SIRIA: Mortal semana en sexto aniversario de la guerra
Esta semana se cumplieron seis años de la guerra en Siria, y han sido siete días especialmente violentos, donde incluso una mezquita fue bombardeada presuntamente por aviones estadounidenses, dos ataques suicidas en Damasco y acusaciones de ataques con bombas de fósforo por parte de aviones rusos y sirios.
El total de muertos en el ataque del jueves de aviones estadounidenses a la aldea de al-Jinah en la frontera entre las provincias de Alepo e Idlib, aumentó por la noche a 46, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de monitoreo con sede en Londres.
El Observatorio, que usa una red de fuentes en tierra en Siria para sus reportes, dice que la mayoría de las víctimas eran civiles.
Funcionarios de defensa estadounidenses afirman que la mezquita no era el blanco del ataque sino una reunión de militantes de al-Qaeda en las cercanías. Varios extremistas murieron en la incursión, se indicó.
En un comunicado, el vocero del Comando Central de EE.UU., dijo que los aviones impactaron un edificio cercano, pero no la mezquita que estaba llena por ser la hora de las oraciones de la tarde.
«Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo contra una reunión de al-Qaeda en Siria, el 16 de marzo en Idlib, Siria. Nosotros no atacamos ninguna mezquita», dijo el coronel John Thomas.
«Nuestro blanco fue destruido. Hay una mezquita cerca que sigue en pie», escribió, agregando que las denuncias de muertes de civiles serán investigadas pero que el Pentágono tiene fotos aéreas que muestran que la mezquita sigue en pie.
El servicio médico de emergencia conocido como Cascos Blancos, también documentó el ataque y dice que la mezquita fue impactada. El grupo colocó un video que muestra la operación de rescate, con los trabajadores de emergencia sacando a las víctimas de entre los escombros. Activistas también colocaron un video que presuntamente muestra la parte norte de la mezquita dañada.
El coronel Thomas dijo que «Idlib ha sido un importante refugio de al-Qaeda en los últimos años».
Activistas locales aseguran que la aldea de Jinah, al suroeste de Atareb en la zona rural de Alepo no está controlada por grupos vinculados con al-Qaeda.
Pero, el área ha sido escenario de reuniones jiyadistas en el pasado. En noviembre de 2014, jiyadistas veteranos conocidos como el grupo Khorasán trataron de coordinar una fusión entre militantes rivales del Estado Islámico y el grupo Jabhat al-Nusra, la entonces rama oficial siria de al-Qaeda, y se llevó a cabo una reunión en una granja en la cercana Atareb.
El mes pasado militantes secuestraron a un alcalde de Atareb, lo que provocó protestas contra jihadistas por partes de los residentes.
Con todo, el ataque aéreo del jueves fue denunciado por activistas locales que dicen que habría indignación en EE.UU. si el ataque que dejó tantas muertes civiles hubiera sido perpetrado por aviones rusos.
El Observatorio Sirio calificó el bombardeo como «una masacre».
«Sea que había un blanco importante en el área o no, atacar así sea parte de la mezquita a la hora de las plegarias con municiones múltiples es poco más que miope», dice el analista Charles Lister, del Instituto de Medio Oriente, autor del libro «El Jihad Sirio»
Existen preocupaciones por parte de grupos de derechos humanos de que los bombardeos cerca de la mezquita indican que el Pentágono ha aliviado sus normativas respecto a la lucha en Siria. Eso abre la perspectiva de que más civiles pueden morir en el futuro en ataques de EE.UU. contra grupos vinculados a al-Qaeda y el Estado Islámico, advierten.
El Pentágono declinó confirmar a principios de semana a la VOA que se están revisando o se han revisado ya las reglas de combate para dar más amplitud a los militares y a la CIA en la lucha contra los presuntos terroristas en ataques aéreos y de drones, para proceder sin necesidad de autorización presidencial en Siria y otros países, como afirman reportes de principios de semana.
«Por razones de seguridad no hablamos sobre las reglas de combate», dijo el mayor Adrian Rankine-Galloway. «Tampoco discutimos los planes que no han sido aprobado», señaló.
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