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Bioneuroemoción
El viernes asistí a una conferencia sobre Bioneuroemoción. Algo muy nuevo en el camino de la salud personal y colectiva. Se había previsto para 200 personas pero tal fue la demanda que hubo de ser ampliada a 1200. Son conceptos nuevos y alucinantes que nos enseñan que como seres vivos “somos capaces de usar nuevas metodologías que nos permiten trabajar con programas propios con los que se funciona en la vida cotidiana para transformarlos…” y recuperar la salud personal o colectiva (E. Corbera).
Entre las muchas cosas que en este nuevo enfoque del tema ancestral se nos presentó, está para mí lo más extraordinario que es el comprobar que la sociedad es la consecuencia de nosotros y nosotros lo somos de la sociedad. Al decirlo así luce no ser nada novedoso, pero lo novedoso está en ligar que nuestro comportamiento, nuestra salud y el comportamiento de la sociedad es el resultado de nosotros mismos y de que al modificarlo, podemos adquirir la salud colectiva a través de la individual.
Dicho en otras palabras: si vivimos en un país corrupto, es porque nosotros somos corruptos y con nuestro comportamiento personal lo sustentamos, aunque creamos y digamos que no y hasta nos molestemos con esta aseveración.
Vamos a poner un ejemplo. Vivimos en un país donde hay múltiples carencias de servicios públicos, falta de transparencia, delincuencia gubernamental y privada, criterios y paradigmas con respecto a Haití y su población, aparente disgusto con políticos ladrones que nos burlan y nos esquilman y quieren volver a robarnos más, sin que nos demos cuenta que nosotros somos los que le damos sustento a estos comportamientos, a estos retornos, porque nosotros, quizás sin darnos cuenta, somos exactamente iguales a ellos.
Decían en la conferencia (que se puede ver y ahondar sobre el mismo tema en internet), que si aceptamos los programas existentes en nosotros y no lo cambiamos, siempre será igual, siempre estaremos molestos, y enfermos, mientras que si muchos los cambiamos hacia la felicidad y la salud, llegará el momento en que sin ninguna violencia, serán muchos y entonces los comportamientos inadecuados no serán aceptados, y ante un nuevo consciente colectivo las cosas cambiarán. Esto es, cambiarán porque nosotros cambiamos.
Si una crítica a un político, al Presidente, a la policía y los organismos del orden y la protección por tantas matanzas y cacicazgos de ladrones que tiene en su interior, con ello, aunque Ud. no lo crea y piense que está rechazando ese comportamiento con una actitud supuestamente opuesta, lo real es que lo está apoyando y subconscientemente aceptándolo, aunque lo niegue y diga que no.
La terapia personal que busca el cambio de programas mentales, que a la postre podría aumentar y por el número de los involucrados podría llegar a ser pública, consiste en no criticar, no juzgar, no aceptar y mostrarse diferente con el ejemplo. Cuando esto se logre, en lo personal se puede curar de todo, desde catarro hasta cáncer o la enfermedad que sea, ser más feliz, y en lo público no se va a dar apoyo a cosas malas, pues sea alabando o criticando se está dando publicidad, apoyando, y aceptando, y lo peor siendo una parte de lo que se critica, molesta y se niega. Aunque claro, no se quiera percibir ni aceptar.
Nos inducen a examinarnos, y ver las cosas que nos molestan de la sociedad o de las personas con las que vivimos, compartimos y nos relacionamos. La sentencia es que lo que nos disgusta, es porque así somos. Recordemos que la verdad no necesita ni de poses ni de palabras, y que estas se hicieron para esconder la verdad.
De tal manera que todas las personas que nos rodean nomás están sirviéndonos de espejo a nuestras fallas, carencias, disgustos, por lo que al criticar o juzgar a alguien, en realidad nos estamos juzgando y criticando a nosotros mismos y a nuestras carencias, y el comprender esto nos permite examinarnos y cambiar para mejorar y al mismo tiempo, mejorar a los demás y a la sociedad.