Charles C. Hauch y el ICDA

 

 

El Instituto Cultural Dominico Americano (ICDA), que se fraguó en Ciudad Trujillo en su fase preparatoria al constituirse un comité organizador el 22 de noviembre de 1946, realizó la apertura formal de sus operaciones siete meses después, el 24 de junio de 1947, hace ya casi 70 años. Auspiciado al más alto nivel por los gobiernos de los Estados Unidos y la República Dominicana, como parte de la política de fortalecimiento de las relaciones culturales interamericanas que iniciara en sus memorables mandatos el presidente Franklin D. Roosevelt (1933-45). Previa a la integración del comité organizador del Instituto -que popularmente sería conocido entre los estudiantes como “el Domínico”-, se produjo la visita al país de Charles C. Hauch, entonces jefe de la división de Asuntos Centroamericanos y del Caribe en el Departamento de Estado.

En la ocasión, Hauch se reunió con las autoridades gubernamentales correspondientes, siendo agasajado por nuestro canciller, el destacado jurista e historiador Manuel Arturo Peña Batlle, en una cena a la que concurrieron los jefes de misiones diplomáticas de las naciones americanas acreditadas en el país. A falta de una minuta a la vista de los asuntos agotados en su agenda, es lógico suponer que entre los temas tratados durante esta visita figurara la creación del centro binacional, concediéndosele así la debida importancia como parte de las relaciones bilaterales dominico americanas.

Aparte de sus funciones como responsable del Caribe y Centroamérica, Charles C. Hauch (1913-1999) contaba con excelentes credenciales en cuanto a conocimiento de la historia del país. Nacido en Chicago, era autor de una disertación doctoral sobre las relaciones exteriores dominicanas en el siglo XIX, presentada como tesis de grado en la Universidad de Chicago en 1942, donde realizó igualmente su maestría en historia. Publicada en español por los Bibliófilos en 1996: La República Dominicana y sus Relaciones Exteriores 1844-1882. En ella se documentan y analizan los esfuerzos diplomáticos emprendidos por el país tras su independencia en 1844 para obtener la anexión a España, así como algún tipo de protectorado o incorporación plena a los Estados Unidos.

Ya en agosto de 1941 el Boletín del Archivo General de la Nación había publicado su texto “Fuentes en los Estados Unidos relativas al Proyecto de Anexión de la República Dominicana, 1869-1871”, una excelente guía para la investigación de un tema crucial de nuestra historia. Cuando el país, a iniciativa de los presidentes Buenaventura Báez y Ulysses S. Grant, estuvo a un tris de integrarse a la Unión Americana.

Antes de su ingreso al Departamento de Estado en 1944, Hauch impartió docencia en la Universidad de Indiana. En el State hizo carrera laborando en la referida división del Caribe y Centroamérica, que manejaba los asuntos dominicanos y haitianos, hasta 1952, cuando retornó a Chicago para editar la versión en español de la prestigiosa Enciclopedia Británica.

En 1957 Hauch se incorporó a la Oficina de Educación, parte del Departamento de Salud, Educación y Bienestar, en calidad de especialista en América Latina. Allí fue jefe de la División de Educación Comparada, culminando su desempeño como funcionario emérito. Publicó obras especializadas en la materia, como College and University Public Education in the Caribbean; Educational Trends in the Caribbean: European Affiliated Areas. En colaboración con A.R. Freeburger: Education in Chile y Education in Peru. Al retirarse del gobierno, se sumó al Center for Latin American Studies de San Diego State University.

Coincidiendo con la apertura del ICDA en 1947, Hauch publicó en The Hispanic American Historical Review (vol.27, No.3, August 1947), una revista de gran prestigio y antigüedad, una revisión sumamente crítica del libro La frontera de la República Dominicana con Haití (Ciudad Trujillo, Editorial La Nación, 1946, 172 pp.), obra destinada a ensalzar los planes de dominicanización fronteriza de Trujillo y a apologizar las bondades del régimen. En mayo HAHR publicó “Attitudes of Foreign Governments Toward the Spanish Reoccupation of the Dominican Republic”. Los journals de historia, ciencias políticas y educación registran en sus páginas una activa colaboración de este insigne historiador latinoamericanista.

Volviendo al Dominico Americano, el 23/11/46, el diario La Opinión, dirigido por Héctor Incháustegui, presente en la cena que ofreciera Peña Batlle a Hauch, informó sobre una reunión celebrada en la víspera en el Ateneo Dominicano, convocada por la Cancillería y la Embajada de EEUU. Allí quedó constituido el ente germinal del ICDA. El diario tituló: Creado un Comité para el Intercambio Cultural entre EE.UU. y Nuestro País. Subtitulando: “Está integrado por intelectuales de ambos países. El Excelentísimo Presidente Trujillo Molina/ y la Embajada de los Estados Unidos han ofrecido al mismo su decidida cooperación”.

La crónica refiere la “extraordinaria repercusión en los medios intelectuales y entre las más destacadas figuras del arte y de las letras nacionales” que tuvo el acto. Presidido por el canciller Peña Batlle, el embajador George H. Butler, el profesor Osvaldo Báez Soler, secretario de Educación y Bellas Artes, el rector de la USD, Lic. Julio Ortega Frier y el Dr. Barney N. Morgan, profesor de la Facultad de Filosofía.

Peña Batlle resaltó “la importancia de la creación de la nueva institución cultural y los beneficiosos efectos que la misma traerá consigo en un inmediato porvenir para las relaciones amistosas que existen entre los dos pueblos”. Así como la cooperación entusiasta del presidente Trujillo. El embajador Butler “significó que toda tarea de acercamiento cultural había de comenzar por la enseñanza del idioma, y que a fomentarla debían encaminarse los mayores esfuerzos. Recordó también que instituciones similares a ésta existen en otros países donde se están recogiendo excelentes frutos”. Ofreció el apoyo de la embajada al nuevo centro de difusión cultural.

“Para dar mayor viabilidad al organismo que acababa de ser creado”, el rector Ortega Frier propuso la designación de una comisión de estatutos independiente del comité organizador, quedando constituida por John Andrew Hamilton, agregado cultural de la embajada norteamericana, Lic. Hernán Cruz Ayala y Dr. Barney N. Morgan. El comité organizador quedó integrado por el Dr. Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Gracita de Thomén, Lic. Julio F. Peynado, Dr. Rafael Díaz Niese, subsecretario de Educación y Bellas Artes, Lic. Temístocles Messina, Thomas Moore, Hermana Mary Phillip, Ricardo Molinari, Russel McKay, Walter Fox y George Greco.

La reseña de prensa consigna que “entre los asistentes hemos de destacar la presencia de los señores Pedro B. Purcell Peña, jefe de la división de Protocolo de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores y el doctor Marino Ariza, ayudante de la misma.” Con lo cual se reiteraba el carácter oficial, al más alto nivel, del encuentro fundacional y la necesidad de cuidar sus más mínimos detalles en materia protocolar.

Desde sus locales en la calle Mercedes frente al Parque Independencia –donde luego operó la JCE-, en la Pasteur esquina Santiago, pasando por la avenida Independencia con Pasteur y culminando con sus modernas instalaciones propias en la Abraham Lincoln -dotadas de edificios de aulas, facilidades administrativas y un complejo cultural-, el Domínico Americano ha brindado por espacio de casi 70 años un multifacético servicio a la educación de varias generaciones y a los intercambios culturales entre ambos pueblos.

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