NUEVA YORK.- Decenas de activistas sociales, políticos, gestores culturales y religiosos pidieron que el Desfile Dominicano de este año sea dedicado a los inmigrantes y a la defensa de sus derechos como trabajadores y seres humanos, al margen de su estatus migratorio.
En una carta, los reclamantes instaron a Cristina Contreras, presidenta del Desfile, y demás directivos de ese evento, a que «dejen escuchar sus voces contra las redadas y deportaciones arbitrarias que afectan a millares de indocumentados».
«Urge la más enérgica condena contra esta política migratoria que implementa la administración de Donald Trump, que es, además, causa primaria de la ruptura y dolorosa separación que sufren decenas de miles de familias», señalan.
Agregan que «este trágico momento que vivimos obliga a poner en movimiento la nobleza y la voluntad solidaria humana a favor de los más desprotegidos y de quienes viven en la sombra dominado por el miedo».
«Son millones de familias inmigrantes, incluidas dominicanas, las que están sometidas a una política oficial de negación de derechos esenciales que les roba la paz y la tranquilidad y les someten a vivir bajo un estado de desasosiego y miedo propio de un régimen dictatorial e impropio, por tanto, de una sociedad democrática», añaden.
Alegan que «en su delirio de deportar un millón de inmigrantes por año, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) opera hoy bajo la directriz de apresar a 7 mil indocumentados cada día».
«Cónsono con este proposito, es la decisión de la administración Trump de ordenar ampliar y masificar las redadas en ciudades santuarios como New York, Los Ángeles y Chicago, recurriendo, incluso, a tropas de la Guardia Nacional», dicen.
Advierten que «de esto ocurrir, afectará seriamente a la comunidad dominicana, dado que sólo en la ciudad de Nueva York reside más de un millón de dominicanos con estatus legal y otros 250 bajo condición migratoria irregular».
«Como parte sustantiva de este plan, en la ‘gran y hermosa ley’ presupuestaria firmada el pasado 4 de julio se consignaron 76,500 millones de dólares para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esto es, casi 10 veces el presupuesto previo para dicha agencia», explican .
SANTO DOMINGO.- La embajada de Estados Unidos en República Dominicana desmintió un rumor sobre una supuesta orden firmada por el presidente Donald Trump que prohíbe la entrada a ese país a residentes legales que viajen al extranjero.
«Eso es falso. Los residentes permanentes conservan los mismos derechos de siempre para entrar y salir del país», publicó la legación.
Instó a evitar la difusión de rumores y a mantenerse informados «únicamente» a través de fuentes oficiales, como «Migración USA Oficial», la cual comparte información actualizada sobre las políticas y acciones de Washington para poner fin a la inmigración ilegal.
Santo Domingo, 8 ago (EFE).- La gasolina, el diésel y el gas propano mantendrán sus precios en la semana del 9 al 15 de agosto, informó este viernes el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), que señaló que el Gobierno destinó un subsidio de 243.1 millones de pesos para evitar alzas en los carburantes durante ese periodo.
La gasolina prémium seguirá vendiéndose a 290.10 pesos por galón, la regular a 272.50 pesos, el diésel o gasóleo óptimo a 242.10 pesos por galón y el regular a 224.80 pesos.
También mantendrá su precio el gas licuado de petróleo (GLP), que seguirá a 137.20 pesos por galón, al igual que el gas natural, que continuará a 43.97 pesos el metro cúbico.
En tanto, el avtur se venderá 187.58 por galón, es decir, 5.67 pesos menos que esta semana; y el keroseno a 218.50 por galón, lo que representa una disminución de 6.40 pesos, de acuerdo con el MICM.
Por último, la cartera informó de que el fueloil #6 bajará 4 pesos y llegará al público a 159 pesos, mientras que el fueloil 1%S se despachará a 170.56 por galón, una reducción de 3.69 pesos con relación a esta semana. EFE
NUEVA YORK.- El alcalde Eric Adams resaltó su cercanía con la comunidad dominicana durante la antesala de la 43.ª edición del Desfile Nacional del Día de la República Dominicana en la ciudad de Nueva York, que se celebrará el próximo domingo 10 de agosto
En la actividad realizada en su residencia oficial, Adams destacó el rol fundamental de los dominicanos en la vida de la ciudad. «Esta comunidad, su vitalidad, su energía, la veo en mi equipo, en nuestras calles y en cada rincón donde hay esfuerzo, trabajo y orgullo», expresó.
