Qué pasó y qué sigue tras las elecciones de Venezuela

Son muchos los países que  han apoyado los resultados electorales de Venezuela. Ni las sanciones, ni las amenazas ni los llamados a guarimbas pararon a este pueblo. Nadie podrá variar la voluntad de los venezolanos. Más bien se seguirán sumando apoyos. Son más los países que respetan al pueblo que los lamebotas que lo irrespetan.
A quienes se oponen a las pasadas elecciones porque «no cumplieron con los estándares internacionales» hay que preguntarles ¿que es eso?. ¿Significa que nos dejemos dar un golpe de estado como a Zelaya en Honduras, que permitamos un golpe parlamentario como le hicieron a Dilma en Brasil. No basta que las elecciones sean pacificas, libres y que respete el derecho al voto. No es suficiente que las decisiones del gobierno protejan a los mas pobres?.
¿Que es lo que quiere este imperio y este capitalismo salvaje tratando de darnos cátedras de democracia electoral? ¿Será que quieren elecciones cuando ellos quieran y que gane el que ellos digan¿. Tal vez quieran volver a la guerra de los años 60 y 70. Pero digámosle que no y sigamos derrotándolos en más y más elecciones. La separación de poderes en Venezuela es la misma que existe en Latinoamérica, solo que en Venezuela los poderes del estado responden al socialismo del siglo 21 y en otros países al capitalismo.
El imperio no tiene moral para exigir nada. Llamaron no solo a una rebelión militar sino también a un golpe de estado. Tratan de arrodillar al pueblo de hambre y tienen el descaro de ofrecer ayuda humanitaria. Se oponen a las elecciones de Venezuela pero apoyan el fraude en Honduras. Piden la liberación de los presos políticos pero hacen silencio con Lula en Brasil. Compran petroleo en dolares y ordenan congelar las cuentas de Venezuela.
Podrán decir que en estas elecciones se abstuvo un 55%, que el chavismo redujo sus votos duros y que la abstención ganó las elecciones pero no podrán cambiar la realidad de mas de 9 millones de electores que salieron a votar ni  podrán variar que maduro ganó con más de 6 millones de votos,  contra el 67 % de  la oposición que obtuvo menos de 3 millones, para un 32%.
Recordemos que Chávez en 1998 y el 2000 ganó con más de 3 millones de votos para una abstención del 46% y 44%. Ganó en 2006 y el 2012 con más de 7 millones para una abstención de 25% y 20%. En el 2013 ganó Maduro con el 49% y una abstención de un 21%. Es decir, la abstención histórica ha sido de un 31%, que equivale hoy a mas de 6 millones de votos
No muchos países pueden mostrar buena participación electoral. En los países donde el voto no es obligatorio, como Colombia, EU, Venezuela y Nicaragua, solo este ultimo es el que tiene una amplia participación con un 65% promedio. En Colombia la abstención promedio es del 54%. En  EU del 50%. Y en Venezuela de 31%.
En las pasadas elecciones, de un total de 20 millones registrados para votar, lo hicieron menos de 10 millones  y se abstuvieron mas de 10 millones. Si a la abstención del 55% le restamos la abstención histórica que ha sido del 31%, podemos deducir la abstención real del certamen que sería igual al 24%,  la cual representa a más de 4 millones.
Si comparamos el voto de estas elecciones con los resultados de las elecciones del 2012 cuando Maduro y Capriles recibieron más de 7 millones de votos, se puede decir que el chavismo perdió más de un millón de votos y la oposición  más de 4 millones. El aumento de la abstención disminuyó la participación chavista y opositora.
Con quien debe estar enojado y molesto Henri Falcón no es con Maduro que ganó en buena lid sino con sus amigos de la oposición que llamaron a la abstención . Fue un error suyo el no reconocer los resultados, sin impugnar el proceso y sin presentar una sola prueba ante el CNE, porque no solo se descalifica ante esos dos millones aproximados de venezolanos que votaron por él sino también se desprestigia igual o peor que los abstencionistas.
En vez de ejercer el liderazgo de una oposición dividida y debilitada, se sometió a las órdenes del imperio de no reconocer al gobierno ni tampoco al CNE que él mismo había reconocido en las pasadas elecciones de gobernadores.
Venezuela necesita una oposición que se olvide del golpe y trace una ruta electoral para que pueda revisar qué pasó en las elecciones pero también el chavismo necesita revisarse de arriba a abajo y ver qué no está funcionando.
Aun así, mantener el nivel de votos significativo del chavismo, en medio de  una guerra económica, de un bloqueo financiero y de una guerra mediática internacional, ha sido mas que un triunfo, una hazaña del presidente, del pueblo y de los chavistas.
Asumamos esta victoria con humildad y espíritu de diálogo. La prioridad es buscarle una salida a la crisis económica. Para eso, se requiere de un acuerdo con los empresarios para entregarles los dólares que necesitan para comprar y distribuir los productos, alimentos y medicinas que el país requiere al precio del dólar oficial no del dólar especulativo y quien no lo cumpla debe caer preso y la empresa debe ser incautada y entregada a los trabajadores vía una decisión judicial.
Los retos de la revolución es acabar con la burocracia pública que genera corrupción, deficiencia e ineficacia. Hacer auditorias y que caiga quien caiga. Aplicar la ley para reducir la delincuencia. Educar a los chavistas para ser revolucionarios honestos como Chávez. Pero sobre todo eliminar la hiperinflación para resolver no solo la crisis economía sino también el sufrir de los venezolanos y lograr que aquellos que salieron fuera regresen a su patria.
sp-am
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