El peligro de no dormir bien

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BARCELONA.- Dormir mal no le dejará simplemente con cara de sueño. También se asocia con los accidentes cerebrovasculares (ACV) y con un menor suministro de sangre al corazón, según un estudio reciente.

«Dormir mal» incluye dormir demasiado poco o demasiado tiempo, tener dificultades para quedarse dormido y tener dificultades para seguir dormido, comentó el investigador principal, el Dr. Nobuo Sasaki.

«Dormir mal se asocia con las enfermedades cardiovasculares… pero el tipo de problemas del sueño que son más riesgosos no está bien documentado», dijo Sasaki, de la Comisión de Víctimas de la Bomba Atómica de Hiroshima, en Japón.

Los investigadores se propusieron estudiar los problemas del sueño asociados con el ataque cardiaco y la angina de pecho (la enfermedad arterial coronaria) y el ACV.

La enfermedad arterial coronaria es provocada por el estrechamiento de las arterias cardiacas. Esto significa que al corazón llegan menos sangre y oxígeno, lo que aumenta el riesgo de ataque cardiaco y de dolor de pecho (angina), según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

El estudio observacional contó con casi 13,000 hombres y mujeres que viven en Hiroshima. Esas personas, con un promedio de 68 años de edad, estaban inscritas para recibir un chequeo anual de su estado de salud. Casi 800 tenían antecedentes de ataque cardiaco, angina u otras afecciones asociadas con una reducción del flujo sanguíneo en el corazón. Los investigadores dijeron que 560 tenían antecedentes de ACV, y aproximadamente 11,500 no presentaban ninguna evidencia de enfermedad cardiaca.

Los voluntarios rellenaron un cuestionario sobre sus hábitos de sueño. Había siete posibles puntuaciones del sueño que variaban desde una opinión personal leve respecto a un sueño de mala calidad hasta una pérdida de sueño que alterara el funcionamiento diario normal. Cuanto mayor era la puntuación, peor era la calidad del sueño de los participantes, indicaron los autores del estudio.

Entre los pacientes con una enfermedad arterial coronaria previa, el 52 por ciento dormían mal. Lo mismo fue cierto para el 48 por ciento de los supervivientes a un ACV y para apenas el 37 por ciento de los que no tenían antecedentes de enfermedad arterial, mostraron los hallazgos.

El estudio no muestra una relación causal directa. Aun así, los resultados «respaldan la hipótesis de que un deterioro del sueño podría llevar a sufrir una enfermedad cardiovascular», dijo Sasaki. Cuando los investigadores tomaron en cuenta otros posibles factores contribuyentes, encontraron un vínculo significativo entre dormir mal y la enfermedad arterial coronaria.

Despertarse por la noche, no dormir lo suficiente y la fatiga durante el día se asoció con una reducción del flujo sanguíneo al corazón. Tener problemas para quedarse dormido y depender de las pastillas para dormir se asoció con la enfermedad arterial coronaria y con el ACV, encontró el estudio.

Los resultados del estudio se presentaron el martes en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología, en Barcelona, España. Los hallazgos se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

JPM

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