Reiteró así su aprecio por los dominicanos en Nueva York. «Nací en Alabama, pero soy un bebé dominicano», afirmó Adams durante su discurso.
DOMINICANOS DESTACADOS
Asimismo, subrayó los logros de los dominicanos en la administración pública y los cuerpos de seguridad. Entre ellos, mencionó a Ana Almánzar, la primera vicealcaldesa de origen dominicano en la historia de la ciudad, y a la inspectora Mary King, quien próximamente se convertirá en jefa del Departamento de Policía de Nueva York.
«Nuestros números han crecido en el NYPD, y cuando la Asociación de Oficiales Dominicanos organiza un evento, hay más de mil personas presentes. Están aportando carácter y compromiso a la seguridad de esta ciudad», indicó.
Con respecto al desfile, Adams se comprometió a gestionar que, en futuras ediciones, sea realizado en la icónica Quinta Avenida de Manhattan. «Contribuyen demasiado a esta ciudad como para no estar en la Quinta Avenida. Vamos a hacer que eso suceda», aseguró.
También resaltó la importancia de los pequeños negocios dominicanos, mencionando específicamente a la Asociación Nacional de Supermercados y la Asociación de Bodegas Unidas. «Les debemos mucho. Ustedes han sido columna vertebral del comercio local», afirmó.
RENOCIMIENTOS
Durante la actividad, Adams reconoció a los dominicanos María Cury, doctora Dennis Núñez y Robinson Iglesias, así como al programa de radio El Vacilón de la Mañana, que conducen Aneudy Reynoso (DJ Aneudy), Scarlet Molina y Frederick Martínez «El Pachá».
RECUERDA VICTIMAS JET SET
Asimismo, el edil pidió un momento de silencio en memoria de las víctimas de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo. «Nuestros corazones siempre estarán con ustedes. Hay preguntas para las que no tenemos respuestas, pero debemos aprender a confiar en Dios», expresó.
SANTO DOMINGO.- El gobierno de República Dominicana informó que deporta un promedio de 30.000 haitianos por mes desde que endureció su ya implacable política migratoria en octubre pasado.
La Dirección General de Migración (DGM) informó que en julio expulsó a 31.462 migrantes hacia Haití, el país más pobre de la región y desde hace unos años azotado por la violencia de las pandillas.
Esta cifra aumenta a 215.463 el total de haitianos devueltos a su país por las autoridades dominicanas en lo que va de año.
La DGM mantiene un promedio de más de 30.000 deportaciones de haitianos mensuales, «resultado de una política operativa que prioriza la cobertura nacional y la respuesta eficaz ante la migración irregular», destacó la institución en un comunicado.
El gobierno dominicano endureció en octubre pasado su política migratoria, con más redadas y la meta de 10.000 deportaciones semanales. La DGM informó hace unos días que entre octubre de 2024 y julio fueron deportados más de 300.000 haitianos.
REDADAS EN MATERNIDADES
Además, en abril de este año, el presidente Luis Abinader dio a conocer una serie de 15 medidas para hacer frente a la inmigración haitiana, entre estas un protocolo polémico para exigir identificación y prueba domiciliaria a los haitianos que acuden a los hospitales, lo que ha derivado en la deportación de decenas de parturientas y embarazadas.
Las medidas se ejecutan pese a los llamamientos de organismos internacionales y organizaciones de evitar las expulsiones ante la crisis multidimensional y la extrema violencia en Haití que solo el año pasado causó más de 5.600 muertes.
«Recomendamos a los inmigrantes irregulares que están aquí en República Dominicana que salgan voluntariamente a su país», dijo el director de la DGM, Luis Lee Ballester, que además amenazó con aumentar las redadas, que abarcan incluso maternidades en la búsqueda de indocumentadas embarazadas o que recién dieron a luz.
La promulgación reciente del nuevo Código Penal por el presidente Luis Abinader marca, sin duda, una línea divisoria en la historia jurídica dominicana. Luego de 141 años rigiéndonos por un texto tan antiguo, el país necesitaba una reforma profunda, no sólo para adecuar la tipificación penal a los desafíos del presente, sino también para lograr mayor eficacia en la persecución del delito, enfrentar la impunidad estructural y garantizar el respeto a los derechos fundamentales.
Sin embargo, la modernización normativa que se celebra, si bien debemos reconocer los avances logrados, está lejos de ofrecer un instrumento jurídico plenamente coherente, democrático y garantista.
