Gran reto: calzarse las botas de Milton Ray Guevarra

 Lo más granado de la sociedad dominicana, con el presidente Luis Abinader a la cabeza, dijo presente en ambiente solemne en el salón de la Asamblea Nacional, para ser testigo de la entrega de un pergamino al mérito a un dominicano ilustre, con amigos, afectos y respetos ganados en todos los sectores nacionales.

Esos factores, sumados a su capacidad gerencial y un manejo equilibrado y prudente frente a temas e intereses muy complejos, le permitieron al magistrado Ray Guevara y a un pleno que le toco arrancar de cero como Alta Corte, incluso sin un local propio y funcional, salir a flote y afincarse como garante del cumplimiento y correcta aplicación de la Constitucion de la República.

 Lo del local, que debió ser en un lugar próximo al Congreso y a la Suprema, en el Centro de los Héroes, está a medio talle, así como el alcanzar la cultura constitucional y de respeto por la ley deseados por el magistrado, y que esto, de una vez y por todas, se incluya como materia en escuelas y universidades. ¿Qué es lo que se espera?

La misión de la cabeza del TC, y el resto del equipo inicial, está próximo a concluir, pero ya hay una impronta y buena siembra que quedan, y que debe continuar y fortalecerse en el tiempo. Calzarse las botas del magistrado Milton es un gran reto.

 Pero el desafío y el reto mayor al término de su ciclo, es que el TC, con los jueces que queden y con los que lleguen, no deje caer el prestigio y sitial ya ganado en la sociedad; que mantenga el equilibrio y no permita que el poder político, ni ningún intruso extra nacional, le trace pautas, le doble el brazo o desnaturalice su trabajo institucional como vigilante y garante de la Constitución, la soberanía y la dominicanidad. Que quien llegue al TC, sin importar la palanca, aplique la equidistancia, y haga causa común sólo con el deber, la responsabilidad y la institucionalidad.

 Si no hubo el “choque de trenes “ que pronosticó el magistrado Subero, sino todo lo contrario, al TC hay que preservarlo. Y para esto, el liderazgo político, decisivo en la conformación, tiene que hilar fino y proceder con alta responsabilidad y sentido de país, porque si se propusiera cooptarlo e influir en sus decisiones soberanas, se caería en un penoso retroceso. Y si fuere el caso al irse Milton (¡Dios nos libre!), sería como entrar “al paraíso perdido”. 

Por cierto, ya hay varios aprestos y se filtran nombres… Se tiró al aire el de Cristóbal Rodríguez, con apoyo en sociedad civil, pero un sector de poder apostaría a un juez de la Suprema y en especial al magistrado Vargas, del propio TC, que es muy equilibrado y firme, en carácter y en sus decisiones, pero cuya mayor experiencia no ha sido en la materia constitucional. A otros tres buenos constitucionalistas citados: Eduardo Jorge, Flavio Darío y Olivo Rodríguez le afectaría sus servicios al gobierno de Danilo Medina.

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