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Los nuevos aires dominicanos
Desde la muerte de nuestro dictador de 31 largos años, Rafael Leónidas Trujillo, todo cambió en R.D. Todos queremos ser jefes y trepar a la cima de la opulencia, a como dé lugar.
La nación esta permeada de una corriente de querer tener, de opulencia, un quítate tú que voy yo, ahora, a saborear el poder. Por eso no hay un estamento social que no esté podrido y los líderes religiosos, se enfocan en reprochar extranjeros, más que en dar ejemplo de humildad y paciencia presentando aportes de planes específicos, a gobiernos para ayudar a mejorar país. Y hemos tenido muchos.
Por su parte, los políticos quieren perpetuarse y ser como Trujillo, dadivoso, allantoso y controlador. Ellos son la batuta y constitución y los demás borregos que se usan.
Es sorprendente, que en estudio que realizamos documentamos que en Quisqueya, nuestra cultura de trepar y subir y tener lo que tiene el otro, o mejor, es una constante que no se puede ocultar.
Antes, estar satisfecho con ser clase media, esperar y no compararse con los demás era normal, ahora no, todos queremos el mejor vehículo, la mejor hembra, el mejor celular y ganar más porque somos jefes líderes y merecemos ser semi dioses con millones.
Todo el que me ataque lo despedazo, ya no hay fidelidad, solo buscarse lo suyo, rápido, que esto no es para siempre.
Quítate tú, que me toca a mí.Los transfugas de esta década lo demuestran.
Descubrí que la información en R.D. más solicitada, escuchada o ambicionada por saber, no es sobre sexo, muertes, ni de prensa educativa como foco de atención de adultos a nivel masivo, es, el comentario, la chercha y el chisme de saber todo sobre el otro, lo que nos entusiasma.
El chisme se riega como pólvora.
Según un estudio sobre economía del comportamiento: Saber cuánto gana el vecino, o a fulano, a quien conozco, es muy, muy importante, saber de dónde consigue plata y quiénes son sus amigazos? Eso enloquece a la gente.
Al parecer, conocer los ingresos de las personas que nos rodean genera tal nivel de curiosidad que no hay contenido (para adultos, o no) que le llegue a los talones en materia de atractivo.
Ahora con el Internet, saber lo del otro es más fácil, pero quieren ir más lejos; muchos quieren saber lo que declara de ganancias tal persona o empresa, eso es para compararse y decir, si esta paga poco, yo haré lo mismo.
Esta evidencia significa que más transparencia no es necesariamente algo a lo que se le dé buen uso. Y también sirve como confirmación de que la aprobación social es una de las fuentes más importantes de sentirse “realizados”.
Por eso la juventud cambió sus valores, ahora es subir para tener aprobación social, eso te da felicidad, dinero, mujeres, casas, jeepetas, celulares y es la causa de tanto robo, atraco y engaños. Tener lo que tiene el otro a como dé lugar, pues estamos comparándonos, no nos sentimos satisfechos con lo que tenemos, ni de ser sencillos, pobres, no envidiosos.
Por eso recuerdo lo que me decía mi padre, al que Dios se lo concedió, San Pedro… No envidies.
Cuando te lleven informaciones no solicitadas de forma de vivir de fulano, ten por seguro que es un envidioso quien está detrás de eso, por eso indagan todas las actividades que realizan otros y si son, o no exitosas y hace sondeos para saber cómo difamarte en algo de tu pasado y vida sentimental.
En caso de que el envidioso no forme parte del círculo de amigas o amigos de quien busca detractar, hace labor de relambido con el fin de ganarse la confianza como querendón, y aunque sus palabras son recibidas como de un relajo, el daño queda.
Esta cultura de envidia, deseo de tener y no ser conforme nos llevara al abismo. Debemos pensar que estamos de paso en la tierra como viajeros y con esto no digo que debemos ser sumisos y conformistas, sino evolucionar y crecer en otras áreas que equilibren tu persona y no solo en riqueza material que se queda aquí.
Dios, te pido que sanes las memorias dolorosas de escasez de todos los dominicanos, llénalos de prosperidad y paciencia para que reciban lo que merecen en tu tiempo y no el de ellos.
Perdónanos, Te amamos, Gracias. Seguiremos el tema.