Desde hace más de una década he sostenido, tanto en columnas como en entrevistas públicas, que el país no podía seguir criminalizando el presente con un Código Penal del siglo XIX. El marco legal anterior resultaba inoperante ante fenómenos como el sicariato, la criminalidad tecnológica, la violencia de género, la corrupción administrativa compleja, la agresión sexual intrafamiliar o la discriminación y el odio por razones de orientación sexual o identidad de género. La incorporación de más de 70 nuevas figuras delictivas ciertamente representa un avance necesario, pero no suficiente.
Problemas que presenta el nuevo código
El problema no era solo técnico: el viejo Código Penal arrastraba una visión autoritaria y punitivista que chocaba con los valores constitucionales reflejados en la Constitución de 2010 y con los compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Reformarlo era una exigencia democrática, pero también una oportunidad para construir un orden jurídico más justo, igualitario y respetuoso de la dignidad humana. Esa oportunidad, lamentablemente, ha sido parcialmente desperdiciada.
El texto promulgado por el Ejecutivo mantiene profundas debilidades estructurales. Su principal déficit es la exclusión expresa de las causales del aborto, a pesar de que más del 70 % de la población, según diversas encuestas, favorece al menos su despenalización en casos de riesgo vital para la mujer, inviabilidad fetal o embarazo por violación o incesto.
Penalizar a los médicos, enfermeras o víctimas en esas circunstancias no solo es una crueldad jurídica, sino una traición al principio de dignidad humana consagrado en el artículo 38 de nuestra Constitución. No hay modernización posible si el derecho penal se sigue utilizando para someter moralmente a las mujeres.
Otra de las falencias que he denunciado reiteradamente es la definición restrictiva del feminicidio. El nuevo código lo tipifica, pero con criterios tan limitados que muchas muertes violentas de mujeres no encajan en el tipo penal, con la consecuente impunidad que ello genera.
Además, se disuelve la especificidad de la violencia de género al equipararla con cualquier situación de “relación sentimental”, desdibujando así su raíz estructural. Este tipo de lenguaje jurídico sólo reproduce los sesgos que el Estado está obligado a combatir.
Desde una perspectiva académica, es preocupante también la forma en que el nuevo código estructura la prescripción de los delitos sexuales. En lugar de avanzar hacia su imprescriptibilidad -como reclaman los estándares internacionales en materia de protección a la niñez y las víctimas de violencia sexual, aunque tengo mis reservas al respecto, debido a que la Constitución permite la ampliación del plazo de prescripción, no así la imprescriptibilidad-, se mantienen plazos rígidos que perpetúan la impunidad.
Igualmente, la exclusión de la orientación sexual e identidad de género como categorías protegidas en los delitos de odio muestra una desconexión lamentable con el principio de igualdad ante la ley.
En el plano institucional, hemos advertido con preocupación que el nuevo código exime de responsabilidad penal a entidades como el Estado, los ayuntamientos, los partidos políticos y las iglesias, entre otras entidades, trasladando toda la carga punitiva exclusivamente sobre individuos.
Esto contradice las exigencias contemporáneas de responsabilidad penal corporativa, cuya expansión punitiva ha sido abarcada -positivamente- en el nuevo digesto punitivo, y compromete seriamente la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Avances importantes en el nuevo código
Sin embargo, sería un error absoluto desechar el conjunto. El nuevo código tiene avances relevantes: establece penas más severas para los delitos de corrupción, introduce la figura del cúmulo de penas hasta 60 años -lo que nos hace retroceder cuando las dogmática penal moderno y las Constituciones apuestan a la reeducación y reinserción social del penado, cosa que no sería posible en el nuevo esquema-, endurece el castigo al abuso infantil, equipara la responsabilidad del autor intelectual a la del autor material y contempla mecanismos como el registro de agresores sexuales o medidas de vigilancia postpenitenciaria. Pero todo esto debe estar al servicio de una justicia penal garantista, no de una cruzada moralizante o de una persecución simbólica.
La reforma debe ampliar derechos, no reducirlos
La reforma penal que el país merece no es la que solo endurece penas, sino la que amplía derechos, democratiza el acceso a la justicia y protege efectivamente a los más vulnerables. Una verdadera modernización jurídica no puede hacerse desde el cálculo político o la sumisión a grupos conservadores, sino desde el compromiso con la Constitución, la ciencia penal y la ética republicana.
