Es tiempo de agradecer, bienvenido 2020
Dar gracias también, por la otra familia, esa que construimos en nuestro caminar; esa que nos regaló la vida. Quizás no es tan extensa, pero, es bien variada. Espero, además, que hayamos podido decir gracias Dios, por nuestros hogares y las bendiciones recibidas; por logros alcanzados a nivel académicos, sociales; por la salud, aunque esté quebrantada en este momento.
Agradecer porque con las fiestas por Navidad y año nuevo: hermosa época, que con el colorido de sus adornos y la celebración de nuestras tradiciones, nos permitió también honrar a nuestros antepasados y fortalecer la cultura autóctona. De igual forma, por haber brindado con el vestido de la alegría, abrazados al perdón y la esperanza.
Encumbramos nuestras copas por las metas alcanzadas durante los últimos 12 meses, y recordamos con cariño a nuestros seres queridos que fueron llamados al encuentro con el Señor; pidiendo, además, robustecer las relaciones de confraternidad, con quienes nos rodean.
Este será un venturoso 2020. Gracias al 2019 y a la magia de su Navidad, inspirada en la vida de Jesucristo, Dios y hombre, época que nos permitió convertir a extraños en familia; esos con consolaron al que llora, al que sufre, al enfermo.
Este nuevo año que inició y también la nueva década, nos invitan a alcanzar nuevas metas, planificar acciones centradas en lo posible. Recordemos que hablamos de nuestras vidas, y estamos llamados a vivirla plenamente, tomando en cuenta todo lo que nos ofrezca bienestar, siempre abrazado sentimientos benignos, para nosotros y para quine forma parte de nuestro diario vivir.
Igualmente, el 2020, nos invita a renunciar a banalidades y asumir ser real. A abrazar la sinceridad. Ese es el verdadero significado de la Navidad que acabamos de celebrar: envolvernos en lo sencillo, abrigarnos con la humidad y ver la vida con esperanza.
Nuestra familia y nuestro país en este 2020, nos necesitan más que nunca. Hoy es el inicio de una grandiosa década, y sé que la culminaremos cargada de logros sociales, avances, reducción de desigualdades, llena de oportunidades para todas y todos; no importa la raza ni el color de la piel, como dice el himno. Ni la edad, ni la clase social. República Dominicana, avanza con tu aporte y con el mio, hacia un presente promisorio.
Feliz y próspero 2020, un año, que nos entrega como desafío, el fortalecimiento de la educación doméstica de nuestros descendientes: base para alcanzar los logros propuestos.
JPM