BARAHONA: Sigue debate por la glorieta

BARAHONA.- De repente la glorieta del parque central de Barahona es el foco de atención de los “mejores hijos de este pueblo”.
Me recuerda, hechos criticables de hijos que se van al exterior y se olvidan de sus padres enfermos que dejaron atrás. Nunca le envían para que compren sus medicamentos para hacer frente a enfermedades que sufren.
Pero cuando mueren, por falta de atenciones, llaman urgente al que se ha quedado cuidándolos y le exigen que se abstengan de enterrarlos hasta tanto ellos vengan.
Cuando logran ingresar a su país, al salir del aeropuerto, compran la corona más vistosa y la traen a su difunto y ya en el velatorio ordenan que se compre la caja o ataúd más caro que haya en el mercado para enterarlos.
Es lo mismo que ha venido sucediendo con la glorieta del parque central de la ciudad, a nadie le ha preocupado antes su estado, aunque sí han criticado al Alcalde local por tantos parche que le ha colocado durante su gestión.
En ocasiones las críticas han sido tan severas que se ha dicho que nuestro Alcalde no tenía visión del modernismo, que teníamos un parque que parecía un chiquero de vacas, que tenia en algunos lugares los mismos bancos de concretos de antaño.
Hoy gracias y a través de una alianza con instituciones del Estado, se esta haciendo la construcción de nuestro parque. Se ha querido hacer una obra con características modernas ajustada a los nuevos tiempos y ahí han venido las manifestaciones de sentimentalismos.
Han gritado barahoneros que hace muchísimos años salieron de su terruño, que nunca -aunque han tenido los recursos- han donado un banco sencillo para que los que nos hemos quedado aquí nos sentemos.
Los que entendemos el término sabemos que la hipocresía es un mal que afecta a muchos. De manera hipocrita gritamos, protestamos, pero ¿ en qué hemos contribuido para que las cosas mejoren ?
Para la época en que se construyó esa glorieta, los materiales que usábamos eran salados, sacados de las aguas del mar, no clasificados, carecían de la calidad que impone el momento.
Queremos desconocer que cada cosa tiene un tiempo útil de vida y que a partir de ahí se convierte en peligro aunque las apariencias digan lo contrario.
He leído y escuchado a ingenieros gritar y criticar, he visto manifestaciones de amargura en algunos por la posible demolición de la actual glorieta, ingenieros que conocen que las estructuras de concreto tienen una vida útil y que a partir de ahí, se convierten en peligro.
Creo que hasta ha habido manifestaciones de mezquindad. Se ha querido desconocer que quienes están al frente de esa obra son profesionales igual que ellos que deben tener la formación debida, que tienen los conocimientos y el compromiso de hacer una obra de calidad.
Los ingenieros a cargo, cuando terminen se Irán de la ciudad con la experiencia adquirida de haber trabajado en la localidad más difícil, donde existen tantos todólogos y dolientes de cosas que antes no le importaban, que criticaron por los años que tenían erigidas y que hoy cuando se quieren cambiar, hay tanto sentimentalismo.
He leído a un barahonero criticar desde la ciudad donde se fue a vivir hace más de veinte años y si ha venido a su natal dos veces han sido muchas. He leído también a otro compueblano gritar a nombre de una institución.
Un personero que tuvo a su cargo uno de los lugares emblemáticos de la ciudad y lo convirtió en cualquier cosa, menos en lo que debió haber sido hasta que lo despojaron de él y lo convirtieron en lo que debe ser.
Cuanta falsa, cuanta irracionalidad, que manera de dejar salir sus rabias y vergüenzas por no haber sido los ciudadanos que demanda su provincia.
Con tantas tareas pendientes por nuestra Barahona, tantas realidades que nos dan por la cara con tantas debilidades que debían fortalecer, con tantas actitudes que debíamos cambiar, con tantas reflexiones que debíamos hacer para ser hijos dignos de nuestra Provincia.
La glorieta del parque central debe ser demolida y en su lugar construir una replica igual, pero con la calidad y el modernismo que demandan los tiempos. Las autoridades deben entenderlo y actuar.
Consensual en una sociedad tan complicada como ésta es difícil . Hasta los malos hijos nos creemos dignos, aunque nunca hayamos aportado en las necesidades, pero sí estamos prestos a realizar un entierro de ricos a simples pobres que en vida fueron nuestra responsabilidad.
Los pueblos deben cambiar y es responsabilidad de las autoridades. Para eso las elegimos. Si Balaguer en los 70s no hubiera tumbado el semillero para construir las flores y los multifamiliares, Barahona sería hoy una gran pocilga, aunque aun tenemos barracones que nos avergüenzan y esos ilustres “barahoneros”, ni para ahí miran.

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