Cerrando ciclos: reflexión para el fin de año
POR RAYDINA LORA VELEZ
Cuando se acerca el final de un año, muchos de nosotros nos encontramos en un espacio de reflexión. Es un momento propicio para mirar hacia atrás, evaluar lo vivido, y considerar cómo podemos cerrar los ciclos que hemos vivido. Cerrando ciclos, no solo nos despedimos de un año, sino que también nos preparamos para recibir lo nuevo.
La vida es un constante ciclo de comienzos y finales. Cada experiencia, ya sea positiva o negativa, nos ofrece lecciones valiosas. A menudo, nos aferramos a lo conocido por miedo a lo desconocido, pero el cierre de un ciclo es esencial para nuestro crecimiento personal. Reconocer lo que ya no nos sirve, ya sean relaciones, situaciones o hábitos, nos libera y nos permite abrir espacio para nuevas oportunidades.
La práctica de la gratitud es una estrategia poderosa al cerrar ciclos. Al tomar un momento para listar lo que hemos aprendido este año, podemos apreciar incluso los momentos más difíciles. Estos aprendizajes son los ladrillos que construyen nuestra resiliencia. Además, agradecer a las personas que han sido parte de nuestro viaje, nos ayuda a fortalecer lazos y a dejar atrás rencores.
Es importante también permitirnos sentir: duelo, alegría, tristeza o satisfacción; todas son emociones válidas. Hacer un ejercicio de escritura, donde expresamos nuestros pensamientos y sentimientos sobre el año que termina, puede ser liberador. Este proceso nos ayuda a ordenar nuestras ideas y a dejar ir lo que ya no necesitamos.
Finalmente, establecer intenciones para el nuevo año es fundamental. No se trata solo de hacer una lista de propósitos, sino de reflexionar sobre qué queremos manifestar en nuestras vidas. ¿Qué hábitos queremos cultivar? ¿Qué relaciones deseamos fomentar? ¿Qué sueños queremos perseguir? Al establecer intenciones claras, en lugar de solo metas, enfocamos nuestra energía en el proceso y en el viaje, no solo en el destino.
En conclusión, cerrar ciclos es un acto de amor propio y de responsabilidad hacia nosotros mismos. Nos permite despedirnos de lo que ya no nos sirve y abrazar lo que está por venir. Así que, al mirar hacia el final de este año, tómate un momento para reflexionar, agradecer y establecer tus intenciones. El nuevo año está a la vuelta de la esquina, lleno de posibilidades. ¡Bienvenido seas 2025!
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