La violencia en las sociedades latinoamericanas actuales
Como un incendio en una pradera, que se incrementa con el discurrir del tiempo, la violencia y el crimen ocupan los temores de las sociedades latinoamericanas, llevando a las personas a poner en tela de juicio el trabajo de las autoridades correspondientes. Uno de cada tres homicidios en el mundo se produce en tierras latinoamericanas y caribeñas. Nuestra región tiene la tasa de homicidios más alta del mundo, la cual se sitúa en 23 por cada 100 mil habitantes, según cifras de la ONU del 2012.
Al paso que va la delincuencia y la violencia, la gente se verá tentada a tomar la justicia en sus propias manos, con el peligro que eso representa para las libertades de que disfrutamos. En la película El Secreto de sus Ojos, del director argentino Juan José Campanella, un hombre al cual los tribunales le negaron hacer justicia ante el vil asesinato de su novia, cometido por un sicópata protegido por esferas de poder, busca vengar a su amada, encarcelando él mismo y manteniendo bajo las rejas durante toda su vida al asesino.
En la medida en que este mal enquistado en todo el tejido social continental se agranda pone en peligro las conquistas democráticas en el continente. Así lo manifiestan las estadísticas del Barómetro de las Américas 2014, un estudio presentado por el Proyecto de Opinión Pública de América latina, de la Vanderbilt University de Tennessee, investigación conducida heurísticamente por los cientistas sociales Mitchell Seligson y Elizabeth Zechmeister, la cual consistió en la realización de 50 mil entrevistas en 28 países.
Segú las cifras exhibidas por el estudio de la Vanderbilt University, a los latinoamericanos les preocupas más la violencia y el crimen en estos momentos que hace diez años. De acuerdo a las tesis de los dos investigadores, esa tendencia de las aprehensiones latinoamericanas sobre el delito conduce a “democracias en riesgo”, debido a que la gente se radicaliza en la solución de la problemática, y sugiere soluciones exageradas, como son: grupos paramilitares, linchamientos públicos, etc.
De acuerdo a los dos sociólogos de la universidad estadounidense, a pesar del avance latinoamericano en materia económica, en donde las personas que viven con menos de 2.50 dólares por día se ha reducido a la mitad, y la clase media se está incrementando, los desequilibrios son enormes, pues todavía conviven 80 millones de personas que su situación es de pobreza extrema, y más del 40 por ciento de la población cree que la realidad ha empeorado en el último año. De ahí que el estudio en cuestión observe con preocupación que el pesimismo que embarga a la mayoría en Latinoamérica y el Caribe, ligado a la sensación de inseguridad de las personas está creando un “retroceso en los indicadores de legitimidad democrática desde el 2012”, resalta una de sus conclusiones.
Uno de cada tres ciudadanos encuestados en Barómetro de las Américas 2014, considera que la violencia y el crimen son los principales problemas en su país. Sin embargo, una cifra que lleva a reflexión es la que indica que el 17 por ciento de los latinoamericanos encuestados dijo haber sido víctima de un crimen, y dos de cada cinco dijeron sentir miedo al caminar por algunos lugares urbanos. De igual manera, de los entrevistados, un 35 por ciento dijo sentir miedo e inseguridad al abordar un transporte público. En el estudio salen muy mal parados los policías de Bolivia, Venezuela, Perú, Haití y México.
Otro dato que obliga a que los regímenes latinoamericanos realicen mayores esfuerzos por la transparencia es que el 80 por ciento de los encuestados dijo considerar que la corrupción es común o muy común en sus gobiernos.
Las cifras presentadas por el Barómetro de las Américas 2014 deben llevar a las autoridades de nuestros países a incrementar los esfuerzos en la elaboración de medidas preventivas que disminuyan la violencia y la delincuencia, pues el aumento de este mal, hace que la democracia pierda legitimidad y los ciudadanos y ciudadanas favorezcan acciones extremas que pondrían en riesgo las conquistas democráticas que tanta sangre y sacrificio han costado al continente.