OPINION: Guerra Comercial China vs. EEUU

Las noticias de los últimos días han estado matizadas por la guerra comercial desatada entre los países de China y los Estados Unidos y sus  impactos en los mercados financieros globales.

Es muy preocupante el hecho de que las anteriores naciones estén  enfrentadas cara a cara en la discusión de cuál de ellas tendrá la hegemonía comercial sobre la otra y, para debilitarse entre ellas se imponen aranceles o impuestos aduanales que encarecen sus ventas y compras de bienes y servicios que requieren los consumidores de estas naciones.

Esta guerra comercial ya afecta muchas empresas al extremo de que las mismas registran disminución de su valor en el mercado pues los precios de sus acciones o participaciones en su capital han disminuido con la posible pérdidas de capital si se decidieran vender todas sus acciones a inversionistas especuladores o ávidos de oportunidades en el presente entorno turbulento.

Una de las empresas chinas que ha perdido valor en sus acciones ha sido la corporación tecnológica fabricante de los teléfonos celulares Huawei la cual ha sido acusada por el gobierno norteamericano de Donald Trump como responsable de realizar espionaje a través de soportes tecnológicos servidos por empresas norteamericanas a la empresa china.

Hace unos meses la encargada financiera de dicha empresa china fue detenida en el Canadá acusada de facilitar informaciones tecnológicas a Irán, país con el que Estados Unidos ha tenido encontronazos debido a sus desacuerdos armamentistas.

Pero estas disputas comerciales no se han limitado a los dos países enfrentados directamente (China y EE.UU.) sino que sus tentáculos comienzan a llegar a los países de Latinoamérica.

Recientemente, el asesor principal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Andrew Powell, consideró que el proteccionismo impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump puede abrir opciones comerciales a varios países de Latinoamérica que logren aumentar sus exportaciones a China.

Se asume que un recrudecimiento de esta guerra comercial entre EE.UU. y China podría abrir oportunidades en Latinoamérica, especialmente en las exportaciones de algunos productos con los que compiten con productores estadounidenses.

Es el caso del precio de la soja en la Bolsa Mercantil de Chicago, el mercado más grande de derivados del mundo, después de que China anunciara su intención de imponer aranceles a las exportaciones de ese producto desde EE.UU.

Lo anterior puede suponer una ventaja para países productores de soja, como Argentina, Brasil y Uruguay, que podrán aumentar sus exportaciones a China.

Sin embargo, el señalado asesor económico acotó que  el enfrentamiento entre ambas potencias podría tener también un impacto negativo en la región latinoamericana si el crecimiento de la economía china, con estrecha relación con varios países de la zona se ve afectado ya que su Producto Interno Bruto (PIB) se reciente como resultado de dicha guerra lo obligaría a que esta nación asiática disminuya sus compras globales.

En este sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya puso en alerta al mundo de que el crecimiento económico global puede verse afectado significativamente debido a los efectos negativos que arrojaría la profundización de la guerra comercial entre EE.UU. y la China.

Tanto es así, que el FMI estima que el crecimiento económico mundial podría terminar este año 2019 en un 3.3% y Latinoamericano en un 1.4% del PIB mundial.

Las razones que ha tenido el FMI de predecir tales crecimientos obedece a 3 causas: (1) la escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, (2) las crisis en Argentina y Turquía y (3) la contracción de las condiciones financieras en las mayores economías.

Entre las causas que cobran cuerpo a raíz de la guerra entre China y EE.UU que afectarían a Latinoamérica se encuentran: (1) mayor riesgo, dólar más caro, lo que se traduce en la caída que registran varias bolsas de la región,   (2) debilitamiento de monedas latinoamericanas frente al dólar.

Los inversores en general están más cautelosos. La tentación de sacar dinero de esos países termina siendo mayor, cambiar la moneda local en que esos recursos están invertidos y comprar dolares.

(3) caída de los precios de materias primas pues se recuerda que Latinoamérica en años recientes se benefició del boom económico de China, vendiendo a buenos precios materias primas que el gigante asiático devoraba de forma insaciable, pero un enfrentamiento de la economía China provocaría un efecto inverso.

Los precios de productos como la soja argentina, el cobre chileno o los minerales peruanos se desplomaron en los últimos días o semanas, lo que reduce las ganancias exportadoras y la recaudación de los gobiernos. La presencia de México en la canasta de importaciones de los EE.UU. ha crecido mientras cae la de China.

En el primer trimestre de 2019, la participación de China en el mercado importador estadounidense se redujo a 17,7% contra 21% del año pasado, mientras México la aumentó a 14,5% desde 13,5% en el mismo período,

«Un punto en el mercado de EE.UU. es enorme, entonces México ha ganado participación en promedio y ha desplazado a China en ciertos productos, algunos que están en las listas de aranceles y represalias entre EE.UU. y China», conforme el ministro de comercio de México.

La clave aquí es el tratado de libre comercio que México tiene con EE.UU. y Canadá.

Esto podría acentuarse después que Trump eliminara la semana pasada aranceles que había puesto a las importaciones de acero y aluminio de México y Canadá, que se comprometieron a retirar gravámenes sobre productos agrícolas de EE.UU.

De este modo, en medio de su disputa con China, Trump buscó apaciguar un diferendo que mantenía con sus dos vecinos tras negociar con ellos un nuevo acuerdo comercial que aguarda ratificación.

Una cuarta causa sería la mudanza a México, debido al enfrentamiento Washington y Pekín, de  compañías multinacionales para evitar quedar atrapadas en la creciente red arancelaria.

La amenaza de los aranceles sirvió como catalizador en las mudanzas de empresas fuera de China para no verse afectadas por los nuevos  aranceles que impondría EE.UU. a China.

Así anda el mundo, entre otros casos como el Brexit que se llevó de paro a los señores primeros ministros Camerón y Teresa May, a parte de los problemas con Venezuela e Irán y no menos importante con Rusia.

Ante tales situaciones la República Dominicana como parte del concierto de naciones de este mundo no puede sustraerse ante esta realidad y debe poner su barba en remojo ya que ha pasado a negociar directamente con la China y comienza a ser parte de las discordias entre Estados Unidos y la China.

Lo anterior en buen dominicano significa que las autoridades dominicanas deben saber bailar entre estas dos naciones a los fines de sacar el mejor partido de este match que podría prolongarse muchos meses más ya que en este pleito están en juego: la hegemonía económica y financiera, tecnológica y más tarde militar.

of-am

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