De lo contrario, estaremos sustituyendo un código ciertamente anacrónico por otro ideológicamente regresivo, con lo cual, como he sostenido en otras oportunidades, tenemos un nuevo código, pero no necesariamente moderno, sino que nació revejido, porque envejeció prematuramente.
El nuevo código, avanzado, pero imperfecto. Puede ser perfeccionado
Lo que hoy tenemos es un avance, pero imperfecto, que exige observación crítica, revisión legislativa y, sobre todo, movilización ciudadana para que los vacíos normativos no se traduzcan en nuevas injusticias. El reto ahora es construir, desde la democracia, un derecho penal que no castigue selectivamente, sino que proteja con equidad.
Tenemos un año de vacación legal para la puesta en marcha del nuevo código. Después de más de veinte y cinco años de discusiones para que naciera este parto penal, espero que sea aprovechado para darle mayor coherencia fundamentalista, técnica, normativa y ética y rodear su contenido de los consensos que lo hacen legítimo.
Es una gran oportunidad, pues, no solo para que todos conozcamos su contenido y estemos en condiciones de no poder alegar un error invencible -figura nueva como causa de inimputabilidad- a partir de su entrada en vigor, sino para que se logren los consensos y los ajustes necesarios para que tengamos un verdadero Código Penal moderno en su contenido, no en la promoción de este.
<<Cuando ni los tuyos te defienden, el silencio se convierte en ruido>>.
Esta frase resume la visión que tengo, como analista, sobre la comunicación del gobierno.
Con ello explicaré que, tanto en política como en teología, la apología no es propaganda ni adulación, sino una defensa racional y articulada de principios, acciones y liderazgos.
La apología es el ejercicio de argumentar en favor de una causa, con el propósito de otorgarle sentido, legitimidad y proyección.
En el ámbito religioso, consiste en defender la fe; y en el terreno gubernamental, en responder con fundamento ante la crítica, la acusación o el intento de desprestigiar las acciones públicas.
En el gobierno del presidente Luis Abinader sorprende la escasez de voces que asuman, con claridad, el rol de explicar y defender su gestión.
Silencio
Aunque su administración avanza en áreas claves, lo hace en un silencio que debilita su relato. “Quien no cuenta su historia, permite que otros la re-escriban”, advierte Antoni Gutiérrez-Rubí.
Aunque muchos insisten en que ese silencio obedece a una estrategia deliberada del propio presidente, sigo considerando que en ello radica una de las principales debilidades de la gestión.
A diferencia de otros presidentes latinoamericanos, Abinader ha optado por un estilo sobrio, técnico y moderado. No polariza, no dramatiza ni impone un relato épico. Sin embargo, esta virtud se convierte en debilidad cuando no hay quien la explique.
El presidente no debería ser su único vocero. En palabras de Mario Riorda, “la comunicación política no puede descansar solo en la figura del líder; necesita estructura, relato, institucionalidad”. Pero aquí, ni la estructura comunica ni el relato emociona. Y en política, sin emoción no hay memoria.
Esta situación contrasta con líderes que han asumido el rol de apologistas personales: AMLO lo hizo mientras gobernó, Trump y Bukele. Ellos concentran el relato, marcan la agenda y se relacionan directamente con el pueblo. No delegan el mensaje; lo monopolizan. La diferencia con Abinader es dramática: mientras aquellos construyen identidad, aquí se diluye.
El resultado es una gestión que funciona, pero que no inspira. Una presidencia que gobierna, pero que no lidera simbólicamente. “El poder que no se comunica, se pierde”, sentencia Joseph Nye.
Luis Abinader
Que el presidente hable y se exponga no es un error en sí mismo; el error es hacerlo sin respaldo narrativo.
En comunicación estratégica, la sobreexposición sin contrapeso es sinónimo de vulnerabilidad. El líder que habla todos los días y siempre está solo, se desgasta. Se convierte en blanco fácil. Y lo que ayer fue cercanía, hoy puede parecer desesperación. “El líder sin coro se vuelve eco de sí mismo”, escribió Noelle-Neumann. Sin apologistas, el poder se vuelve frágil. Sin relato, se vuelve invisible.
En gobiernos anteriores, el discurso tenía voceros naturales y estructuras apologéticas visibles. Balaguer proyectaba su visión a través de medios alineados y un estilo doctrinario.
