Las organizaciones políticas y el control interno

Max Weber y su sistema burocrático buscó el camino de establecer estructuras orgánicas funcionales a la luz de garantizar que las estrategias de las empresas se puedan alcanzar con el menor esfuerzo pero logrando una mejor efectividad, que se traducía en que cada puesto estaba enfocado en alcanzar los objetivos que se habían trazado a través de las funciones asignadas.

 

Weber distingue entre tres tipos de autoridad Legitima: tradicional, carismática y autoridad legal racional o burocrática,  esta última “en la que predominan normas impersonales y una racionalidad en la escogencia de los medios y de los fines, como en las grandes empresas y en los ejércitos, etc. cuando los subordinados aceptan las órdenes de los superiores como justificadas, porque están de acuerdo con un conjunto de preceptos o normas que consideran legítimos y de los cuales se deriva el poder de mando.”

 

En las grandes empresas, como  en la vida política se pueden aseverar tales afirmaciones porque los partidos políticos están dotados de una estructura orgánica funcional, donde están establecidas las instancias de dirección, coordinación y control por lo que los que hacen funciones de dirección no podrán confabularse con parte subalterna para beneficiar de manera individual en favor de una parte, porque entonces se dice que actuaron de manera parcializada.

 

En el caso de los partidos políticos hemos vistos tanto en la República Dominicana como en otros países, como Honduras, Venezuela y otros,  que el sistema democrático está muy cuestionado y, uno de los países hay políticos presos por corrupción y en otros políticos presos por oposición, ya que las reglas de juego se han violentado y cuando se violentan las reglas de juego todo el sistema entra en crisis.

 

Hemos observado rebatiñas en el Partido de la Liberación Dominicana que van más allá del ámbito   político y llegan hasta lo personal, pudiendo esa conducta  convertirse en una amenaza para la unidad del partido de gobierno. Existen algunos casos que pudiéramos mencionar, sin que estos sean necesariamente los más evidentes, pero lo vamos a dejar en la imaginación de la gente, para no particularizar.

 

Las confrontaciones políticas a lo interno de los partidos son asuntos que deben ponérsele mucha atención, porque los conflictos internos son los que van corroyendo la armonía en las organizaciones y cuando se profundizan muchas veces es demasiado tarde para enfrentarlos. Es evidente que en caso de PRD las pasiones se desbordaron y el agua llego al rio arrasando con la confianza de parte importante de la dirigencia de esa organización  y hoy se encuentran divididos en dos fuerzas imposible de alcanzar el poder en lo inmediato.

 

Las diferencias personales destruyeron las esperanzas de las bases Perredeistas de alcanzar el poder en las elecciones del año 2012, aun así obtuvieron el 47% del voto. En PLD se está cociendo un caldero de sopa que está muy caliente y que  es muy difícil de digerir por las bases y dirigentes medios del PLD que si no se le pone freno puede contribuir a la perdida de escaños tanto a nivel congresional como  en los niveles municipales.

 

De suerte para el Partido de la Liberación Dominicana que el actual presidente Danilo Medina está por encima de esas circunstancias,  que esas diferencias no se están dando en el orden del nivel presidencial, porque la candidatura del presidente de la República a la reelección fue aprobada a unanimidad y por el momento mantiene un nivel de popularidad inalcanzable, lo que garantizaría que el PLD se mantenga en el poder.

 

Lo que sería muy peligroso que es, que los votos que obtenga el presidente no se reflejen así en los demás niveles de elección debido  a las pugnas y diatribas en que están sumergidos dirigentes del PLD, que tienen un afán de avasallar y de tenerlo todo, que han perdido la noción de que primero están los intereses generales, los de la nación dominicana y los del partido, que los intereses personales o individuales.

 

Es que cuando dirigentes políticos que se empeñan en tenerlo todo, eso crea resistencia y conflictos de intereses  y,  visto lo del viejo refrán que dice: que “el que mucho abarca poco aprieta” es tiempo de posponer la estrategia de quererlo todo en busca de controlar nada. En la democracia representativa no se puede ser juez y parte. Vamos a retomar nuestras funciones y cada uno  desempeñar el rol que les corresponde, respetando el rol de los demás.

 

Es cierto que a pesar de las críticas, el sistema burocrático de Max Weber continuó  siendo el paradigma de la administración, tanto en el ámbito público como también en el privado y, sus principios siguen marcando la pauta en la búsqueda de la eficacia, eficiencia y productividad en todas las organizaciones de la sociedad. La política como en economía hay que trabajar con las tres E, buscando el camino de la unidad.

 

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios