Cambiar o morir: DR-Cafta 2015

Se impone una sólida alianza entre los sectores público y privado y la puesta en marcha de la Estrategia DR-Cafta 2015 para enfrentar la apertura de los mercados a partir del próximo año y poder recoger éxitos o fracasos en medio de una voraz competencia que, de un lado, nos reta en nuestro propio territorio, y por el otro nos apertura puertas en los mercados de las demás naciones firmantes del tratado. Estamos, pues, como dice David Fischman en su libro “El Camino del Líder,” en la era de la globalización, de economía competitiva y cambiante donde las empresas necesitan ser flexibles e inclinarse a los cambios y la innovación para no sucumbir ante la competencia. El Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos, conocido como DR-Cafta por sus siglas en inglés, de aprovecharse oportunamente, independientemente de los grandes retos y desafíos, también presenta muchas oportunidades positivas para el país. Como parte de las oportunidades, el convenio presenta un escenario excelente para que la República Dominicana amplié sus relaciones con su socio comercial mayoritari los Estados Unidos, donde va a parar el 80% de nuestras exportaciones y de donde proviene el 60% de nuestras importaciones. De igual manera, el país ocupa el número 30 como mayor socio comercial de Norteamérica en el mundo y la cuarta posición como mayor exportador de textiles hacia ese gran mercado. También somos el cuarto mercado para Estados Unidos en el hemisferio, sólo superados por México, Canadá y Brasil. Amén de la cercanía. Sin embargo, la Asociación de Industria de la República Dominicana (AIRD) considera que desde que entró en vigencia el acuerdo preferencial el impacto más negativo ha sido para el sector manufacturero local, el cual pasó de 500 mil empleos en el 2004 a cerca de 400 mil en el 2013; mientras que las importaciones provenientes de Estados Unidos han crecido en un 56% y de una balanza positiva en el 2004 en el intercambio comercial con Norteamérica, hemos pasado a un déficit próximo a los 3 mil millones de dólares en igual período. Eso tiene que revisarse. Todo lo contrario a lo ocurrido aquí con el acuerdo, de conformidad con la AIRD y otros sectores, sucedió en las naciones signatarias del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de México, Canadá y Norteamérica), donde las exportaciones e inversiones han registrado un crecimiento kilométrico. Lo mismo ha acontecido en Chile. No obstante, es innegable las reformas y transformaciones exitosas que se han hecho en República Dominicana luego del convenio, tal y como aconseja César Morales del BID, y el incremento de las inversiones. Un TLC es un “tickets” de acceso a un gran mercado, una oportunidad en la cual hay que trabajar para aprovecharla y entrar en términos preferenciales, explica el economista chileno y ejecutivo de la CEPAL Osvaldo Rosales Villavicencio. Quien no la aprovecha, se jodió. Así mismo, un TLC es un área de libre comercio que permite el libre movimiento de bienes, servicios y capitales –no de personas- entre las naciones que los suscriben, asegura el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph E. Stiglitz, en su obra “El Malestar en la Globalización.” Lo que hay que tener presente en un Acuerdo Preferencial de Libre Comercio, como el DR-Cafta, es que si no te prepara, flexibiliza, cambia, innova y hace alianzas estratégicas para sortear con éxitos los desafíos y aprovechar ventajosamente las oportunidades, corre el riesgo de perder competitividad, mercados y morir, como dice Fischman. El DR-Cafta –que fue firmado en el año 2004 y ratificado en el 2007- estipula que a partir del 2015 –con la entrada en vigencia del capítulo correspondiente a la industria y agroindustria, el 97% de los productos contemplados en el acuerdo entrarán al territorio nacional libres de impuestos, lo que supone un gran reto y oportunidades para la nación como consecuencia de la liberalización de aranceles. Aunque por razones obvias no podemos decir aquí que “lo que es igual no es ventaja,” desde inicio del 2015, algunos productos industriales y agropecuarios procedentes de Estados Unidos y Centroamérica ingresarán al país libres de impuestos para competir con los fabricantes y cosecheros locales, pero –de igual manera- artículos similares nuestros entrarán a los mercados norteamericanos y centroamericanos también sin pagar aranceles. Mientras para algunos el Tratado beneficiará a diferentes sectores de la economía, debido a que aumentará la posibilidad de acceso al mercado estadounidense, compuesto por más de 274 millones 890 mil consumidores, y el de Centroamérica, con más de 40 millones, otros –entre ellos la Asociación de Industrias de la República Dominicana- aseguran que la industria puede venirse abajo con la desgravación masiva. No obstante, aconsejan que los productores locales pueden abocarse cuanto antes a implementar una agenda de trabajo común que no solo les impida a ellos sucumbir ante la feroz competencia internacional que le viene encima, sino salir airosos de esos desafíos y aprovechar las oportunidades, puestos que los productos similares manufacturados aquí también entrarían a los países signatarios del tratado libres de aranceles. La presidenta de la AIRD, Ligia Bonetti, aclara que el sector industrial dominicano “está listo”, ya que “se ha preparado para competir sin ningún temor,” pero aconseja al gobierno que disponga la aplicación de una serie de políticas ya consensuadas –como los estímulos contemplados en la Ley 392-07 y las 33 propuestas del 2do Congreso Industrial organizado por las entidades líderes del sector- a los fines de enfrentar la desgravación fiscal que implicaría el DR-Cafta a partir del 2015.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
54 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios