Consideraciones y comparaciones
En los medios de comunicación masiva de República Dominicana, existen una variedad de personajes que con su pervertida ingenuidad caen en papeles extremadamente ridículos; presentar al Presidente Danilo Medina como un orate que deambula en un ámbito político oscuro, con precipicios a los lados dando tumbos sin saber hacia dónde va, es una perversa ingenuidad.
Danilo Medina no es un improvisado; y en más de una ocasión, ha querido ser sincero en su comunicación con la prensa, pero la sinceridad y la diafanidad no cautivan el morbo, ni producen resultados multiplicadores de rumores que en definitiva incrementan las audiencias en países como el nuestro con bajos niveles educativos.
Algunos “cortesanos del Presidente” pueden creer que con su ascenso al poder en el 2012, les abrió las puertas del cielo; y como nunca se ha visto regresar a nadie del cielo o del infierno, esos “cortesanos”, piensan que nunca deben salir del gobierno; y eso es lógico, porque esa es una de las características de la lucha política reflejada a través de la historia; el que sube no quiere bajar.
Esos son los que alimentan la hoguera de la idea de reelección; mientras que el hombre inteligente, cauto y responsable que lleva por nombre Danilo Medina Sánchez, el mismo que fue capaz de llevar una candidatura electoral distante de un Hipólito Mejía puntero y casi ganado, a una exitosa participación que lo plantó en el solio presidencial, piensa otra cosa aunque no lo aparente.
El Presidente puso un plazo táctico, para marzo del 2019; ¿Por qué?, porque no quiere, ni necesita en su gobierno, otro caso desesperado y turbio como el de la OMSA y Manuel Rivas; algunos “cortesanos” que sientan que no permanecerán en el cielo, podrían pensar en una última oportunidad, y caer en la tentación de desguazar algo que pertenezca al Estado; Danilo Medina no quiere eso, y no tiene un detector de malas intenciones para saber quién sería capaz de hacerlo.
Con ese plazo, le acorta las manos a los mal intencionados, además alimenta el morbo opositor, que en vez de trabajar entre la masa de electores para lograr mejores porcentajes, prefiere entretenerse detectando argucias reeleccionistas.
Antes de ser candidato presidencial, para las elecciones del 2012, el Presidente aguantó un huracán de andanadas de intenciones reeleccionistas, de parte de más de 24 senadores de la República, y sin desesperarse, cuando le preguntaban sobre el asunto, solo decía que “de lo que estaba seguro era que sería el candidato y que ganaría las elecciones con el apoyo del Partido”.
En esa tesitura fue que instruyó a sus colaboradores a ser cuidadosos y no maltratar el “camello”; el lomo del gobierno del Dr. Leonel Fernández, fue el “camello” que llevó con seguridad y en primera vuelta al Presidente Danilo al Palacio Nacional.
Hoy el Dr. Fernández hace un ejercicio parecido, cuando en cualquier escenario defiende y resalta las iniciativas del gobierno del PLD, que encabeza el Lic. Medina; Leonel cuida el “camello”, porque un fracaso de éste, sería un fracaso del Partido de la Liberación Dominicana en la dirección del Estado; y el PLD al frente del país, sigue siendo PLD sea Medina el presidente, o sea Leonel, quién vista la ñoña.
La reelección es inviable; pero crea morbo y ridiculez; mientras en el Partido de la Liberación Dominicana, la carga esta de un solo lado; todo el serón se inclina del lado del proyecto del Dr. Leonel Fernández.