¿A quiénes vamos a gobernar los políticos?
Hay dos percepciones de la República Dominicana: la de los informe divulgados por la Presidencia de la República y la del país real que es una sociedad confiscada por políticos desquiciados por la ambición sin límite.
La primera es la de los que piensan que estamos muy bien y se preguntan para qué necesitamos cambiar.
Esta visión la defienden políticos del gobierno y el Partido de la Liberación Dominicana, empresarios asociados y analistas contratados. Sin embargo, la realidad contrasta con esa percepción falsificada y muestra una sociedad muy distinta, la real.
Así, hoy tenemos a la clase alta sin rumbo, la clase media en decadencia y los pobres desamparados, sin sus derechos a recibir todos los servicios del Estado, son extorsionados por el clientelismo gubernamental con propósitos continuistas y proteger privilegios que, “sí lloran ante la presencia de Dios”.
Pero ¿cómo está verdaderamente República Dominicana? Un pueblo que sufre, con ansiedad por la prohibición de trabajar, sin recursos para soportar este aislamiento social, sin medios alguno de subsistencia, donde todos se encaminan hacia un túnel sin salida porque la luz solo es para un puñado de privilegiados que dominan nuestra economía.
Esos políticos que se olvidan que fueron elegidos por un pueblo que aún es soberano.
Por eso creo que hoy, más que nunca debemos comprometernos con esa justicia social que tanto necesita nuestro país. La situación actual resalta la urgencia de la crisis sanitaria del COVID 19 y sus repercusiones en la economía dependerán en gran medida de la eficaz gestión de los actuales gobernantes. Un manejo deficitario conduce al desastre y al caos.
En consecuencia, a emprender un Cambio hacia una nación más justa, más educada, más segura, más saludable y más competitiva, para construir un mejor legado a las presentes y próximas generaciones.
JPM
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