Saber perder es un acto de nobleza
A una semana de celebración de las elecciones presidenciales y congresuales del 19 de mayo, la suerte está echada y los resultados ya están definidos por amplio margen a favor de la reelección del presidente Luís Abinader y su Partido Revolucionario Moderno (PRM). Lo demás son químeras y sueños de tontos de políticos ilusos, que con sus fetiches y disquisiciones solo persiguen legitimar sus tormentos y sus insatisfacciones en el escenario político actual y en el futuro cercano.
Y esos jinetes de la ira, la inconformidad y la irracionalidad, parece que no se detendrán antes y después de la derrota electoral avisada que recibirán el domingo19, porque aún no han agotado su mundo de fantasía, no han sepultado sus ambiciones desmedidas, no quieren entender y agradecer lo tanto que este pueblo le ha dado, le ha facilitado todo, algunas veces, más allá de sus méritos ciudadanos y como entes políticos. Algunos, se ponen, pues, por encima de la dialéctica y de la propia conciencia humana.
Pretender ganar siempre, a las buenas o a las malas, a sabiendas de que es el tiempo de otros, es un acto innoble, de pensamiento y hechura emocional de pequeños liderazgos o de figuras moldeadas por la pasión, la inseguridad, el egoísmo y la pobreza espiritual. Aceptar y saber perder constituye un gran acto de nobleza interior, que solo se cultiva en mentes y almas grandes, como la de Job, Jacob, Lincoln, Churchill y Mandela.
Ahí se distingue el verdadero y trascendente liderazgo, del otro liderazgo, el de gelatina, del oportunismo, de la inmediatez y el aprovechamiento. Los verdaderos liderazgos, se forjan en las adversidades, en los caminos espinosos, en las luchas sin tregua y sin dobleces, en los peores escenarios, jamás en lo fácil, en el engaño o el arrebato.
Y es por ello, creo yo, que un líder sensato, talentoso y agradecido, nunca, nunca incitará a su pueblo a la violencia, el desacato, al odio y mucho menos a maldecir a su gente, a sus gobernantes o al escenario electoral adverso por el que le toca transitar ahora. Nunca lo haría, aunque le espere una contundente derrota, el ostracismo o la guillotina. Ni Saddam Hussein lo hizo.
Por lo tanto, pienso que es obra de necio pretender comer miel todo el tiempo y perseguir honores excesivos. También el procurar estar sentado indefinidamente en la mesa principal, en la catedral del honor y las lisonjas. Cada hombre político o nó sabe muy bien que su grandeza terrenal no es eterna, que su trascendencia un día termina, al igual que su propia vida.
Así de simple y sabio resulta la enseñanza bíblica, de que quien controla su lengua preserva su vida, y con su juicio equilibrado ayuda a formar al prójimo por el mejor camino.
Una gran mayoría del pueblo dominicano y los líderes de la oposición, saben desde el año pasado 2023, que el vencedor de la próxima contienda electoral lo será el presidente Abinader, y no menos de 28 senadores perremeistas. No habrá sorpresas de última hora, como ocurrió en los últimos 20 años, a partir de los comicios generales del 2004. Eso está claramente establecido desde hace meses, pero el que quiera seguir gritando, que lo haga para su desahogo o para complacer sus interminables egos. Punto.
qué es lo que escribe ese cerdo.
ese mensaje es para abinader, que al dÍa de hoy no ha reconocido la victoria de danilo del 2016.
…»y eso es un «mensaje claro directo» dirigido a la inocua, perversa oposición, que vive «gritando y gritando» sin parar, perdiendo ellos mas votos, puntos asi bajando aún mas ellos estrepitosamente y no hay forna de detener su caida muy abrupta» !!!…
…»y eso es un «mensaje claro directo» dirigido a ka inocua, perversa oposición, que vive «gritando y gritando» sin parar, oerduendo ellos mas votos, puntos asi bajando aun mas ellos estrepitosamente y no hay forna de detener su caida muy abrupta» !!!…
imponerse a la fuerza es un acto de tiguereza. veremos.
y de que fuerza hablas energumenos..osea que es obligado que vuelvan los depredadores del estado..tomate la pastilla