Danilo Medina atrapado en su propia red

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EL AUTOR es abogado. Reside en Panamá.

El presidente Medina jugo un papel estelar en la conformación de la alianza entre Juan Bosch y Joaquín Balaguer, que  llevó a Leonel Fernández a la presidencia en el año 1996.

En el año 2000, fue recompensado por el presidente Fernández, permitiéndole el uso del poder del Estado para imponerse a Jaime David Fernández Mirabal, en las primarias para la escogencia del candidato presidencial del PLD.

Para las elecciones del 2004, dirigió la campaña que volvió a llevar nuevamente a Leonel al poder. Las luchas internas lo llevaron a renunciar en el 2006, como ministro de la presidencia para iniciar su propio proyecto político.

En la contienda electoral del 20008, trabajamos en su campaña para disputarle la candidatura presidencial del partido al presidente Fernández. La historia se repitió cuando Leonel utilizó el poder del Estado para vencerlo. Devolviéndole la misma moneda, que había usado en contra de Fernández Mirabal

Danilo no aprendió la lección del efecto boomerang el cual enseña, que tarde o temprano, recibimos la devolución de lo que hemos emitido y a menudo, con intereses.

Pero, como discípulo aventajado de Balaguer, espero el momento adecuado para volver a la carga en un contexto más favorable a sus aspiraciones.

El presidente Leonel Fernández no podría superar las dificultades, que se presentarían para las elecciones del 2012, después de dos periodos consecutivos.

Danilo espero pacientemente y cuando llegó la hora, desplegó una estrategia política basada en la alternabilidad del poder, así logró que todos los lideres trabajaran con la esperanza de que algún día, también le llegaría la oportunidad de convertirse en presidente, “hoy por ti y mañana por mí”.

Para despejar cualquier duda, en uno de sus discursos de campaña, dijo:

“Si transitamos el camino de la reelección presidencial el PLD tendrá que pagar un costo muy alto.  Porque, como dijo el señor Ramon Font Bernard, un hombre que se las arregló para estar en el Palacio Nacional desde Trujillo hasta Leonel, cuando un presidente decidiera buscar la reelección tenía que estar en capacidad de tragarse un tiburón podrido sin eructar. Porque la reelección se impone a sangre y fuego”.

El tiempo esta nublado, con aguaceros y tronadas para  Danilo Medina. Ya la Constitución no es solo un pedazo de papel, como una vez afirmó Balaguer. Danilo  tendrá que bajarse de la cúspide a negociar, para que por lo menos se quite el “nunca jamás” de la Carta Magna, para no quedar atrapado en su propia red de artimañas.

El incesante retorno de todas las cosas es una ley de la vida y lo podemos verificar de momento en momento. Retornan las horas, los días, noches; se repiten los ciclos de las cuatro estaciones y la tierra vuelve a su punto de partida cada año.

Todo lo que existe en la vida, queda sujeto a esta ley y nosotros los seres humanos no podemos ser la excepción

La historia no avanza de forma lineal empujada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten, es decir, que implican siempre avances y retrocesos.

La historia es recurrente. Pero no se trata de un eterno retorno de todas las cosas, como decía Nietzsche. Es un volver a un estadio que se creía superado, pero ahora visto desde una nueva perspectiva.

Cuando un liderazgo alcanza su apogeo, la comodidad degenera en lujo, el ingenio en falsa sutileza y se inicia así la decadencia hasta volver a tocar el punto de partida.

La caída del PLD es inminente, ellos mismos se están desmigajando, pues se apartaron de los estatutos que los llevaron al poder y tendrán que pagar el precio de haber engañado a un pueblo sano de gentes sin malicia y trabajadoras.

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