Prefacio
El expresidente Dr. Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, escribió en el 1983, un libro titulado: «La isla al revés», en donde de manera magistral – yo añadiría que hasta imparcial- objetiva y juiciosa analizó la eterna realidad de la República Dominicana en compartir una pequeña isla por dos naciones de culturas, costumbres y orígenes muy distintos, anhelando que ambos países superen sus desavenencias bajo un prisma diferente, pero no adverso. En mi caso, solo voy a emular el título y en vez de referirme a una isla, voy a aludir al mundo y sería: «El mundo al revés»
Esta reflexión obedece, en gran manera, a los absurdos e incomprensibles que se está manifestando en todas las actividades de los seres humanos, tanto en el campo político, social, artístico, religioso, etc. Obviamente, dejando en las personas que observamos tal degradación moral, una sensación de impotencia, tristeza, preocupación y pesimismo. En consecuencia, vamos a exponer una sinopsis a manera de ejemplo.
a) Cuba, que es una tiranía criminal, longeva, ominosa y violadora de los más elementales derechos de los seres humanos, de manera inverosímil forma parte en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del Consejo de Derechos Humanos.
b) En Venezuela y de manera írrita, gobierna un analfabeto funcional, troglodita y dictador, que encima de todo esto no es venezolano, sino un colombiano nacido en Cúcuta y que, nunca ha podido demostrar haber nacio en la patria del Libertador Simón Bolívar, violando la constitución de ambas naciones.
c) El papa Francisco, líder espiritual de la iglesia Católica y que, según esta religión, es el «Vicario de Cristo» en la tierra, dijo a la prensa en octubre 2020 lo siguiente (cito): «Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia». Y concluyó diciendo (cito): «Quién soy yo para juzgarlo». Si él es «Vicario de Cristo» en la tierra, ¿cómo él explica -habiendo estudiado teología- que Dios condena la homosexualidad en (Levítico 18:22 y 20:13)); (1 de Corintio 6: 9-10); (Romano 1:26-27) y Génesis 19) y él, siendo su representante en la tierra la aprueba?
d) Benito Antonio Martínez Ocasio (Bad Bunny), es un «artista» que cuando «canta» parece que duerme, carente de lírica en sus interpretaciones y las letras de las mismas son una entonación a la vulgaridad y a la mediocridad carente de sentido. Sin embargo, él gana todos los premios y es un «fenómeno musical». Lo mismo podemos decir de una cosa que se llama «Tokischa», que es la vulgaridad hecha mujer, la cual apenas puede balbucear medianamente una expresión y es invitada a lanzar la primera bola en el estadio de los Mets de New York.
Ante todas estas manifestaciones absurdas, rocambolescas, distorsionadas, risibles, incomprensibles, huérfanas del buen gusto y el sentido común, podemos visualizar el atropellamiento vil a la ciencia política que nos trazó Platón en sus épicas obras la República y las Leyes; la hipocresía y la dicotomía religiosa entre lo que se dice representar y negar al mismo tiempo y, la basura «artística» que se esparce como una bacteria maligna en todo el cuerpo social hoy en día. En consecuencia y fruto de estas disparidades, podemos asumir ante esta penosa realidad la vieja frase que reza: «Culpa es del tiempo, no de España».
Las anexiones de Putin en Ucrania y el referéndum
Siempre se ha dicho -y sobre todo en política- que no hay nada más peligroso que una fiera cuando se encuentra acorralada y sin salida. Es, justamente, lo que le ha estado sucediendo a Vladímir Vladimirovich Putin Putina, en sus desvaríos del nuevo zar imperial de la Rusia plutocrática que él gobierna como si fuera un patrimonio suyo.
En efecto, en su afán desmedido de hacer crecer el territorio de la Federación Rusa, de imitar a Pedro el Grande, a Catalina la Grande y tratar de igualarse al amante de esta, Gregorio Potemkin, un líder militar y estadista quien fue el primero que en el 1783 anexó a Crimea de manera pacífica al Imperio de los zares rusos, a diferencia de Putin que ha querido no solo a Crimea (2014) sino a todo el territorio de Ucrania, mediante una guerra cruel, insensata, criminal, sobre todo, con la población civil asesinando a mansalva a hombres, mujeres y niños sin el menor rescato y pudor. Obviamente, violando todos los parámetros que impone el derecho soberano de toda nación a elegir su destino e independencia de criterio que debe tener todo país.
Por esa razón, hace poco y mediante un mamotreto de «referéndum» inválido por la naturaleza del mismo y sin el apoyo de la comunidad internacional a nivel mundial, el sociópata y envenenador por excelencia de Rusia, Vladímir Putin, se «anexó» las regiones de Donetsk y Lugansk en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur, creyendo erróneamente que eso va a cambiar el curso de la guerra y que Ucrania se va a quedar cruzada de brazos como sucedió en el 2014 con la invasión a Crimea.
En su locura de ser el portavoz de una «nueva realidad política» y «liberador de la hegemonía unipolar», al parecer y viendo los últimos acontecimientos, se ha quedado solo en este irracional paso imperialista en anexar territorios ajenos de una nación independiente y soberana. En efecto, ni aliados como la China Popular, India, Turquía e Irán, han apoyado esta desquiciada acción política de anexionarse territorios ajenos y, mucho menos, con un procedimiento tan burdo y grotesco. Es válido recordar, que el presidente de Turquía, Recep Tayyib Erdogan, condenó acremente la anexión a Rusia de la península de Crimea en 2014.