Leonel Fernández construyó una narrativa globalista y modernizadora que fue ampliamente replicada. Danilo Medina consolidó un relato de cercanía y eficiencia que contó con repetidores disciplinados.
Hoy, Abinader no tiene ni coro ni aparenta estrategia. Ni siquiera los ministros defienden sus logros. La línea narrativa está rota. Lo que se comunica es coyuntural, reactivo, desorganizado.
En esta semana han lanzado todos tipos de ataques al presidente y al gobierno por el caso haitiano, la justicia, el código, SeNaSa, etc..
¿Y quien lo defendió?
Los expertos coinciden en que la centralización del mensaje puede ser útil, pero nunca suficiente. Bukele lo demuestra: controla el relato, pero ha construido una iconografía y un lenguaje político reconocible.
En cambio, con el presidente no se han generado símbolos ni mitos. No tiene eslogan, no tiene épica, no tiene emoción. “La política es también una pedagogía del alma colectiva”, dice el politólogo argentino Eduardo Fidanza.
Pero aquí nadie enseña. Nadie explica por qué este gobierno merece continuidad o defensa.
Este modelo, sin embargo, no es exclusivo de República Dominicana. En Brasil, Jair Bolsonaro utilizó las redes sociales para establecer un relato diario contra el “sistema”.
En Colombia, Gustavo Petro ocupa su cuenta de X como despacho ideológico. En Ucrania, Zelenskyy se convirtió en símbolo de resistencia gracias a su narrativa heroica. Todos entendieron que el presidente no solo gobierna: representa. Y quien representa, comunica con símbolos. Abinader gobierna, pero no simboliza. Eso es un problema de ausencia.
El problema no es solo de comunicación, sino de legado. Sin apologistas, no hay sucesores. Sin sucesores, no hay continuidad. Y sin continuidad, toda buena gestión queda en el aire.
Logros
Este ha sido un gobierno que ha mantenido la estabilidad macroeconómica, ha fortalecido los programas sociales con Supérate y programas de desarrollo barriales y provinciales, Inapa, la Caasd, carreteras, ha sostenido los subsidios a los combustibles y a la electricidad, ha conservado una calificación de riesgo favorable, según Moody’s.
Ha desarrollado una infinidad de pequeñas y medianas obras en toda la geografía nacional: el monorriel, el teleférico, la ampliación del tren, la reparación y construcción de miles de aulas, titulación, además de aumentos salariales reiterados a militares, policías, médicos, profesores, personal consular y la apertura de oficinas de servicios en el exterior.
Ha enfrentado desafíos con decencia, respetando la institucionalidad, bajo la delincuencia y realizado una de las defensas más firmes de la soberanía nacional en décadas.
También ha ejecutado la mayor inversión histórica en el sur profundo y fronterizo, una región olvidada por generaciones.
Sin embargo, aún con esos logros, el relato no ha acompañado a la gestión.
Faltaría resaltar claramente más realización como la transformación digital del Estado, y los programas de Indotel, la recuperación récord del turismo con más de 10 millones de visitantes, y el liderazgo internacional que ha asumido el país.
Como advirtió el sociólogo Manuel Castells: “la política no es solo lo que se hace, es lo que se dice que se hace”. Y aquí se dice poco.
Cacarear
La gallina, tras poner el huevo, no se calla: cacarea… cacarea. Porque no basta con hacer; también hay que comunicar con convicción, narrativa y constancia.
Además, la falta de defensores públicos permite que los adversarios impongan su narrativa. El PLD, con todos sus errores, ha logrado recuperar parte del discurso público por una razón clara: habla. Tiene voceros, portavoces, intelectuales orgánicos y un discurso militante. La Fuerza del Pueblo, ha logrado en múltiples ocasiones arrastrar el discurso político a su territorio, oscureciendo la obra de gobierno.
El PRM, por el contrario, ha sido incapaz de formar cuadros retóricos. Ha ganado elecciones, pero ha perdido la batalla de las ideas. Un partido que no forma apologistas está condenado a ser una coyuntura, no un proyecto histórico.
Este vacío se expresa también en el Congreso, donde la defensa al Ejecutivo es torpe o inexistente, sin violar la independencia de los poderes.
En los medios, ningún periodista o analista, se ha erigido como defensor ideológico del proyecto del Gobierno-Abinader, —como existían anteriormente—. Y “se gastan millones en publicidad supuestamente”. Y no por falta de argumentos, sino por ausencia de voluntad y método. “La narrativa política es una arquitectura del consenso”, recuerda el catalán Gutiérrez-Rubí. Sin arquitectos del relato, el edificio institucional se sostiene, pero no se habita.
