Yo creo en tí, dominicano
Los dominicanos celebramos con orgullo el 175 aniversario de la Independencia Nacional. Todos somos hijos de un bello y radiante país, donde Dios mismo dibujó su arte en la naturaleza, para dejar definida su honorable existencia con la creación de nuestra isla caribeña.
En el día de su solemne nacimiento republicano, quiero llamar a sus mejores hombres y mujeres, quienes viven sedientos de una verdadera libertad. Somos nosotros, a quienes nos invaden diariamente el dolor y la incertidumbre, de vivir en un estado gubernamental fallido.
Esta sangre espesa y caribeña “de pura cepa”, que con los sonidos de tambores Taínos y Africanos, aclama justicia en las manos del pueblo. Hoy, regálale a nuestro país el firme deseo de libertad, emborráchate de patriotismo genuino y ama de corazón el futuro digno que todos merecemos.
Creo en ti dominicano y dominicana, para de una vez por todas, liberarnos de nuestros más grandes enemigos; la Corrupción, Inseguridad Ciudadana, Sobrepoblación ilegal de inmigrantes (Todos los países), Narcotráfico, y el peor de todos, la conformidad de los buenos y honestos dominicanos.
Creo en ti dominicano, hoy tenemos la oportunidad de dejarle saber al mundo que ya en la República Dominicana, un pica pollo y setecientos pesos o ni todo el dinero del mundo serán suficientes para comprar nuestro derechos civiles y amor por nuestro país. Es hora de que tú, que yo y que todos los dominicanos seamos responsables de decidir libremente y con inteligencia la dirección del destino político de nuestro país.
Dolientes de esta patria caribeña, no le vamos a dar el destino y futuro del país a los mismos ladrones políticos que desde el año 1996 hasta hoy, no has resuelto ninguno de los problemas básicos de nuestra sociedad. Peor aún, ellos son los auspiciadores, creadores y promotores de los grandes problemas sociales, económicos y políticos en nuestro país. No más, es hora que asumamos todos nuestra responsabilidad ciudadana y luchar al frente por el presente que nos merecemos.
El poder está en las manos de quien lucha y lo reclama, dominicano yo creo más que nunca en ti, regala a nuestra patria el derecho de vivir en una tierra libre, soberana e independiente. Dios que siempre será primero, Patria que es lugar donde nos da el derecho de ser llamados en el mundo entero como Dominicanos, Libertad porque ya es hora de que el país más bello del mundo, tenga un gobierno, por y para el pueblo, como los soñó Duarte, Manolo, Caamaño, Bosch, Peña y otros grandes que amaron sinceramente estos 48,730 km2 que limitan el país.
A ti Dominicano, que lees este artículo, toma en tus manos el presente de nuestra madre patria y ejerce tu voluntad con la hambre y necesidad de poder salir a las calles sin temor de nuestros compatriotas, que roban, matan y atracan, no por placer, sino por necesidad en su mayoría.
Yo conozco del dominicano trabajador, honrado, luchador, entregado por el futuro de sus hijos y familiares. El que goza de un triunfo en la pelota, que baila y canta un buen merengue, bachata, salsa o “dembow”. Come arroz con habichuelas todos los días aunque sea vacío. El dominicano que sonríe con el alma y le da sabor al que lo rodea. Ese dominicano eres ¡tú!
Los gobiernos corruptos han malogrado y asesinado la juventud dominicana, apuestan a que la mayoría de nosotros no participe en las elecciones y pretenden mantener su régimen de mafiosos para siempre y de esta forma mantener una fantasía de democracia. Ellos son promotores de la ignorancia, las drogas, la corrupción que infecta a todos los niveles del estado y la manipulación de los medios de comunicación.
Dominicano, yo firmemente creo en ti, es prioridad salvar el estado de emergencia que se encuentra la sociedad. Ser doliente de tu madre patria, está de moda y se tú el instrumento que lleve el cambio que necesita la patria Dominicana, conspiramos juntos un Grito de Capotillo del nuevo siglo, y nos sublevamos por un nuevo 30 de Mayo, ajusticiaremos la corrupción, donde esta vez, la lucha independentista, descansa en nuestra acciones para afirmar que salvaremos incondicionalmente nuestra patria.