Fortalecer el Instituto del Dominicano en el Exterior (OPINION)

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El autor es empresario. Reside en España

POR LEONARDO RAMÍREZ 

El Instituto del Dominicano en el Exterior (INDEX) fue creado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana en julio del 2016 como entidad administrativa de naturaleza desconcentrada, con autonomía operativa, técnica y financiera, dependiente de ese ministerio por decisión del presidente Danilo Medina en colaboración con su Canciller.

Tomando en cuenta la importancia que ha tenido nuestra diáspora en el desarrollo de nuestro pueblo gracias al factor remesas, esos funcionarios comprendieron que nuestros compatriotas en el exterior son un motor determinante para el desarrollo de nuestra amada República.

Lo sostenido está a la vista de cualquier ojo inexperto, hasta una humilde abuela puede observar la relación directamente proporcional que hay entre el desarrollo de la diáspora y el desarrollo de nuestra amada patria.

En este texto queremos lograr que se comprenda que mientras más se desarrollen intelectual y económicamente nuestros connacionales en los diferentes países de emigración, más gozará la República Dominicana de esos logros trasmutados en remesas, porque el dominicano en su interior es un ser solidario en potencia.

Se debe recalcar que, según datos del Banco Central de la República Dominicana, las remesas han ido aumentando aceleradamente en la siguiente forma:

2015 US$362.8 millones; 2016 US$355.1; 2017 US$468.3; 2018 US$516.0; 2019 US$566.9; 2020 US$777.4: 2021 US$829.6 y 2022 US$790.6,

(Se observa una aceleración desde 2020 debido a la pandemia COVID),

Sustentado simplemente en esa mano invisible, como refería Adam Smith, la cual regula el comportamiento humano naturalmente egoísta a nivel económico, aportando un cierto bienestar colectivo.

Es importante recalcar que hasta este momento hemos tenido suerte, pero como es bien sabido por los politólogos y economistas más eruditos, en política como en economía, la suerte no existe, lo que existen son líderes virtuosos con la capacidad de prever situaciones y poner remedio antes de que sucedan las catástrofes, porque   cuando se habla de patria nada debe ser dejado a la imponderabilidad de la vida.

En este caso, los líderes que nos gobiernan deberían colocar sus ojos en el INDEX para elevar esta estratégica institución al rango de ministerio, para así dirigir e implementar eficazmente las verdaderas políticas públicas que necesitan los dominicanos en el exterior para su exponencial desarrollo.

Así como la Federal Reserve dicta y regula la política económica de Estados Unidos, el INDEX debería dictar y regular las políticas sociales que ayudarán a nuestros dominicanos en el desarrollo que tanto anhelan, porque una diáspora fortalecida es sinónimo de crecimiento de nuestras remesas y desarrollo de nuestra república.

El INDEX tiene que ser esa institución que, con la colaboración de líderes virtuosos, ayuden a salir a nuestra diáspora de esa caverna en términos platónicos que no le permite ver la realidad en toda su magnitud.

Para implementar este ambicioso plan de trabajo, el INDEX requiere fondos oportunos, para con estos dar efecto a un concreto plan ejecutorio que le ayuden a fortalecer nuestra diáspora en el ámbito intelectual, económico y empresarial, para lograr así una integración plena, ante los sectores productivos de los países que nos acogen, y con esto los nuestros tengan un fuerte poder económico que les permita ser más decisivos ante estos países y dentro el territorio nacional.

Se debe aclarar que las remesas que envían nuestros connacionales tienen una doble utilidad.

En primer lugar: si observamos desde un aspecto macro, constatamos que nuestras remesas donan más estabilidad al sistema financiero local y nos ayudan a generar reservas en moneda dura, las cuales ayudan a mantener nuestra moneda estable y a equilibrar nuestra balanza de pagos.

En segundo plano, si observamos desde un aspecto micro, las remesas dirigidas a nuestras comunidades tienen una preponderante utilidad, las mismas sirven como salario complementario para nuestras familias.

Los estudios confirman que tendencialmente estas se expenden en salud, alimentación y educación. Las mismas son consideradas como un fuerte placebo para la pobreza endémica y estructural que aflige nuestro país.

Se confirma según datos del Banco Central que nuestras remesas durante el periodo pandémico tuvieron un rol estelar, evitando que la indigencia en la isla aumentara descontroladamente.

En conclusión, reflexionando sobre los aspectos positivos aquí descritos, se considera imperante que el Estado dominicano en colaboración de esos líderes que se consideren virtuosos, diseñen políticas públicas que direccionen al unísono a tan olvidada institución, para así lograr fortalecer   nuestra diáspora que tanto lo necesita.

cornelioremigio@gmail.com

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Luis
Luis
9 meses hace

Para que sirve eso si aquí uno tiene traba hasta para obtener un pasaporte para ir a su país, si solo los gobiernos se preocupan por las remesas., sería mejor que no exista nada de eso