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Biografía de un héroe verdadero
Hace algunas semanas hablé, por primera vez en mi vida, desde el púlpito de una iglesia. Lo hice en el acto de presentación del libro Telésforo A. Isaac: vivencias de un pastor episcopal/anglicano, de mi autoría, celebrado en la Catedral de la Epifanía, de la Iglesia Episcopal Dominicana, ubicada en la avenida Independencia, entre las calles Danae y Pasteur, en Santo Domingo.
Me complació mucho hacerlo en ese recinto, cuyo exterior me ha llamado la atención desde niño, cuando viniendo desde San Cristóbal, mi pueblo natal, entraba a la Capital junto a mi madre.
Dije ahí que en los últimos años he criticado insistentemente el falso concepto de héroe que existe en nuestro país.
Me duele la costumbre predominante aquí de divinizar a algunas personas por el simple hecho de participar en desteñidos e improductivos hechos de carácter político.
Si se reflexiona sobre este tema, tiene que llegarse a la conclusión de que aquí hay muchos falsos héroes.
Es decir, hay gran cantidad de personas cuya heroicidad no ha sido probada, justificada, reconocida ni expuesta.
Los héroes, señores, no existen solamente en el campo político ni en el terreno de los conflictos bélicos.
Hay figuras notables en otras áreas, como por ejemplo en los campos de la salud, de la educación y de la religión.
Dentro de muchos hogares humildes hay también héroes y heroínas. Padres y madres que hacen sacrificios sorprendentes para levantar sus hijos.
Telésforo Isaac es uno de esos verdaderos héroes, lo cual puede ser comprobado hojeando su curriculum de vida, que evidencia las huellas dejadas en San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Santo Domingo y Haina.
Quien escribe, que incursiona en los últimos tiempos en la producción de libros biográficos, se interesó en investigar y escribir sobre él tomando en cuenta las virtudes que lo adornan y el trabajo desarrollado.
TEMAS
Se preguntarán ustedes cuál puede ser el contenido de una biografía del Obispo Isaac.
Voy a darle algunos pistas:
En este libro se pueden enterar, entre otras cosas, cómo y dónde discurrió su niñez y adolescencia. Qué lo hizo interesar en la religión y dónde cursó estudios.
Qué escribió siendo estudiante que lo mantuvo mucho tiempo preocupado y “chivo”, como se dice en el argot popular.
Cuáles han sido sus pasos dentro de la iglesia Episcopal.
Cuál su visión de la República Dominicana y sus problemas e incluso su visión sobre el mundo actual.
Cuál es la alimentación que le ha permitido vivir mucho tiempo y cuáles son sus gustos y hobbies.
En fin, se trata de un trabajo humilde muy distante de las lisonjas y las alabanzas, que esperamos sea del agrado general.