El gobierno está presente, pero no es vivido como proyecto.
Y si bien Abinader ha querido mantenerse al margen de la polarización, su silencio ha sido interpretado como indiferencia.
En tiempos de crisis social, emocional y simbólica, la neutralidad no emociona. El pueblo no busca tecnócratas: busca sentido.
“La emoción es la puerta de entrada de la razón”, diría Martha Nussbaum. Sin esa puerta, la ciudadanía no entra a la casa de gobierno. Y si no entra, no habita ni defiende.
Al final, gobernar no es suficiente. Se necesita persuadir. Se necesita inspirar. Y se necesita gente que crea tanto en el proyecto, que esté dispuesta a defenderlo en las plazas, en los medios, en las calles, en los púlpitos y en las aulas.
Eso es la apologética política. Y eso es lo que este gobierno no ha construido.
No es un problema de imagen, es un problema de visión. Porque cuando el presidente habla solo, el poder se vuelve monólogo. Y la historia, como la política, se escribe entre voces, no entre silencios.
La gran paradoja del gobierno de Abinader es esta: ha hecho más de lo que dice, y que gobiernos pasados pero su silencio lo traiciona.
Ha actuado con integridad, pero ha renunciado a la narrativa. La menor preocupación hoy por hoy según las encuestas es la corrupción pública. ¿Y quién lo dice!
En la política contemporánea, eso es como escribir sin firmar. Gobernar sin defender. Y caminar sin dejar huella.
Los hechos importan, sí. Pero en democracia, los hechos solo pesan cuando alguien los narra con convicción, verdad y pasión.
Hoy, en el país, nadie lo está narrando, por èl. Es tiempo ya presidente.
¡Por fin se aprobó y promulgó el nuevo Código Penal! ¡Uf! Más de 25 años dando vueltas en el Congreso, ya va, ya viene, ya se aprueba, ya se desaprueba. ¡Un parto doloroso el Código Penal!
Un tanto indignado el día de su aprobación escribí: “Con la aprobación del nuevo Código Penal, los sectores más conservadores vuelven a ganarle la partida a los más progresistas y liberales, lo cual es una constante histórica desde la fundación de la República”, en 1844.
Como es bien sabido, soy partidario del aborto, con o sin las tres causales. Creo que abortar es un derecho de la mujer, que ellas deben decidir cuándo tener los hijos, planificar, junto a su pareja del momento, su prole, que ningún hombre, no importa su vínculo o parentesco, puede imponerle los hijos, que, al final, terminan recayendo sobre sus hombros la responsabilidad de alimentarlos, educarlos y mantenerlos saludables.
También he dicho, reiteradamente, que, si los hombres parieran, la discusión sobre el aborto no existiría, que la mayoría de los hombres que rabiosamente se oponen al aborto no son más que macarras de la moral, abortistas coyunturales.
También dije, en un artículo reciente, que el proyecto del Código Penal, al no tener los votos suficientes en el Congreso para su aprobación, había que ser pragmático y aprobarlo sin las tres causales, quitándole así la excusa a los macarras de la moral y de la política.
Finalmente, la cámara de diputados y de senadores aprobaron el Código. (¡Una vergüenza!) pero bien. Era el Código posible en las circunstancias actuales. El nuevo Código es un avance. Espero que no se presenten recursos de inconstitucionalidad, y que, durante el año de vacaciones de la ley, se corrijan los errores y omisiones que se pudieron cometer con la premura. Ojalá, de igual forma, que se discuta, nuevamente, el tema del aborto.
Por fortuna, de las tres causales fue aprobada. El artículo 111 del Código permite la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre está en peligro. ¡Bien! Solo quedan dos, de las tres causales. Significa que avanzamos un peldaño. Los médicos quedan protegidos, al igual que la mujer cuando su vida puede perderse por un embarazo inviable. Resta por discutir y aprobar cuando el embarazo es fruto de una violación o de un incesto.
Obligar a una mujer a parir un hijo resultado de una violación, es un crimen; obligar a una mujer a tener un hijo fruto de un embarazo de un padre, abuelo, hermano, etc., también es un crimen, una aberración. Hay que tener una mentalidad medieval para insistir en la condena del aborto en cualquier circunstancia.