Es bueno hacer notar, que toda esta franja de terreno, que son un 15% de territorio ucraniano, ya estaba bajo el control ruso desde el 2014, comenzando por las ciudades de Lugansk y Donetsk, que forman la región del Dombás, y de ahí, fue capturada Jersón y Zaporiyia, al sur. Por lo tanto, cualquier anexión del territorio de un país, basada en el uso de la fuerza y la ocupación, viola la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el derecho internacional del cual Rusia es signataria. Razón por lo cual, en el mundo de hoy esas anexiones no tiene cabida ni ápice de legalidad alguna.
¿Qué motivó estas anexiones a la carrera?
Aquí entra en juego el concepto sobre la «fiera acorralada y asustada». Lo que el gobierno de Rusia consideraba un puro trámite la invasión a Ucrania y la conquista de Kiev en «dos o tres días», la verdad ha sido otra. Después de casi 8 meses de duras batallas, miles de soldados rusos muertos, 15 generales asesinados -lo que constituye un récord a nivel mundial en conflictos armados-, la captura y destrucción de miles de equipos militares, la reconquista de varias ciudades ocupadas por los rusos, la desbandada de las tropas invasoras mal alimentadas y con la moral por el suelo, Vladímir Putin se dio cuenta de que subestimó a Ucrania, a los Estados Unidos y a Occidente.
Ante este inesperado y brutal descalabro ante sus gobernados, el mundo que observa y su mando militar, se ha visto compelido a inventarse un «referéndum» para darle viso de «legalidad» a su ocupación grosera, anexando esos territorios a Rusia y, por ende, dar a entender a Ucrania, a los Estados Unidos y Occidente, que cualquier agresión a esos territorios «incorporados» es un ataque directo a Rusia, apelado incluso a la amenaza de hacer uso de armas nucleares.
No obstante ello, las cosas no les salen bien al sociópata y envenenador ruso. El presidente ucraniano, Volodymyr Oleksandrovich Zelensky, motivado por el avance ucraniano y las derrotas infligidas a Rusia, ha dicho que él ni el pueblo de Ucrania aceptan ese «referéndum» y que recuperará las ciudades ocupadas e inclusive a Crimea. Por su parte, los Estados Unidos, al igual que la Unión Europea, seguirán apoyando a Ucrania en su lucha y la recuperación de sus territorios.
Vladímir Putin en sus locuras de nuevo zar imperial, a logrado todo lo contrario de lo que quería: a Rusia se le ha perdido el respeto ante los fracasos militares en Ucrania, la OTAN, lejos de reducirse, se ampliará con la llegada de Suecia y Finlandia y, no muy lejano, la propia Ucrania y, además, Rusia ha dejado ver a Occidente, sus deficiencias logísticas, de equipos, la poca capacidad y preparación de sus tropas en el campo de batalla. Como ironía del destino, el payaso y cómico no lo es Zelensky, como decían dos o tres gatos comunistas, sino Vladimir Putin. Lo describí en uno de mis artículos: no era un oso, sino un simple chihuahua.
Epílogo: República Democrática de Guantánamo
Partiendo de los ejemplos citados en el prefacio, es evidente que estamos viendo una sociedad violenta, unos líderes políticos perversos, un flagelo social por la elevación de los anti valores, un ataque al cimiento de la sociedad como lo es la familia al promover la unión de parejas del mismo sexo y, una conducta anárquica y abusiva de los líderes que ostenta el poder en el tablero de la geopolítica actual.
Por esa razón, y partiendo de lo hecho por Vladímir Putin en contra de Ucrania, una nación libre y soberana, voy a hacer un ejercicio de política surrealista basado en una realidad, en vista de que, como hemos visto a los neo comunistas, celebrar y apoyar dicha invasión, ya no le valen ni les lucen las consignas revolucionarias de: ! abajo el imperialismo yankee !, ! respeto a la soberanía de los pueblos !,! fuera el yankee invasor ! o ! Patria o muerte ! ! Venceremos !. Sería contraproducente e inmoral venir con esta desfachatez que los retratan como unos cínicos, doble moral e hipócritas en grado sumo, aplicando lo que establece la Ley de Campoamor.
Partiendo de lo establecido en la Enmienda Platt de 1903, de hace 119 años, la Unión Americana debería ya realizar un referéndum con los soldados de la base establecida allí, para incorporar esa parte del territorio cubano a los Estados Unidos, no importa que los románticos comunistas vivan proclamando de manera errada que «Cuba es el único territorio libre de América», «ignorando» que su suelo lleva un siglo y 19 años pisado por las botas yankee a diferencia de otras naciones en la región.
También, la China Popular, podría hacer el suyo en la República Dominicana, con los chinos de Bonao y los que están en el Barrio Chino de la Av. Duarte, a ver si quieren que la provincia de Monseñor Noel, se incorpore al gigante asiático y formalizar la República de Bonao Libre.
En esta desfachatez política, con ribetes de surrealismo de parte de Vladímir Putin, no podíamos dejar de mencionar a nuestros inefables vecinos haitianos y me parece que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, debe montarse en el carro anexionista del zar y sociópata ruso, y reclamar mediante un referéndum que, debido a la alta población de haitianos en las provincias de Pedernales, Jimaní, Dajabón y Elías Piña, se haga un referéndum, para proclamarlas como repúblicas y anexionarlas al territorio haitiano. Así estaremos todos felices y contentos, repartiéndonos el mundo acorde a nuestros criterios políticos y la expansión territorial como lo hace Vladímir Putin.