OPINION: Ahorro e inversión

Félix Santana García

La inversión o compra y construcción de activos fijos, se financia a través del ahorro o acumulación de capital financiero. Este ahorro puede clasificarse, por origen, en tres fuentes: ahorro privado, público y externo.

Para la escuela clásica y luego para los monetaristas el ahorro lleva a inversión. Así, incrementar el ahorro es  por obligación, hacer que la inversión crezca. En cambio, para la escuela Keynesiana, la inversión es la que jala al ahorro.

Para el primer caso, el argumento es como sigue: al acumularse los fondos ahorrados, quien los tiene busca alguna forma de que estos produzcan, y por lo tanto presiona para que se inviertan. Bajo la visión de Keynes, cuando alguien quiere invertir es cuando se le oferta un mayor rendimiento por los fondos, y esto atrae ahorradores.

Ambos argumentos tienen su parte de verdad, pero para la política económica lo relevante es saber cuál es más fuerte en un momento determinado.

En economía el tema del ahorro y la inversión no es solo un asunto contable. Ciertamente, el ahorro es igual a la inversión en cualquier momento, eso es una verdad contable. Lo importante en economía es comprender por qué y cómo se mueven las diferentes variables lo cual no es un asunto sencillo.

En economía, inversión corresponde al gasto que se hace en los bienes de capital, es decir, bienes que van a auxiliar la producción futura. A diferencia del consumo, que tiene una relación muy clara con el ingreso de la población. La inversión es mucho más volátil.

La inversión es función tanto del ingreso como de la  tasa de interés.  Regularmente se corre el riesgo de confundir la inversión ya que se piensa que esta tiene algo que ver con los bancos cuando se invierte a plazo fijo en certificados financieros con una cierta tasa de interés nominal. Para la teoría económica eso es ahorro.

El ahorro es la parte de la renta que no se consume, es decir, el ahorro es igual a la renta menos el consumo. La inversión desempeña dos funciones en la macroeconomía. Primero la inversión afecta considerablemente la demanda agregada, lo cual afecta a la producción y al empleo.

La inversión genera, además, acumulación de capital. Aumentando la cantidad de edificios y equipos, eleva la producción potencial del país y fomenta el crecimiento económico a largo plazo. Cuando se invierte a largo plazo se debe determinar el costo de capital en función del tipo de interés de los préstamos.

Otro elemento que determina la inversión lo constituyen las expectativas y la confianza de los empresarios. La inversión es una apuesta sobre el futuro, una apuesta a que el rendimiento de una inversión será mayor que los costos.

De manera que las empresas invierten para obtener beneficios. Se reitera que las principales fuerzas que determinan la inversión son: los ingresos generados por ella, su costo (impuestos y tipos de interés) y la situación de las expectativas sobre el futuro. Debido a que la inversión depende mucho del futuro esta es muy volátil.

Actualmente se necesitan más inversores siempre que el costo de capital sea asequible para estos porque de no ser así no se estimularían a invertir.

Se sabe que actualmente la banca dominicana posee muy buena disponibilidad de dinero o sobre liquidez pero en vez de ofertarlo a los ávidos inversionistas prefieren transitar por el sendero menos riesgoso o más cómodo como es el de colocar el dinero disponible para préstamos y excedentes, después de cumplir con el encaje legal, en títulos valores del Banco Central y el Ministerio de Hacienda.

Se entiende que si hay una sobre liquidez de dinero en las bóvedas de los bancos dominicanos estos deben proporcionarlo a menores costos a los fines de que el mismo vaya a los sectores productivos del país y no a financiar actividades improductivas.

Sin lugar a dudas debe estimularse la inversión productiva: la industria, agricultura, educación, la salud, turismo, comercio, construcción evitando que se cuelen supuestos inversionistas, piratas o inversionistas camuflados que utilizan el dinero tomado en préstamo para la especulación en inversiones de cartera o con fines inconfesables.

Recientemente, el Banco de Reservas de la República Dominicana acaba de anunciar que financiará la siembra de arroz 2019-2020 por un importe de RD$6,000 millones a una tasa de un 9.5% a favor de miles de productores y centenares de molineros de todo el país.

Ejemplo como el del Banreservas debe ser emulado por el resto de la banca comercial o múltiple de la República Dominicana a los fines de acicatear a los pequeños, medianos y grandes productores o inversionistas para que inviertan tanto en el campo como en otros sectores de la vida económica de la nación.

Inversiones financiadas con dinero de costo manejable por los inversores a plazo fijo de tal manera que la actividad comercial ofrezca los beneficios esperados tanto para el ofertante como para el demandante de los capitales necesarios para la actividad productiva.

Se espera que la sobre liquidez de fondos que dispone la banca dominicana no se quede en las bóvedas de los bancos y mucho menos que sea ahorrado en el Banco Central o el Ministerio de Hacienda de la República Dominicana. Ahorros improductivos ya que los mismos no ofertan a ningún sector económico, sino que se quedan represados en las bóvedas de la entidad emisora.

Si no es así ¿para qué ahorrar, para que atesorar dinero? si este no va a favorecer a los demandante del mismo para las inversiones necesarias. Se recuerda que el ahorrar per se no tiene sentido si no se tiene un objetivo específico con el mismo.

Recuérdese que Albert Einstein decía que el crecimiento económico en si no tiene sentido si aún hay niños pasando hambre. No vale nada que los bancos exhiban buena liquidez si aún existen inversionistas ávidos de dichos recursos para ser aplicados en los proyectos que el pueblo demanda.

of-am

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