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Modernización del Estado Dominicano
Por JESUS BATISTA
La administración es el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos, con el propósito de lograr los objetivos de la organización de manera eficiente y eficaz. Según Ramió, C. “Teoría de la organización y administración pública”, las administraciones públicas agrupan en cualquier Estado un enorme volumen de organizaciones que gestionan servicios, definen políticas públicas, están bajo las órdenes de unas instancias políticas…, pero que, ante todo, son organizaciones con aciertos, expectativas, problemas y dilemas de carácter organizativo.
En función de las iniciativas que ha asumido la República Dominicana para desarrollar una agenda de reformas de modernización del Estado, se ha legislado y se han creado instituciones para llevar a cabo esta tarea, por tal razón, justo es reconocer el interés de República Dominicana de ponerse a la vanguardia en cuanto a la modernización del Estado, motivo por el cual, hoy día podemos decir, que si bien es cierto que no hemos avanzado lo suficiente, estamos en ese proceso, de una manera lenta, pero firme.
La administración pública en República Dominicana, en un 90% tiene la misma estructura del año 1960, fruto de la miopía de los diferentes gobernantes aferrados al ex famoso artículo 55 de la Constitución. Ahora el art.128.- le otorga tanto poder al Presidente de la República, que lo convierte en una especie de monarca sin corona. Urge una re-ingeniería, fruto de una planificación institucional en el Gobierno Central. La República Dominicana requiere una reforma institucional que coloque su estructura organizacional a la altura de una sociedad moderna.
En el año 1996, el ex presidente Leonel Fernández, padre del Estado moderno dominicano, mediante decreto 484-96, creó la Comisión Presidencial para la Reforma y Modernización del Estado. Justo es reconocer la visión del Presidente Fernández de convertir a República Dominicana en un Estado moderno. En función de esa visión reformadora del gobierno (1996-2000), es que hoy tenemos especialistas y expertos en materia de reforma y modernización del Estado. Con esas iniciativas se estaba pensando en las próximas generaciones.
La República Dominicana ha implementado una agenda de reformas de modernización del Estado. Fueron aprobadas varias leyes; como la Ley de Planificación e Inversión Pública, Ley Orgánica de Presupuesto, Ley de Compras y Contrataciones, Ley de Libre Acceso a la Información Pública, Ley de Contabilidad, Ley de Función Pública, (que creó el Ministerio de Administración Pública), Comisionado de apoyo para la reforma y modernización de la justicia, Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud, la Comisión de Reforma de la Empresa Pública, entre otras.
Si bien es cierto, que las donaciones de instituciones europeas y organismos internacionales como el BID, PNUD, UNICEF, Unión Europea, AEIC y los gobiernos de España y Francia, en algunos casos están condicionadas a mancillar nuestra soberanía, justo es reconocer, que esa cooperación ha ayudado con el objetivo de fortalecer las instituciones del Estado dominicano, como la administración pública, la justicia, las débiles instituciones
En función de los avances que hemos podido observar en la administración pública, a través de la creación de diferentes leyes y reformas, independientemente de que aún nos queda mucho camino por recorrer, observamos que muchas instituciones, y porque no decirlo, funcionarios, están asumiendo con responsabilidad tener un Estado más transparente; fomentando la meritocracia, dándole un nuevo enfoque a la administración pública, para hacerla más fuerte y creíble ante los ciudadanos. Avanzamos lentos, pero avanzamos.
La reforma y modernización del Estado dominicano, debe ser asumida como una política de Estado, los avances que hemos tenido en los últimos 12 años, no pueden estar sujeto a la voluntad del gobierno de turno. La modernización y reforma del Estado, debe estar por encima de los intereses políticos del momento, del clientelismo, populismo y todo tipo de manifestación dañina que accionan en las instituciones del Estado dominicano, por tal razón debemos asumir el compromiso, de seguir fortalecimiento nuestras instituciones públicas.
El administrador es un organizador de recursos humanos y materiales. Debe poseer los conocimientos que le permitirán detectar, prevenir y corregir anomalías, irregularidades y errores, ayudar a las personas bajo su dirección a realizar un trabajo transparente, eficiente y con alto nivel de profesionalidad. Por todo esto, es necesario invertir más en la capacitación de los servidores del Estado. Todo funcionario público de cierta categoría, debe tener un perfil académico, con los conocimientos básicos de administración pública.
El autor: es abogado y Concejal. Reside en Santo Domingo