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El 200 mil es mágico
Los números son encantadores, de eso a nadie le quede dudas; y no exclusivamente porque son necesarios para la supervivencia, pues a cada momento debemos estar al tanto de cuánto tenemos, cuánto gastamos en tal o cuáles cosas; de la cantidad que nos queda, si es que nos queda del salario, si es que devengamos uno. Muchos se las ingenian para tener más y más, mientras otros se conforman con pocos. En todo caso, siempre se trata de números. Pero además, son fascinantes cuando son asociados y coincidentes con hechos destacados de la historia de la humanidad. Así podemos ver que el año tiene 12 meses y que los hombres que acompañaron a Jesús en los años de evangelización también fueron 12; igualmente, fueron 12 las Tribus de Israel. Las comparaciones de números con hechos podría ser una lista muy extensa. En tanto, el número básico o la cantidad que parece ser mágico/a para algunos, dedicados a fastidiar a las autoridades y al pueblo dominicano, es sin dudas: 200 mil. Los agrupados en entidades conocidas como ONG´s; dominicanos que han sido señalados como malos hijos de esta tierra; gobiernos de naciones vecinas y no tanto, gentes que se han apandillado para que el pueblo dominicano pierda su identidad mucho antes de que se conociera la Sentencia 168/13, en fin, han manoseado y han hecho suyo el número o la cantidad de 200 mil. Es por eso que digo que los números, y, éste básicamente, tiene un encanto que podría considerarse especial. El 200 mil fue la cantidad de personas que se dijo iban a ser desnacionalizadas, o sea, que la Constitución haitiana desconocía como hijos de Toussaint, pues demás está repetir que esa Carta Magna reconoce como haitianos a todo hijo de haitianos, nazcan o hayan nacido en cualquier parte del mundo, y los nacidos en territorio dominicanos son los únicos desnacionalizados que tiene Haití. El número 200 mil era la cantidad que se ambicionaba recibiera automáticamente la acreditación de dominicanos. El 200 mil llegó a ocupar titulares en medios de comunicación más internacionales que nacionales; algunos manejaron y aún manejan este número. Se buscaba, con su cacareo, llevar a las autoridades dominicanas a pensar que ese era un número cierto, verdadero, único, real; el esperado, ansiado, para recibir “los papeles como dominicanos”. Pero cuando el Poder Ejecutivo envió el proyecto de Ley de Naturalización al Congreso Nacional, y se conoció un número distinto al 200 mil, los detractores de la República Dominicana fueron silenciados. El respaldo masivo de políticos, empresarios, legisladores, abogados y de una parte del pueblo dominicano no se dejó esperar. Aunque el mismo no se basa, en toda su esencia, a la Sentencia 168/13. Todos los que llevaron el 200 mil como estandarte quedaron sin voz. Nadie había dicho nada. Figuras principales del gobierno de Haití dijeron estar conformes con el proyecto y muchos de los aliados de la causa haitiana en el país se mostraron de acuerdo, en fín, nadie había vuelto a mencionar el 200 mil hasta que de buenas a primeras, el principal diario haitiano ha vuelto a poner el número en el tapete y, de qué manera. El diario Le Nouvelliste ha propuesto, irresponsablemente, que unos 200 mil haitianos salgan de su territorio, de manera legal y pacífica, a trabajar a otras naciones, dizque para paliar el desorden demográfico del vecino país y dizque para mejorar sus economías y por ende la de Haití. En otras palabras, el referido diario, no ha estado conforme con el número dado por el gobierno dominicano a ser tomados en consideración para que reciba la nacionalidad dominicana. Le Nouvelliste insiste en el 200 mil. Perversamente, esta propuesta es la respuesta que da el diario al proyecto de Naturalización y al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros de manera irregular en territorio dominicano. Busca, sin dudas, mantener la confrontación, lo que significa un grave aviso a las autoridades dominicanas para que desde ya estén preparadas; pues no parece que el diario haya hecho tal propuesta sin que en el mismo esté la cuchara de importantes figuras del gobierno haitiano y padrinos. El diario propone que tal cantidad de haitianos salga de su país de forma pacífica. ¿Y de qué manera han penetrado a la República Dominicana?, la respuesta está dada, ya que ha sido pacíficamente que cerca de 2 millones de haitianos viven en este país ilegalmente. Aseguro que de manera violenta quizás ni una tercera parte hubiese permanecido en suelo dominicano. De igual manera, pacífica, legal e ilegal, se observa las migraciones de haitianos en otros países del mundo, pero no cabe dudas que tal propuesta sólo busca lleguen a territorio dominicano. Le Nouvelliste insiste en el 200 mil anualmente, aunque comiencen disfrazando la cantidad desde 50 mil. No pueden ocultar que el referido número es mágico para ellos. De forma descarada y absurda, los enemigos de la nacionalidad y el pueblo dominicano siguen procurando abiertamente imponer su 200 mil, sea anualmente, sea rápidamente, sea como sea; están codificados como aparatos para destruir a este pueblo sencillo y alegre; hospitalario y solidario; hijos de Duarte, Mella, Sánchez, Luperón, y bendito bajo la consigna de Dios, Patria y Libertad. Y ante los avisos que ya se anuncian, el pueblo dominicano debe ir también manejando sus números; pero no en cantidad, sino en los números que forman un año, un futuro añ el 2022.