Era imposible mantener la vigencia de un Código napoleónico. La nueva pieza legislativa se corresponde, de alguna manera, con los avances de la ciencia y la tecnología, independientemente de que aún es posible reformularlo y ponerlo acorde con el siglo 21.
Me temo, sin embargo, que la lucha por Código Pena que garantice los derechos de todos los ciudadanos, hombres y mujeres, donde no haya injusticias, ni privilegios, no ha terminado. Por el contrario, aún nos queda mucho por hacer para tener un Estado Democrático de Derechos.
SAN CRISTOBAL.- Por segundo año consecutivo, los Titanes del Sur se coronaronn de manera invicta como campeones del baloncesto nacional dominicano.
Derrotaron por marcador de 76 por 64 a los Metros de Santiago, imponiéndose en la Serie Final de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) por segundo año consecutivo (barrieron también a Reales de La Vega en la temporada 2024).
Con un polideportivo de San Cristóbal a completa capacidad, borraron una desventaja de 20 puntos que obtuvo Metros en el primer cuarto, catapultados por Jassel Pérez, quien fue el líder anotador de los bicampeones.
Adicionalmente, los Titanes se encuentran en medio de una impresionante racha de victorias en la postemporada, alcanzando los 14 triunfos consecutivos entre las semifinales y finales de 2024 y la misma etapa en la temporada 2025. Su última derrota en postemporada fue en el Juego 7 de la serie final de la campaña 2023.
Ellos son el primer equipo en la historia de la LNB (incluyendo su etapa de LIDOBA) en ganar dos series finales consecutivas por la vía de la barrida.
Carlos de León, gerente de Titanes y arquitecto de lo que ha sido el equipo más competitivo de la LNB desde 2021 a la fecha, describió lo que significa el nuevo título para el conjunto, tras el encuentro; “¡Lo logramos! Una hazaña histórica que de verdad valió la pena cada segundo de la temporada (…) Quiero reconocer a todo el que trabajo con nosotros, desde el que reparte el agua, hasta el señor (Roberto) Modesto (presidente de Titanes), todos son parte importante de este campeonato, así como del anterior y agradezco a la fanaticada, me siento increíblemente feliz”,
El presidente del equipo, Roberto Modesto, definió lo complicado que es lograr dos campeonatos de forma consecutiva en la liga: “Todo el elogio y el mérito a los muchachos que se fajaron en la cancha. Había un deseo increíble, yo nunca había visto el deseo de ganar que tenían estos muchachos (…) La química lograda en el camerino, pienso que debe ser sino la mejor, una de las mejores en la historia del baloncesto local (…) Fue una victoria de todos. Lo más difícil de este año fue la presión psicológica durante el torneo completo para que pudiésemos repetir. No la puedo describir, pero es una presión increíble, pero gracias a Dios logramos la victoria”, indicó Modesto.
Jassel Pérez, nativo de San Cristóbal, fue electo como el Jugador Más Valioso de la Serie Final 2025.
Durante más de 35 años he tenido el privilegio de orientar, vender y construir sueños en el sector imobiliario dominicano.
He visto cómo familias humildes, jóvenes con visión y dominicanos en el exterior han logrado, paso a paso, convertir sus ahorros en un patrimonio seguro: una casa propia o una inversión rentable.
Para lograrlo, muchos de ellos se han tomado muy en serio el slogan que siempre menciono: “Con cualquier cosa se viste y todo en la vida pasa, pero la cosa más triste es llegar a viejo y sin casa”.
Siguiendo con esa preocupación de ayudar a mi gente a tener su techo propio y a que hagan buenas inversiones, hoy quiero hablarles de algo que, más allá de ser un sueño, es una decisión estratégica y que todo el que pueda debería ejecutar: invertir en bienes raíces en la República Dominicana y hacerlo de forma inteligente.
El mercado dominicano sigue creciendo
En un mundo con tantas incertidumbres, nuestro país sigue mostrando señales de solidez en su sector inmobiliario. Zonas como Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Punta Cana y Santiago se han convertido en puntos de desarrollo acelerado.
Los proyectos cerrados, con seguridad 24/7, áreas verdes, canchas y casas o apartamentos diseñados con estándares internacionales, ya no son solo un lujo de las grandes ciudades, sino una realidad cada vez más cercana para familias trabajadoras.
