ESPAÑA: Arzobispo se postra para pedir perdón por escándalos
GRANADA, España, 23 de noviembre.- El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se ha postrado ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia y ha asegurado durante su homilía que «el mal es mal» y hay que «erradicarlo» de forma decidida si afecta a inocentes. El prelado ha permanecido tumbado en el suelo durante varios minutos junto a otros religiosos y delante de los numerosos fieles que han acudido a la eucaristía de las 12.30 horas, muchos más de los que habitualmente acuden cada domingo a esta cita. El gesto de Martínez, que según ha explicado él mismo sólo se hace también al inicio de la liturgia de cada Viernes Santo y que ha tenido lugar al comienzo de la misa, se produce a punto de cumplirse una semana desde que se conocieran públicamente los presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su Archidiócesis. «Hay una misericordia infinita que perdona y nos encomendamos a ella cada vez que empezamos la eucaristía, pero hoy lo vamos a hacer de una manera especial, dada la herida que hemos vivido en esta semana», ha sentenciado el arzobispo, que ha invitado al resto de presentes a arrodillarse ante el altar. Más doloroso en el seno de la IglesiaMartínez ha dicho que «los males de la Iglesia» son también los males «de cada uno» y ha reiterado su perdón para que «ayude y sostenga» a todos aquellos que hayan sido «escandalizados», especialmente por la «conducta de los pastores». Posteriormente, durante su homilía ha hecho referencia al pasaje del evangelio leído en la misa, alusivo a que todo buen o mal acto hecho al prójimo afecta también a Dios. Ha indicado que resulta «más doloroso» que, en nombre de una confianza sagrada y de una «situación de preeminencia» en el seno de la comunidad cristina, los pastores, «de mil maneras», puedan hacer un mal uso de esa confianza o posición y que siempre que esto sucede «es una herida dolorosísima para Cristo». «Lo que produce escándalo no es el sacerdocio, es que podamos ser malos pastores», ha insistido Martínez, quien ha pedido que se sepa cuidar de aquellas personas que «por nuestra culpa, por nuestro pecado» hayan podido ser «escandalizadas o heridas por cualquier miembro de la Iglesia».