SOS al parque Mirador Sur

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El autor es periodista.

El pulmón de la ciudad, el parque Mirador Sur, lo están contaminando las mismas autoridades que están destinada a cuidarlo, pero, sobre todo, que están llamadas a velar para que quienes lo usen se beneficien de las bondades a la salud que representa ejercitarse en un lugar como este, tal como lo hizo durante varios años el presidente de la República, Joaquín Balaguer, creador de esta maravilla ambiental, el 27 de febrero de 1978, en la postrimería de su tercer mandato como gobernante.

A partir de entonces los visitantes capitalinos y de otras ciudades y países han disfrutado de este “oasis” en medio de la cada vez más turbulenta ciudad capital. Allí se disfruta de varios kilómetros por senderos asfaltados y adecuado para quienes ven en la caminata un alivio de salud tanto física como mental, con espacios para él ejercicio en máquinas, canchas de baloncesto, pistas para skyboard, o simplemente caminando con sus mascotas como lo hace un viejo amigo con su Akita Americanos Hachi, y es que los canes también tienen un espacio exclusivo en el parque.

Resultado irónico que usted salga corriendo del stress de la oficina, de los monumentales tapones capitaleños, a respirar aire fresco y puro en su apreciado Mirador Sur y mientras camina por las angostas vías -que no hay que ser ingeniero de la Nasa para saber que son peatonales- se encuentre con dos destartalados camiones  esparciendo monóxido de sus antiguos motores diésel recogiendo  basura que bien puede recolectarse de otra manera sin contaminar el ambiente ni exponer la integridad física de quienes se dan cita allí para caminar en procura de mantenerse saludable, física y mentalmente.

Motores policiales

La historia no termina aquí, por esas vías peatonales donde se ha prohibido el uso de bicicletas transitan muy campantes policías en motos, dado que también funciona un destacamento policial; otro personal anda en motonetas de tres ruedas con motor a gasolina, esparciendo monóxido por todas las “vías peatonales”.

La cereza del pastel es el pantano que se forma en una parte del sendero peatonal por la acumulación de agua cada vez que llueve, que lo hace intransitable, a esto se suma el franco deterioro de varias estructuras que se encuentran en el parque como: luminarias, bancos y otras facilidades para el disfrute del ciudadano.

Se hace urgente que las autoridades municipales presten atención a lo que ocurre en este privilegiado lugar con que cuenta la capital dominicana y se corrijan los males existentes para detener el deterioro del lugar más importante con que cuenta el casco urbano capitaleño y que sigamos disfrutando las caminatas y ejercicios sin que tengamos que resguardarnos de los vehículos que imprudentemente invaden los senderos peatonales.

Una buena solución sería dotar a los policías del destacamento que allí se encuentra, de motos eléctricas para su ronda de vigilancia; que cualquier vehículo que necesite acceder al parque para la recogida de basura u otras funciones, deba ser eléctrico, que transite por áreas determinadas, no por todo el parque, violando las normas de seguridad y ambientales.

jpm-am

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el dominic
el dominic
2 horas hace

excelente comentarios esperamos estos comentarios lleguen a lo oidos de las autoridades competentes y que se busque solucion inmediata a este problema., señor tejada gomez dele seguimiento fuerte a este problema lo felicito por tan importante obcervacion.