Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Gobierno y sindicatos acordarán aumento sueldos cada cinco años
JCE da hasta mañana a PRM para que incluya mujer en boleta DN
Grupo Financiero Popular celebra su asamblea de accionistas
JCE despacha 1,566 kits para las elecciones de mayo en el exterior
FP pide JCE detener «uso recintos militares y policiales en campaña»
Abinader designa a Manuel Conde como su representante ante JCE
Entérate NY (OPINION)
Multitud apoya en calles del DN Abinader y candidatos Congreso
Candidatos PLD anuncian detalles de su programa de gobierno
30 médicos RD ganan plazas MIR de especialidades en España
Dos sistemas educativos en un mismo país
Recientemente, en la República Dominicana se firmó el Pacto por la Educación en un intento válido por mejorar la calidad del sistema de instrucción pública, no tocando para nada el sector privado. El Gobierno Dominicano, grupos empresariales, universidades, políticos, legisladores, Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas, asociaciones profesorales y demás sectores fueron los signatarios de tan importante documento. El Primer Mandatario de la nación dominicana, acertadamente, ha priorizado la educación como eje fundamental para impulsar el desarrollo del País y el Ministerio de Educación ha conducido el proceso del Pacto Educativo. Concomitantemente con esto, el Gobierno Dominicano hace esfuerzos reales para erradicar el analfabetismo con el programa Quisqueya Aprende Contigo y construye miles de aulas a lo largo y ancho del territorio nacional, iniciando, por primera vez, lo que se conoce como la tanda extendida. En una lectura rápida del Pacto por la Educación se puede colegir que existe una marcada intención de todos los sectores nacionales de que se produzcan avances en la calidad de la educación nacional, sin embargo, deja intacto el hecho de que hay que unificar los programas de estudios y poner a un mismo nivel la calidad profesoral y los medios tecnológicos en los sectores privado y público. No es una sorpresa para nadie que los hijos e hijas, lo mismo que los nietos y nietas de los firmantes del Pacto por la Educación, en un 99.99 %, estudian en los colegios privados de la capital dominicana y que el gran universo de alumnos se concentra en la escuela pública. Esto tiene una explicación lógica: inscribo los míos, siempre que mis condiciones económicas me lo permitan, donde hay una mayor garantía en la calidad de la educación. Los laboratorios de ciencias, idiomas, informática, y otros, son la columna vertebral para la enseñanza en los colegios privados de primer nivel en Santo Domingo y ciudades como Santiago, mientras brillan por su ausencia en casi la totalidad de las escuelas y liceos del sector público. ¿Que les parece? ¿Es eso justo?La educación privada en la RD, a todos los niveles, funciona como un sistema educativo independiente, constituyéndose en un lucrativo negocio, con escasa regulación de parte de las autoridades del Ministerio de Educación. Estos, establecen tarifas y condiciones prohibitivas para las familias menos pudientes, provocando la exclusión automática de una buena parte de la población dominicana. En muchos casos, la educación que se oferta en determinados colegios privados es excluyente y elitista, pues, está reservada para determinados grupos sociales, donde la incidencia y regulación de parte de las autoridades es prácticamente inexistente. Claro, en estos centros estudian y han estudiado por décadas los familiares y relacionados de los principales funcionarios del sistema educativo nacional. Considero que hay que hacer una evaluación muy profunda en el sistema educativo nacional, ya que, debido a la segmentación y estratificación social a que ha sido sometido en los últimos años, existe una diferencia abismal entre los egresados de los sectores privado y público. Unos dominan dos y hasta tres idiomas y manejan muy bien los sistemas informáticos y otras áreas del saber, mientras los otros apenas saben escribir su nombre. Con estas marcadas diferencias los egresados de los sectores privado y público de la educación media entran a la universidad y de ahí en adelante ustedes conocen la historia. Pienso, que hay que democratizar la educación nacional, ya que tal y como organizada ahora, puedo afirmar que tenemos dos sistemas educativos en un mismo país. Se requiere, por lo tanto, no el 4% del PIB en el presupuesto anual de la Nación para la educación, sino el 10% o mas, de tal manera que se invierta, como debe de ser, en los recursos materiales y humanos necesarios para ofertar una educación de calidad en el sector público. Recordemos que la educación no es un gasto, sino una inversión y los países que mas invierten en ella son los que han alcanzado mayores niveles desarrollo y por lo tanto una mejor calidad de vida. ¡Adelante! elegidoprimero@hotmail.com