Comisión de la oposición se reúne con presidente de Haití

Este es el primer acercamiento entre las plataformas más radicales, que exigen la dimisión de Moïse, como condición indispensable para solucionar la crisis sociopolítica que atraviesa el país.

Pese a los llamados a diálogo y unión del gobernante, los partidos y plataformas hostiles, que ganaron fuerza este año con multitudinarias protestas antigubernamentales y la operación Peyi Lok, habían rechazado reunirse con el jefe de Estado.

No obstante, este lunes Michel André, portavoz del opositor Sector Democrático y Popular, y uno de los más feroces críticos del mandatario, negó que la plataforma Passarelle, representara la postura de los partidos contrarios.

Según el letrado, la estructura Passarelle ya no existe, y Moïse debió dirigirse con los grupos que sí firmaron el acuerdo.

Reiteró que la solución de la crisis requiere de la renuncia incondicional de Moïse, y la celebración de los juicios contra malversadores del tesoro público, así como la instauración de una administración provisional.

Desde inicios de noviembre, el país experimenta una tensa calma, luego de dos meses consecutivos de protestas antigubernamentales, que paralizaron las principales ciudades.

El pasado 2 de diciembre, muchas escuelas reabrieron sus puertas, y desde antes se reanudaron servicios como la transportación colectiva, administración pública y algunas empresas.

Las manifestaciones que sumaron a un amplio número de gremios, exigían un cambio del sistema profundamente desigual que desarrolló el país tras la caída de la dictadura en 1986, así como denunciaban la corrupción, impunidad e inmunidad en la pequeña nación.

A pesar de la presión popular, Moïse insistió en mantener su puesto y señaló que su renuncia sería ‘irresponsable’, al tiempo que se escudó en la Constitución como argumento legítimo para conservar su cargo.

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