Cada día menos
Un amigo reciente me señalaba a su hermana y me decías que ella vendió su voto en las elecciones pasadas por $3,000.00. Se justifica diciendo que todos son iguales de bandidos y corruptos. Si lo creo, no es secreto, todos son iguales pues son parte de nosotros, nada distintos. Ellos buscaron caminos, padrinos, hicieron compromisos y si tuvieron la suerte o la habilidad de llegar, van a resarcirse de tantos corruptos que tuvieron que comprar a precio de ganga. Nos vamos del país en busca de mejores oportunidades. No pasa una semana sin que veamos cientos de repatriados del sistema penitenciario norteamericano, español, peruano, argentino. Somos noticia porque esa parte fue con su bagaje de mentiras, engaño, impunidades y otras lacras, a querer transformar otras sociedades que amablemente les dieron albergue. Esta semana ha sido noticia una joven que llegó a ocupar una buena posición, lo hizo con mentiras, compró marido para tener nacionalidad, se hizo ciudadana sin amar el país que con nobleza se la otorgaba, mintió bajo juramente ante interrogatorios, no declaró ingresos y propiedades, y como esas cosas aquí las tratamos como “habilidades”, ella creyó en que allá era lo mismo. Al cabo era lo que conocía, lo que había aprendido, lo que había vivido. Da lástima ver cómo vamos perfilándonos en el mundo. Como muchas de nuestras mujeres se proyectan mundialmente en la prostitución, prostituyendo a su vez a maridos degradados y no celosos que esperan el situado para mantenerse, beber y tener queridas. Cómo hemos perdido ese concepto de pundonor, de sentirnos responsables de cumplir bien y con seriedad un tarea encomendada, de movernos por la vida con ciertas leyes inalienables de comportamiento. De ser confiables, éticos. Tengo que preguntarme a donde se fueron esos valores, que muchos adquirimos en la dictadura y hemos perdido en la democracia. Miro mi país de origen, y algunos otros, pero que no me duelen tanto, con mucha pena, con el sentimiento de frustración, de que solo algunos miles siguen siendo personas cabales mientras que millones no son más que comodines oportunistas, que ya ni la vida ajena respetan, aun cuando no haya motivos, y que ya hasta matar nos está gustando, pues todo, todo, si nos pescan, con un par de pesos se arregla, ya que como algunos perros, nuestro país está cundido de pulgas, y no veo solución. Los políticos dominicanos son una vergüenza de muertes, bandidaje, robos y todo lo que sea decadencia y estar de rodillas ante el dinero, lavado o sucio, no importa. Sin organismos de orden y justicia serios. El pueblo no quiere cambiar, el gobierno menos pues así tiene plena libertad de hasta allegarse un millón de dólares de comisión en dos plantas eléctricas, tal como el Gobierno Chino ha dicho, y el pueblo con buen orden y leyes que se cumplan (no sé quién las impondría) perdería las posibilidad de quizás un día ganarse una quiniela. Monterrey, N., Mex. luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *29/VI/2014