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Tropel de la delincuencia en Haití (OPINION)
“Al parecer todo estaba en orden, la gente caminaba en medio de la multitud rumbo a su trabajo, estudiantes se desplazaban solos y acompañados, amas de casas realizaban sus quehaceres cotidianos en sus moradas, de repente, comenzó el desorden cuando una persona portando una capucha verde oliva surgió de la nada y en medio del tropel, sorprendió a un policía, lo agarró por la espalda y con el sostén de un tercero extrajo el arma que portaba en su cintura, comenzó a disparar al aire, hasta que cambió el método para descargar la pistola marca Bersa TPR45C Pavón, de repente, las actuaciones del individuo fueron reforzadas por otros cuatro sujetos que surgieron de la nada, después de pintar con sangre el pavimento, los vándalos abandonaron el lugar, la multitud, de nuevo comenzó a movilizarse en medio del desorden y del ruido que detuvo de sorpresa la tranquilidad de los transeúntes”.
–“Volvio el dolor a Haití”- argumentan en los corrillos del pueblo, integrantes de bandas enardecidas que armados hasta los dientes se anteponen a la tranquilidad con propósitos definidos, enfrentan visitantes, turistas, transportistas y hasta militares extranjeros, designados por otros países para ayudar a que vuelva la paz y la tranquilidad en medio de los enfrentamientos y el desasosiego encarnados en los quehaceres cotidianos de las pandillas.
-“El asesinato del presidente Jovenel Morse, fue el principio y tendra un final”-, ese final se enmarca en las violaciones a las lineas fronterizas que convergen entre Haiti y Republica Dominicana, consideran entendidos en materia politica. La violencia no terminará en la media isla, hasta tanto se cumpla el único objetivo de las bandas compuestas por pandilleros que argumentan sus propósitos sin desmayo y aprioris de las demandas del ciudadano para que impere la estabilidad.
Si nos remontamos a la historia, hay que colegir que la violencia, las toctiticidades y el advenimiento de la delincuencia en Haití datan de muchos años, por no basar nuestros argumentos en tiempos inmemoriales, esta media isla con 11 millones de habitantes se ha convertido una nación donde impera el desasosiego, atraviesa una rampante corrupción, empoderada por la iniquidad, la pobreza extrema y las calamidades que le han dejado cuantiosas catástrofes naturales, una mezcolanza provocativa de múltiples levantamientos populares, entre las que debemos poner en el paredón las diatribas de la inseguridad que deja secuelas de secuestros a cualquier hora del día o la noche.
Haiti tiene su historia y no es la mas agradable, por ejemplo, en 1804, esclavos liderados por el general Toussaint Louverture, provocaron una revuelta e independizaron a esta nacion hasta convertirla en la primera de toda America Latina y el Caribe, con la unica finalidad de poner termino a la esclavitud, aun asi sus intenciones no fueron superadas a corto o mediano plazo, la isla, hoy devastada por el pandillerismo, debio esperar mas de 100 años en medio de una acrecentada inestabilidad política y el pago de una onerosa indemnización a Francia, pais que debe y esta obligado a convertirse en la supremacía para ayudar a superar sus problemas.
Aunque todos los países del mundo tienen su historia nefasta, Haití no supera la infamia de sus cavilaciones, de acuerdo con algunos reductos de la historia, en la primera mitad del siglo XX la isla fue el escenario de una ocupación militar, auspiciada por Estados Unidos (1915-1934); sin embargo, la violencia siguió por sus fueros y rindiendo frutos negativos, visto que en los años 1957-1986, Duvalier François (Padre, apodado ‘Papa Doc’) y Jean-Claude, ‘Baby Doc’ (Hijo), se convirtieron en los tiranos, sembraron el terror en la isla, desfalcaron el Estado y a través de grupos paramilitares, los tristemente célebres ‘Tonton Macoute’ secuestraron, torturaron, mataron y desaparecieron a 60 mil personas de la oposición. Hoy, el país vive los desafueros de la antidemocracia asistida acremente por el vandalismo, soportado por clases de poder en Haití.
En 1986 el país siguió marcado por sus pautas negativas mediante una insurrección encabezada por la opresión y las élites haitianas con el derrocamiento de Jean Claude Duvalier, el cual debió pedir auxilio a Francia para que le permitiera recibirlo en dicho país como un exiliado político, la iniciativa no contribuye en lo absoluto a buscarle salidas a los problemas cónsonos de la isla.
Cuatro años después (1990), en Haití se pone de manifiesto, lo que se podría definir como una “fallida democracia”, que dio al traste, por unos años, con el poder dirigido por militares, quienes en retahíla propinaron varios golpes de Estado; y a través del “voto democratico” escogieron como presidente a Jean-Bertrand Aristide, pero su estadía en el palacio de gobierno no fue duradera, Aristide comenzó bien hasta el 7 de febrero de 1991, ya que fue víctima de un nuevo golpe militar buscando ser exiliado en Venezuela y más tarde en Washington. Con el apoyo de USA, a través de 20,000 soldados, Aristide en 1994, es entonces cuando el expresidente concede a Estados Unidos privatizar las telecomunicaciones.
Con el paso de los años, el crimen organizado y los hartazgos de la miseria siguen su curso estremecedor, ya que en 1995, Aristide le traspasó el poder a René Préval, quien gobernó cinco años sin sobresaltos hasta que en el 2000 vuelve y le entrega a Aristide, padeciendo este las inclemencias del pueblo haitianos porque la inestabilidad política, la corrupción, el crimen y la miseria siguieron su repunte, hasta forzarlo a un nuevo exilio en 2004.
En Haití no hay sustento, sus habitantes no disponen de tranquilidad ni siquiera para alimentarse con el poco dinero que producen en un país fallido, escaso de participación en lo que tiene que ver con el superávit de su economía, es todo lo contrario, la criminalidad es permanente en las calles de Haití, con el imperativo de las protestas, violencia y arbitrariedad, visto que el crimen se incrementa bajo el secuestro de pandillas organizadas. Haití necesita un padrino que lo rescate. Este país debe recomponerse.
jpm-am
los articulistas se inmiscuyen tanto en los problemas de Haiti, cuando Haiti en todos los anos que han pasado peleando, no a sonado un tiro del lado dominicano. Es que tu no crees, que eso que están haciendo ustedes con el problema haitiano, no es una falta de respeto a la soberania del pueblo haitiano?
El solo dice verdades, realidades que muchísimos desconocen. La mayoría que responden al que opina por este medio, siempre lo hacen ofensivamente, aun, cuando no saben interpretar el artículo. Debes saber, Haití y su historia frente a República Dominicana es muy vieja y traumática; nos enseña como fuimos cruelmente maltratados por el régimen implantado cuando nos invadieron. Lees nuestra historia y verás que él no inventa nada y por el contrario educa, reseña algo muy importante toda vez que hace una fotografía del vecino que nos crea tantos gastos de recursos, impidiendo que muchísimos dominicanos accedan a servicios que ya… Leer mas »
Claudio. Lamentablemente, tu colocas a la RD. en un lapso histórico que no existía ni pudo haber existido, de ahi tu error de aceptar las tergiversaciones históricas como algo verdadero. Claudio, Haiti no invadió a RD. En que ano nació el ideólogo, de formar una Rep. con el nombre de RD?
Gracias Luis por ser uno mis seguidores, la historia está ahí, nadie la puede cambiar.