elevada eficiencia para producir petróleo, pero lo que es Venezuela y también Irán tienen serios problemas para tolerar un barril digamos que barato y con menor margen de beneficios. De acuerdo con The Wall Street Journal, Venezuela ha sido el Estado que ha mostrado mayor fuerza en su negativa contra esta estrategia del petróleo barato. Esto evidentemente refleja su voluntad de querer mantener los márgenes tradicionales de beneficios. Si bien, la estrategia de Arabia Saudita podría golpear las finanzas de algunos miembros de la OPEP, en el mediano plazo, podría generar mayores ingresos, pues frenaría las nuevas inversiones, y aumentos en la oferta de lugares como las formaciones de esquistos en Estados Unidos o en aguas muy profundas. Respecto del “fracking” la Agencia Internacional de la Energía calcula que mediante esta técnica se necesitan 2,500 pozos nuevos al año solo para mantener la producción de un millón de barriles al año en un yacimiento como el de Bakken, en Dakota del Norte, Estados Unidos. Por el contrario, en Iraq con solo 60 pozos se obtienen los mismos resultados. Esto demuestra que la producción de petróleo a través de este método decrece más rápido que utilizando medios convencionales. De acuerdo co las estimaciones los pozos de gas de esquistos reducen su producción entre 60% y 70% solo el primer año, mientras que los pozos tradicionales la reducen 55% en los 2 primeros años. Esto muestra la reinversión continua en nuevos pozos que las empresas se ven obligadas a hacer para mantener la producción. En Estados Unidos el punto de equilibrio para obtener beneficios con petróleo proveniente del “fracking” se estima entre US$60 y US$80 el barril, siempre de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía. En Irak el costo del barril de petróleo para las empresas anda alrededor de los US$20. Este simple ejercicio demuestra que, extraer petróleo con esta técnica sigue siendo más caro. Por lo pronto, si la estrategia saudita tiene éxito, los países no productores y en especial lo de nuestra región, se verán grandemente beneficiado por el alivio en la presión que la factura petrolera por lo general ocasiona, en lo que a divisas se refiere. En cuanto a República Dominicana, es oportuna la ocasión para ir pensando en aumentar nuestra capacidad de almacenamiento, lo cual permitiría sacar ventajas de situaciones como la que se dan estos días.

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