Hay que cuidar la democracia
Quiero traer a reflexión a todos los ciudadanos responsables de nuestro país para que no nos dejemos llevar por un estado emocional circunstancial, que más que bien podría traer situaciones incontrolables y llevarnos a un estado de caos similar en que se encuentra la vecina república de Venezuela.
Hoy la República Dominicana goza de un estado democrático y de derechos que debemos preservar, llevando nuestros reclamos dentro de ese mismo orden de tolerancia y respeto de que disfrutamos, como base para cuidar nuestra democracia.
En este articulo hacemos referencia a la Ponencia presentada en el foro “Entre neo-liberalismo y revolución: vigencia y futuro de la socialdemocracia en Venezuela”, donde Ricardo Sucre Heredia hace un análisis de los acontecimientos que llevaron a Venezuela a la crisis económica y política en la que está sumergida, cito: “Para que la democracia recupere su vitalidad, es necesario lograr un sincretismo(armonizar corriente de pensamiento de ideas opuestas) entre el largo plazo y la volatilidad del mundo contemporáneo.
Las reflexiones y sugerencias del ensayo apuntan a promover este sincretismo en el campo de la política, la democracia, y las instituciones. Palabras claves: Política – Instituciones – Democracia – Liberalismo – Radicalismo – Venezuela.”
En la democracia liberal se cuenta con un estado de derecho democrático basado en una constitución, que crea un sistema de poderes jerárquicos e instituciones, los primeros elegidos por el voto popular y la segunda regida por leyes que en conjunto garanticen los derechos políticos de los ciudadanos en igualdad de condiciones y permitan la participación institucional a todos en equidad. Para exigir democracia al que respetar la democracia y buscar los mecanismos institucionales que permiten hacer los reclamos de nuestros derechos, no atentando así con los derechos de todos.
El texto sugiere que ensanchar la estructura de oportunidades de las personas será el gran tema de las instituciones en el futuro -y no tanto quién y cómo influencia en la toma de decisiones- y la forma práctica para iniciar una democracia liberal que permita avanzar hacia una democracia radical.
Las oportunidades serán el concepto que permitirá reencontrar al ciudadano con la política, mediante la dinámica entre derechos universales con los derechos particulares -propio de una sociedad diversa porque en las oportunidades se concretizan las instituciones y la acción política cotidiana, al mismo tiempo que abre la puerta a lo que será el tema central de la filosofía política para nuestros países: recuperar y promover la combinación de valores republicanos -propios de nuestra historia- con valores liberales, necesarios para asumir a plenitud la sociedad del conocimiento, la sociedad de la información, y la sociedad de la transformación; indispensables para darle el poder a las personas, para que sean autónomos y puedan escribir su propia vida.
¿Cómo deben ser las instituciones políticas del futuro? Esta pregunta es oportuna en momentos que la política es cuestionada por los ciudadanos (Klingemann y Fuchs, 1995 cp. Dalton, 1998). La pregunta que Fernando Savater hace en “Política para Amador”, hoy es una verdad para muchos, “¿Por qué optar por hacer política, por qué intervenir en los asuntos colectivos con voluntad de transformación social, en lugar de contentarnos con perseguir nuestros intereses privados, intentando maximizar las ventajas y disminuir los inconvenientes que, para nuestra vida individual, presenta el sistema establecido?”. Cuando se dice política, lo primero que se viene a la mente es el descrédito de la expresión.
Las protestas acontecidas frente a la impotencia de la Junta Central Electoral en darle una respuesta rápida y efectiva a los ciudadanos y claro sobre lo que pasó para que por primera vez se suspendieran las elecciones municipales en la república dominicana, desató una ira y frustración en los ciudadanos que degeneraron en que la población se tirara a las calles a exigir una respuesta.
Una vez agotadas y llevadas al clímax las protestas, debieran suspenderse porque ya lograron los objetivos perseguidos y dejar a los partidos políticos que jueguen su papel, que como instrumentos del sistema son los autorizados por las leyes a ejercer el derecho de presentar a los ciudadanos para que estos ejerzan su derecho de elegir y ser elegibles.
A pesar que importantes teóricos han argumentado sobre la crisis del Estado capitalista (Habermas, 1976, c. p. Held, 2000: 81), estimo que la crisis del Estado capitalista es una crisis de identidad producida por una diversidad que busca ser reconocida, pero no una crisis del modo de producción tecnológico. Este lo que ha hecho es acelerar la diversidad social -pasar a una sociedad de la velocidad- y más que una crisis de gobernabilidad, el Estado capitalista contemporáneo vive una crisis de legitimidad que sugiero puede abordarse mediante una definición de los roles de las personas y de la construcción de una nueva legitimidad sustentada en la diversidad que creó el Estado de bienestar.
La diversidad puede legitimar el sistema y lo que se necesita construir son instituciones que den cuenta de esa diversidad, pero sin renunciar a lo universal de los derechos; en donde lo universal emerja de las demandas particulares que hacen los grupos, y el discurso de los derechos sirva para cerrar la brecha que existe entre las dimensiones universal y particular de los mismos (Chambers, 2000: 25)
Se recuerda que nuestro país vivió una crisis política en 1994 cuando la oposición encabezado por el partido revolucionario dominicano (PRD) al mando del Dr. José Francisco Peña Gómez, Juan Bosch por el partido de la liberación dominicana (PLD) alegaron que se había hecho un fraude electoral, llegando a un acuerdo de cortarle dos años al periodo presidencial para el que había sido elegido el Dr. Joaquín Balaguer por el (PRSC) por el periodo 1994-1998 y reduciéndolo a durar solo 1994-1996; las consecuencias de esta crisis fue que se celebraron elecciones en año 1996 y en segunda vuelta Balaguer apoyó al PLD, ganando este las elecciones del año 1996 con el Dr. Leonel Fernández a la cabeza.
Expresemos nuestros derechos en las urnas, elijamos y mantengamos nuestra democracia, porque esta es difícil de alcanzar y fácil de perder.
of-am

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Democracia,termino que significa gobierno del pueblo. Partiendo de esa definición le pregunto, el pueblo es quien gobierna o gobiernan las vedettes que se encumbran para alcanzar posiciones electivas y representarse ellos mismos? Cortésmente quedo a sus ordenes.