Fernando Infante: hombre de letras

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El autor es médico siquiatra. Reside en Santo Domingo

POR JOSE MIGUEL GOMEZ

Hace un par de días, con profundo dolor me enteré del fallecimiento de mi amigo y contertulio Don Fernando Infante, un hombre de letras, amante y cuidador de los libros; por demás, buen conversador, alguien que hablaba sin faltas ortográficas y abusaba de los gestos para confirmar o negar algo, pero siempre lo acompañaba de una sonrisa.

A don Fernando le conocí en el Archivo General de la Nación, alguno que otro sábado, en la mañana, allí se juntaba con Ramon Font Bernard y Alirio Paulino Entonces, se duraban horas hablando de historia, literatura y de cultura mágico-religiosa, tratando de conocer la idiosincrasia del dominicano en sus diferentes niveles y épocas.

Fernando Infante

En lo personal, me gustaba escucharles, los tres habían vivido y conocido los secretos del palacio desde la tiranía trujillista a los gobiernos balagueristas. Sin embargo, Fernando como historiador publicó varias obras: Trujillo: aproximación al hombre y su tiempo, La Era de Trujillo, Una Cronología (1930-1961), así como también Los 12 años de Balaguer Cronología Histórica, y una biografía sobre Rafael Leónidas Trujillo. Además, Santo Domingo y Saint Domingue: un vistazo sobre su historia.

Fernando Infante escribía, leía y escuchaba la buena música, la compartía con café, amigos y tiempo para organizar ideas, reflexionar y criticar la lentitud del pueblo dominicano en entender o asimilar los procesos históricos y sociales.

Aunque fue balaguerista, amigo personal de Balaguer, diplomático en El Salvador, Ministro en más de una ocasión, no aceptaba los excesos del gobierno de los 12 años.

Infante había articulado propósitos de vida, y vida con propósito hacia el logro, en lo familiar con su esposa y sus hijos, en el servicio administrativo, diplomático y político, de donde cuidó su hoja de vida y sus valores.

Con los libros, los artículos y el programa de televisión por varios años, prestaba servicio a la sociedad, a través de sus ideas, su talento y su palabra. Pudo llegar a una longevidad útil, productiva y oxigenante, haciendo lo que le gustaba, viviendo sencillo y liviano, sin muchas cosas materiales, pero con una gran satisfacción por lo que había alcanzado existencialmente.

Abbes García

El último encuentro en su casa fue para buscar datos sobre los conflictos de Johnny Abbes, Ramfis y Balaguer. Yo sostenía que parecía una trilogía enfermiza, pero bien manejada por Joaquín Balaguer, donde aprendió a sobrevivir en la dictadura Trujillista.

En esa conversación apareció un accidente sobre la desaparición de Abbes García en Haití, donde Fernando siendo administrador de Dominicana de Aviación fue enviado por Balaguer, y allí se juntó por breves horas en la casa Abbes García, compartió con la esposa y sus dos hijos pequeños.

Siempre fue discreto, afable; un hombre medible, crítico, estudioso de la historia dominicana y latinoamericana, aunque confieso que, explica de forma metódica los conceptos filosófico y político de la vida de los estoicos.

Descansa en paz amigo Fernando, fortaleza para tu familia y tus amigos. Como hombre bueno y sabio, dejaste huellas y cultivaste amigos, lograste propósitos, varias historias y un puñado de sueños realizados que les sirven a través de los libros, conferencias y tertulias a varias generaciones.

Por lo pronto, que la tierra te sea leve y la eternidad grande para que puedas descansar. ¡Hasta luego amigo!

jpm-am

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Rafael Rey
Rafael Rey
1 mes hace

Pedio Santiago un gran hijo, un caballero. Descanse en paz.