San Cristóbal: gobierno municipal con más amplias responsabilidades
Un buen amigo, profesional, que participa frecuentemente en las principales actividades públicas locales, me ha observado (en forma de crítica solapada) que en mis artículos recientes sobre la rendición de cuentas del alcalde municipal de San Cristóbal he sido parco y prácticamente no he emitido juicios sobre la misma.
Mi intención clara ha sido transmitir las informaciones del alcalde y dejar que los lectores hagan sus propias valoraciones. Mis comentarios son superficiales y bien resumidos:
Lo primero que se percibe cuando se da lectura a la amplia rendición de cuentas reciente del alcalde municipal de San Cristóbal, José Montás, es que ha estado cumpliendo presencialmente (no desde su casa) con sus funciones.
Segundo, que su accionar ha sido diverso, es decir en distintas áreas, incluyendo la cultura, tocando la mano del cabildo a distintos sectores de la comunidad,
Tercero, que parece transitar con mucha dedicación y cuidado el camino que lo llevara a buscar la reelección, sobre todo teniendo por delante una oposición que no se hace sentir en el municipio de San Cristóbal.
(A poco tiempo de las elecciones la población ignora con certeza quiénes adversarán desde el litoral peledeísta y/o leonelista al candidato del PRM -que se perfila será Montás- aunque se menciona a una dama que hace tímida labor y al ex síndico Nelson Guillén).
Mi cuarta percepción es que aun falta mucho para decir que el Ayuntamiento es un verdadero gobierno municipal, con visión y autoridad para resolver múltiples problemas municipales.
Basta con pasar frente a los parques Central y Piedras Vivas y ver vendedores de comida rápida en las aceras, ante la mirada indiferente de las autoridades municipales, para darse cuenta de que faltan muchas acciones de menor y mayor envergadura, no solamente pequeñas y medianas obras.
El alcalde, que reconocemos acude cotidianamente a su despacho y recibe ciudadanos, debe -aunque sea dos veces al mes- recorrer los diversos sectores urbanos y comprobar una serie de problemas que se registran en las vías públicas y son competencia del cabildo con el auxilio de la Policía.
Por ejemplo, debe comprobar que el publicitado plan de ordenamiento del tránsito se ha materializado y cumplido en menos del 50 por ciento y que San Cristóbal es una ciudad convulsa, temible en materia de tránsito vehicular.
Los talleres de mecánica siguen en las calles, el parque Central sigue sin árboles, los agentes contaminadores del balneario de La Toma y de los ríos y arroyuelos siguen actuando libremente, las vallas ilegales inundan el radio urbano, etc, etc .
Montás tiene buenas notas, pero en San Cristóbal se precisa de un gobierno municipal con mayores responsabilidades y más amplio orden de prioridades.
ahora estamos hablando…. gracias por su articulado….
el golpe ma’s mortal,que sufrio’ la ciudad de san cristobal,..fue’ las 25 fabricas que se’ llevo el corrupto expresidente del p.l.d., leonel fernandez,. y con esa movidas de todas esa fabrica, dejo’ a’ san cristobal huerfanas de trabajo, ha ma’s de dos mil persona, sin trabajos, ?la comunidad no se olvidas de ese «cuadrangular con las base llena».,.!barrio’ con todas la fabrica de s.c.,».?y hasta el stadiun se fue’ de pizque?.,2004-2012.,
dejar a esa enorme cantidad de familias sin sustento fue un acto criminal del coprofago leonel fernandez. algo imperdonable……..
yo le doy un voto a jose pero con el gobierno a su favor deviera hacer mas, se quedo corto..
está claro el énfasis del autor en decir que el alcalde ejerce sus funciones presencialmente, acudiendo diariamente a su despacho. san cristóbal tuvo un síndico (el inefable raúl mondesí) que muy pocas veces acudió a su oficina y constituyó el mayor desastre de su historia municipal
mondesi fue una especie de capo al frente del ayuntamiento. dada su escasa educacion academica y su entorno social siempre fui incredulo de que algo positivo se derivaria de una gestion suya. el tiempo me dio la razon… ese borrachon y corrupto debe estar en najayo en vez de en su mansion con un supuesto arresto domiciliario que nadie supervisa. los sacos de dinero que se robo debe devolverlos o confiscarle sus bienes.