Una luz al final del túnel
Son muchos los problemas ancestrales sin remedio a la vista. Son muchas las promesas de redención social incumplidas. Frente a los que están sufriendo la insoportable sequía, peor aún con los legendarios apagones. El curso de la vida es cada vez más oscuro. En los hogares más pobres, la gente del rancherío, más del cincuenta por ciento de la población, son muchos los que todavia alimentan el ejército de los desempleados. Y los que están preparados, sin afiliación política, sin perspectivas de encontrar trabajo; son muchos los que ni trabajan ni estudian y tienen que robar para comer. Son aquellos que alimentan el ejército de la delincuencia. Los esfuerzos son mínimos, casi imperceptibles, frente a los grandes sectores secuestrados por la ingobernabilidad y la exclusion social, sin perspectivas de cambio y transformacion real. La clase media, los profesionales que trabajan, respira insatisfacción social. Con el poder de sus ingresos disminuído, teniendo que recurrir al multiempleo para sobrevivir con muchas penurias. Ya porque han perdido su capacidad de ahorro como por la disminución acelerada de su status social, sin capacidad para vacacionar fuera del país, con serias dificultades para pagar la mensualidad de la casa o el apartamento , sin poder montarse en un buen carro, ni siquiera un carro del año. Ni mucho menos elegir bien la educación de calidad ni el mejor colegio para sus niños. Y con la obligación de guardar absoluto silencio al ver el crecimiento desproporcionado de una clase política enriquecida, lucrándose durante catorce años, única y exclusivamene por su acceso al poder. A dos años de haber ascendido al poder, el país está orgulloso de su gobernante, el presidente Danilo Medina. Lo dicen todas las encuestas, sobre el 80% de popularidad. Algo sin precedente. Porque ha mostrado sensibilidad, franqueza, dinamismo y comprensión hacia los más débiles en el manejo del Estado. No porque haya resuelto los problemas básicos de la Nación. Su esfuerzo por apoyar a los pequeños empresarios sin crédito ha sido muy loable. Lo mismo que el financiamiento a los productores del campo. Pero el mayor logro que pueda medirse a la gestión de Medina está en la educación.Haber alfabetizado a miles de dominicanos sumergidos en la oscuridad es quizás su obra más grandiosa. Son las bases de la democracia. Pese a todo lo anterior, el país sigue mal, los hospitales sin medicina, los hogares sin luz, los acueductos sin agua, las calles rotas, la basura amontonada, y la peor delincuencia jamás conocida, en complicidad con fuerzas policiales y militares y el narcotráfico, que crece por todas partes, teniendo como caldo de cultivo el desempleo y la desesperación de miles de jóvenes sin trabajo ni educación. Las altas cortes sólo sirven para perdonar a los corruptos, nunca para castigarlos. Con todo, el país está orgulloso de su gobernante, no así del equipo que le rodea. Ha sido una especie de sombra negra detrás del Presidente, profundamente atrapado en el gabinete de la impunidad de su partido. Tanto asi que ni siquiera ha podido sacudirse y nombrar su propia gente. Fue parte del pacto secreto. Con todo, Danilo Medina es una pequeña luz de alegría, sueño y esperanza…..al final del tunel. josealdueys@gmail.com