A Radhamés Trujillo lo asesinaron en finca de los Buitrago
En el libro Los Nuevos
Jinetes de la cocaína, de Fabio Castillo, aparecen testimonios y documentos
oficiales del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica sobre las
operaciones del Cartel de Cali, de los
hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela. Pero al mismo tiempo la obra aporta datos sobre la muerte de Radhamés
Trujillo, el hijo menor del asesinado dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina. En su página 58 el libro resalta que las relaciones de Radhamés con dicho grupo comenzaron cuando él, identificàndose como un «industrial», expuso a los hombres del cartel Julio Jo y George López la idea de comprar, junto a un coterráneo suyo de nombre José Luis Gil, la compra de la comercializadora internacional de café Gilka S.A., con sede en Panamá, Miguel
Rodríguez aprobó la operación tras comprobar que podía empacar cocaína en las
bolsas selladas al vacío de 250 gramos de Café Gilka.
Las «exportaciones» se iniciaron con el mejor augurio
bajo los nombres de Taíno Cooffes y Food Imports, hasta el punto de que Rodríguez ordenó a uno de sus hombres, Iván Ortiz, que abriera forma de extenderlas a España y Rusia, para disminuir los índices de almacenamiento de drogas en los Estados Unidos, lo cual podría resultar en una grave pérdida para el cartel en caso
de ser incautadas.
Esta relación comercial
le permitió a Radhamés Trujillo pertenecer al cartel de Cali.
Todo marchaba bien
hasta que se apresó a Guillermo Pallomari, hombre de confianza de los Rodríguez
Orejuela, quien pasó a colaborar con la DEA.
La situación de
Trujillo entró en problemas cuando en uno de sus barcos, cedido al cartel de Cali para
transportar cocaína, los norteamericanos decomisaron 5 mil kilos de
cocaína envueltos en fundas de café Gilka. El libro Los
Nuevos Jinetes de la Cocaína revela que entretanto, Radhamés Trujillo, el venezolano que los había presentado al propietario
de la fábrica de café a George López y
otros asociados del cartel le anunció a Miguel Rodríguez Orejuela que
viajaría a Cali para aclarar su suerte
en el caso dada la detención y
colaboración de López con la justicia lo que eventualmente lo podría
comprometer como asociado del cartel. Miguel ordenó a sus guardaespaldas asesinar
a Trujillo y a todo el que lo acompañara tan pronto arribara a Cali.
Cuando Radhamés
Trujillo llegó con tres amigos a Cali el 14 de agosto del 1994 los tres hombres
de los Rodríguez, Guillermo León Restrepo, guardaespaldas de Miguel, Henry Gaviria, y Jorge Castillo los condujeron a una hacienda donde supuestamente se llevaría a cabo el
encuentro con Miguel Rodríguez. La finca, en la afueras de Cali era propiedad de Helmer Pacho Herrera Buitrago y
allí asesinaron a los venezolanos.
Miguel Rodríguez
Orejuela estaba dispuesto a no dejar más testigos de sus operaciones de
narcotráfico con llevaría a cabo el
encuentro con Miguel Rodríguez. La finca, en la afueras de Cali era propiedad de Helmer Pacho Herrera Buitrago y
allí asesinaron a los venezolanos.
Miguel Rodríguez
Orejuela estaba dispuesto a no dejar más testigos de sus operaciones de
narcotráfico con vida.
La familia Buitrago es
muy conocida en Cali y Helmer Pacho Herrera Buitrago está en la lista de las
agencias de inteligencia de los Estados Unidos figura como el número cuatro del
cartel de Cali como un experto en lavado
de dinero y el soborno.
Cuando los Rodríguez
Orejuela negociaron y se entregaron a la DEA Pacho Herrera Buitrago pasó a
dirigir el cartel.
Actualmente, guardan
prisión en la República Dominicana los hermanos Huber Oswaldo Buitrago Ruiz y
Ángel María Buitrago Vacca acusados de lavado de dinero y formar parte del
cartel de San Cristóbal donde operaba un
laboratorio para procesar cocaína y
heroína. En una caleta los oficiales y el personal de la policía
adscritos a la Dirección Central Anti narcóticos DICAN encontraron 225 kilos de
cocaína, prensadoras para preparar kilos, químicos, cintas y armas de fuego.
Los Buitrago de Cali y
los Buitrago presos en la República Dominicana son aves de un mismo nido cuya
experiencia es lavar dinero.
Las autoridades
dominicanas tienen que profundizar las investigaciones del caso de la finca de
San Cristóbal donde se presume que hay un almacén de caletas donde puede haber
de todo.
En poder de la fiscalía
de San Cristóbal hay una libreta incautada en la finca donde se registran
cantidades de drogas recibidas y entregadas con los nombres de los involucrados
en estas operaciones.
Los que están en la
lista deben ser llamados e interrogarlos.
Ya lo saben
Radhamés Trujillo fue
asesinado en una finca de Helmer Pacho Buitrago, en Cal