Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Zonas francas superan 200 mil empleos directos, dice Abinader
Dice Venezuela está invadida por agentes rusos y Hezbollah
EU sanciona a tres sobrinos de Maduro, los acusa narcotráfico
Putin expresa apoyo a Maduro ante creciente presión externa
Petro cree eran dominicanos 2 ejecutados por EEUU en lancha
Trump amenaza ahora a Petro en su «lucha contra las drogas»
Solo 31% en EEUU aprueba el manejo de Trump de economía
Queda sin efecto persecución penal contra cuñado de Danilo
Colectivo HaitianosRD exige investigar «violaciones» DDHH
Ministro de Turismo supervisa reconstrucción parque La Caleta
Construyen plaza sobre vías tren abandonado
NUEVA YORK.- Un parque público construido sobre las vías de un ferrocarril abandonado en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, ofrece a sus habitantes una visión desde otra perspectiva ya que se encuentra elevada a ocho metros del suelo.
El espacio recreativo se extiende en una de las zonas más concurridas de la ciudad, al oeste de la isla de Manhattan.
En 1999, la Prefectura de la ciudad de Nueva York propuso la demolición de una vieja línea ferroviaria que circulaba sobre puentes con una longitud de 2,6 km. La estructura, conocida como “High Line”, había sido construida en la década de 1930 y estaba abandonada desde 1980
El área no tenía un gran futuro ya que estaba abandonada y se había convertido en una zona peligrosa donde la droga y la prostitución habían ganado terreno.
La historia cambió cuando Joshua David y Robert Hammond, dos jóvenes de la ciudad, que no tenían experiencia en planificación urbana ni en arquitectura, se interesaron por la conservación de la zona y en 1999 fundaron los “Amigos del High Line”, una asociación que luchó por la preservación de la antigua línea de ferrocarril y su transformación en un parque urbano, según publicó Critica.
Años después, comenzaron las obras que convirtieron al lugar en una importante atracción turística con un parque público de 2,3 kilómetros construido sobre las mismas vías del ferrocarril abandonado, en medio de edificios comerciales, sumando una arquitectura moderna, variedad de árboles y plantas. 
El High Line es un monumento a la historia industrial de Nueva York. Tiene como objetivo proporcionar una oportunidad para crear un nuevo e innovador espacio público. No conforme con eso, también es ejemplo de reutilización de las zonas industriales de cara al futuro y para otras ciudades.
Actualmente, su conservación se mantiene gracias al apoyo del Departamento de Parques y Recreación de Nueva York, una organización sin fines de lucro que trabaja para asegurar que el parque se mantenga como un espacio verde para todos los ciudadanos y visitantes de la ciudad.