La urbanización de sectores como la Autopista San Isidro, Ciudad Juan Bosch, la Ave. Ecológica, la Ave. Jacobo Majluta y la Autopista Las Américas, son un claro ejemplo de cómo el crecimiento poblacional, la inversión privada y la intervención del Estado, se combinan para crear comunidades modernas, seguras y con acceso a todo tipo de servicios.
Un elemento de vital importancia para la inversión en Bienes Raíces lo representa la relativa estabilidad que ha tenido la tasa del dólar, lo que se convierte en una ventaja para los dominicanos en el exterior
Con ligeras variaciones, en los últimos meses, la tasa del dólar en nuestro país se ha mantenido estable, lo cual es una excelente noticia para los que envían remesas o tienen ahorros en esa moneda.
En la actualidad casi todos los proyectos inmobiliarios en República Dominicana fijan sus precios en dólares.
Esto significa que, si usted vive en Estados Unidos, Europa o en cualquier lugar donde sus ingresos sean en dólares o en euros, está en una posición privilegiada para invertir ahora mismo.
¿Y por qué? Porque puede planificar con más exactitud.
La estabilidad del tipo de cambio le permite saber, sin grandes sorpresas, cuánto costará esa casa o apartamento que está viendo y que, excepto que ocurra otra catástrofe mundial como la del COVID-19, se mantendrá su valor y ganará solo plusvalía. En otras palabras, su esfuerzo mensual allá rinde más aquí.
Esa ventaja, sumada a los planes de pago flexibles que muchas constructoras están ofreciendo, abre la puerta para que cada vez más dominicanos en el exterior decidan asegurar su pedazo de tierra en esta maravillosa isla en la que hemos nacido.
Ahora bien, hay algunos que cometen errores que les salen muy caros, sobre todo cuando no usan los canales adecuados y, como dicen por ahí, se dejan convencer de “cambiar oro por espejitos”.
He visto, lamentablemente, casos de personas que entregan dinero sin verificar el estatus legal de una propiedad, sin revisar los planos aprobados o sin confirmar que el proyecto está registrado formalmente.
Otros han firmado contratos sin la orientación de un Asesor Inmobiliario o un Abogado especializado, creyendo que así ahorraban dinero… y terminaron perdiendo mucho más.
Recuerde siempre: antes de firmar o pagar, investigue. Exija copia de los títulos de propiedad y verifique en el Registro de Títulos. Asegúrese de que la constructora tenga historial comprobado. Y lo más importante: busque la orientación de un profesional con experiencia. Un buen Asesor Inmobiliario no es un gasto, es una inversión que le puede ahorrar dolores de cabeza y proteger su patrimonio.
Yo siempre digo que el mejor momento para comprar fue ayer, que hoy ya es tarde y que mañana podría ser imposible hacerlo o verse en la obligación de pagar más por lo mismo.
Lo bueno es que el mercado actual ofrece alternativas para todos los perfiles:
Para los jóvenes que estén buscando su primera casa: existen proyectos de bajo costo acogidos a fideicomisos inmobiliarios y programas estatales que facilitan la adquisición de vivienda con cuotas iniciales bajas y financiamientos amigables.
En el caso de las familias locales en crecimiento: hoy es posible mudarse a residenciales modernos con seguridad y amenidades, sin salir demasiado lejos del centro de la ciudad, gracias a desarrollos como los de la Jacobo Majluta, la zona de la Ave. Ecológica y la Aut. Las Américas.
Los dominicanos en el exterior: pueden comprar desde donde están, siempre que se asesoren correctamente y, utilizando herramientas legales como el Poder Consular, pueden delegar la firma de contratos y seguir el proceso sin tener que viajar constantemente, lo cual les da seguridad y tranquilidad.
Para los inversionistas: si su meta es rentabilizar, y sacarle mucho dinero a su dinero, solo tienen que mirar hacia las zonas turísticas o emergentes donde la plusvalía ha demostrado ser constante.
Un apartamento en Punta Cana con administración hotelera puede generar excelentes ingresos mensuales y, al mismo tiempo, aumentar de valor cada año.
Visto lo señalado, el momento de tomar acción es ahora.
No hay una fórmula mágica para hacerse de un hogar o multiplicar sus ahorros, pero hay principios probados: información, disciplina y buena orientación.
La estabilidad del dólar, el dinamismo de nuestro mercado inmobiliario y la gran cantidad de proyectos en construcción, hacen de este un momento ideal para dar ese paso que tantas veces ha pospuesto.