Special report: sabía Trujillo de beisbol ?
Un veterano periodista colombiano especializado en deportes reveló recientemente que el dictador dominicano Rafael L. Trujillo Molina sabía de beisbol.
Chelo Castro tocó el tema al escribir en el periódico El Heraldo, de Bogotá, una columna titulada “Aquellos gobernantes sabían o no de beisbol”.
Castro publicó que el pelotero dominicano Sonlley Avarado le confió una vez que cuando se armaba el equipo de República Dominicana que iría en 1942 a la quinta serie mundial de beisbol amateur en La Habana, él fue excluído inicialmente del conjunto y por eso acudió donde Trujillo.
El hombre fuerte dominicano, según el relato, “pidió la lista del equipo. Y en un vistazo de un segundo, dijo: “3 catchers es demasiado: Saquen al tercero y que vaya Sonlley”.
Al respecto, Castro apunto: “Y listo el pollo, porque el general sabía de béisbol y se hacía obedecer”.
El escritor, nacido en 1920, se llama realmente José Víctor De Castro Carroll y es periodista desde 1945. En Colombia se le considera una autoridad en beisbol, boxeo y fútbol, tanto del pasado como del presente.
(El primero en hacerse eco del comentario de Castro acerca de Trujillo y Sonlley Alvarado lo fue el reputado periodista deportivo dominicano Bienvenido Rojas, de Diario Libre, uno de los cinco comunicadores que más saben de historia deportiva en República Dominicana).
Alvarado se llamaba Rafael Amable Alvarado y era conocido como El Cabo Sonlley. Nacido en 1906, fue destacado jugador de beisbol en Dominicana y otros países, incluido Colombia, donde falleció en 1950.
CUQUI CORDOVA REFUTA
Hace algunas horas conversamos sobre este asunto como otro historiador del deporte, Francisco –Cuqui- Córdova, conocedor al dedillo de muchas facetas de décadas pasadas.
Córdova pone en duda que la anécdota del periodista colombiano estuviera conectada con Trujillo. Cree que quien actuó en ese caso fue Federico Fiallo, quien en 1942 era general del Ejército y tenía estrecha vinculación con las actividades deportivas (había sido lanzador del Licey en sus primeros años).
Según Córdova, Alvarado fue realmente excluído del equipo que iría a La habana en 1942 a la quinta serie mundial de beisbol amateur, Pero Fiallo lo hizo subir al avión que llevaría el combinado a la capital cubana con el alegato de que se atendería de problemas de salud. En esas circunstancias, Fiallo maniobró y sacó del equipo al cátcher Papín Henríquez y en su lugar metió al cabo Sonlley.
(Córdova no aludió a las preferencias deportivas de Rafael L. Trujillo, pero los entendidos en asuntos relacionados con el Jefe afirman que no gustaba del beisbol y sí del hipismo. De hecho, fue muy pocas veces a los tres estadios de beisbol que construyó).
EQUIPO RD
Sobre el equipo de RD en el clásico de 1942, Cuqui Córdova ha escrito: “el 26 de septiembre al 20 de octubre de 1942, se celebró en La Habana, Cuba, el Quinto Campeonato Mundial de Béisbol Aficionado, con cinco países participantes: Cuba, Estados Unidos, México, Venezuela y República Dominicana. Aquella ocasión fue la segunda vez que los dominicanos intervenían en ese clásico internacional, pues habíamos debutado en 1941. Al final de la contienda, Cuba se llevó el primer lugar con récord de 10-2 y los nuestros fueron subcampeones con average de 9-3.
En el pitcheo colectivo de los equipos, Dominicana ganó el segundo puesto, después de Cuba, con efectividad de 2.30. Los mejores numeritos fueron logrados por Andrés Julio Báez, el “Grillo B”, con promedio de 3-0. La Selección Dominicana tenía en su roster, los siguientes peloteros:
Receptores: Enrique Lantigua Güigüí Lucas
Pitchers: Loro Escalante, Grillo “B”, Luis Castro, Bebecito del Villar, Yoyo O’Reilly Fallón Heureaux
Infielders: Papito Vargas, Grillo “A”, Papito Lucas, Pirincho Salazar, Aquiles Martínez, Marinito Pérez y Pepe Lucas
Outfielders: Tetelito Vargas, Grillo “C” y Sonlley Alvarado
Mánager: Luis Ernesto Rodríguez (Burrulote). Delegado: Rodolfo Bonetti Burgos (Birrito)
EL ARTICULO
El texto completo del artículo de Chelo Castro, titulado “Aquellos gobernantes sabían o no de beisbol”, publicado el 15 de este mes de enero en el diario El Heraldo, de Colombia, es el siguiente:
“Como la sed de conocimientos deportivos y en especial los acontecimientos del deporte son pan nuestro de cada día para los aficionados jóvenes (los viejos o han perdido interés en los mismos o habían conocido las respuestas allá por los años cuando estaban mas enteros) nos imponen como un temita beisbolero que hablemos hoy sobre los mandatarios del área caribeña a quienes se les conocía un cierto caudal de conocimientos de la pelota.
Digamos que no eran muchos los que no conocían de béisbol, como amplia y nutrida la lista que lo desconocían. Como es natural, por lo demás, ya que esos hombres dedicados generalmente a la política, pudieron haber jugado de jóvenes al béisbol, pero sus conocimientos o no eran profundos ni amplios o cuando ya se dedicaron a la política dejaron de lado la parte deportiva.
Bien, entremos un poco en materia. Este columnista, en la época en que estaba inmerso en béisbol, tenía amistades con managers y peloteros que lo ayudaban a enriquecer sus conocimientos o cuando menos a seguir aligerando sus conocimientos en un juego que, como el béisbol, para nosotros, estratégicamente hablando, ha sido el mas completo deporte de conjunto.
Tuvimos gran amistad con Roberto Ortiz, el gigantesco bateador cubano que nos contaba tremendos episodios. Y Ortiz nos afirmaba que la gran mayoría de los presidentes cubanos no sabían mayor cosa de béisbol, que es algo sorprendente aceptarlo, aunque cierto es que un pueblo tan deportivo como el de Cuba, costaba Dios y ayuda aceptar lo que decía Ortiz. Este lo que si afirmaba era que los directores de deportes de Cuba sí que conocían de pe a pa todo lo que era béisbol.
Sonlley Alvarado, ex pelotero de gran clase y luego manager, nos aseguraba que el general Trujillo tenía amplios conocimientos sobre béisbol. La vez que dejaron a “Sonlley” por fuera para la quinta serie mundial en la capital cubana, “Sonlley” no se dejo sacar. Se fue al despacho del general Trujillo y este pidió la lista del equipo. Y en un vistazo de un segundo, dijo: “3 catchers” es demasiado: Saquen al tercero y que vaya Sonlley. Y listo el pollo, porque el general sabía de béisbol y se hacía obedecer.
Podríamos referir otros episodios en pura esencia beisbolera, pero ya saben nuestros lectores: el bendito espacio corta las alas. Otra vez será…!”